//Jungkook//
Nos quedamos dormidos casi media hora, teníamos que aparecer en la fiesta si no todos se darían cuenta
—Tenemos que bajar—dije abrazandola. Ella solo se acomodó mejor entre mis brazos.
—No quiero —habló con voz de niña pequeña y no pude evitar sonreír como estúpido al escucharla.
—Yo tampoco quiero pero seguro nos están buscando
—¡Oh!—ella se separó bruscamente de mi—Tienes razón, si mamá se da cuenta me mata
—Será mejor que nos arreglemos y bajemos
—Está bien—dijo cubriendo su cuerpo con la sábana para ponerse de pie—Siento como si un camión gigante me pasó por encima —rio tomando su vestido. Ella se quedó ahí viendo a la nada unos segundos mientras yo me vestía.
—Lo siento —me disculpé poniéndome frente a ella —Te veré a bajo —Di un beso en su frente y me fui para que se arreglará y bajara.
Cuando llegué a la sala me encontré con el imbécil de Hoseok quien andaba más borracho que un puberto cuando toma por primera vez
—Hey— llamó tomándome del brazo.
—Suéltame— dije viendo su agarre. Él me soltó y me vio con seriedad.
—No pienses que quiero hablar contigo. Solo quería decirte que tú papá te está buscando
—Gracias —dije en tono sarcástico.
Caminé entre la gente que ya estaba ebria, aún no era tan noche pero los invitados parecían haber bebido por días.
Busqué con la mirada a mi querido padre y cuando lo encontré estaba en la mesa junto a su ahora esposa.
—Jungkook ¿Dónde estabas?— preguntó en tono enojado. También pude notar que estaba algo ebrio.
—Me fui de casa unas horas, pero ya estoy aquí padre —dije de mala gana. Él me vio con su ceño fruncido pero la señora Kim tomó su mano diciéndole que se calmara.
—¿Has visto a Michell?— preguntó la señora Kim con amabilidad, sin duda era una gran mujer igual a su hija.
—Creo que estaba con sus amigos—mentí tomando una copa de la mesa —Si me disculpan iré a comer algo.
—Jungkook...—llamó mi padre deteniendo mi paso—No quiero problemas —amenazó.
—No los tendrás —dije para seguir con mi camino.
En estos momentos que problemas podía causar si estaba más que feliz, no podía ni siquiera borrar la sonrisa que me causa el solo recordar lo que había pasado.
Y el recordar eso me llevaba a Michell, tenía que buscarla antes que se fuera con el imbécil de Hoseok.
Volví a la sala para esperar que bajará pero ella ya se encontraba sentada en el sofá mientras comia frituras. ¿Cómo pude verse tan linda hasta cuando está distraída?
Me acerqué lentamente hasta donde ella y cubri sus ojos con mis manos. Ella empezó a tocar mis dedos con sus pequeñas manos
—Se que eres tú Jungkook —habló riendo. Yo hice lo mismo y me lancé al sofá para sentarme junto a ella.
—¿Qué haces aquí? ¿Y comiendo esto?—pregunté viendo todo lo que se comía.
—Estoy cansada asi que mejor prefiero estar aquí.—sonrió y luego siguió comiendo.
—¡Oh! Me pregunto porque estarás cansada —me hice el pensativo y pronto vi como sus mejillas empezaban a ponerse rojas.
—Basta Jungkook —rio dándome un golpe en el hombro.
—Espero que así me golpees en la cama—susurré en su oído haciendo que me empujara.
—Cállate, alguien podría oirte
—Sabes que nuestros padres se irán hoy, ¿verdad?—pregunté alzando mi ceja. Ella borró su sonrisa y se quedó pensativa.
—Jungkook... ¿Qué haremos ahora?
—Michell—dije tomando su mano —No me importa lo que nuestros padres digan, no me alejaré de ti otra vez
—Pero...
—Pero nada, dejemos que ellos vayan a su luna de miel y después vemos que hacemos ¿si?
—Está bien —sonrió levemente.
—Ya, sigue comiendo tus cosas —tomé algunas frituras y las puse en su boca. Ella solo río y siguió comiendo.
—Hey— la voz del imbécil de Park Jimin se escuchó a mi espalda.
—Jungkook cálmate —habló Michell antes de que él imbécil se acercará.
—¿Qué se te ofrece?—pregunté poniéndome de pie evitando que Jimin viera a Michell.
—Vine hablar con ella no contigo —dijo con una sonrisa estúpida. Sonrisa que quería borrar a golpes en estos momentos.
—Pues ella está conmigo —dije acercándome imponente a él.
—Basta los dos —Michell se puso de pie y me tomó de la mano para alejarme de Jimin. Si no fuera por ella ya le hubiera partido la cara a este imbécil—Vamos Jimin, iremos hablar
—¿A dónde vas?—dije tomando la mano de Michell.
—Jungkook hablamos luego —ella hizo una mueca y se soltó de mi agarre para irse con Jimin.
Si no tiré todo a mi alrededor fue por no causar un escándalo pero estaba con la furia a mil.
Ella se fue con el imbécil cuando ambos estábamos hablando de un tema importante
Muy bien Michell, vete con ese imbécil
Golpeé el sofá con mi pie. Fui hasta la cocina por un copa para calmar mi enojo un poco, debía controlarme y tratar de no enojarme más. Pero él solo hecho de pensar en que Jimin estaba con Michell hacía que no pudiera controlarme
Tomé otra copa y fui a donde estaban todos los invitados, en el camino me había encontrado a varios conocidos de mi padre que me saludaban yo solo les sonreí y busqué una mesa vacía para sentarme y tomar a gusto.
—Aquí estas —la voz de Michell hizo que levantara mi mirada.
Maldita sea porque quiero besarla si se supone que estaba enojado con ella
—¿Ya tienes tiempo para hablar conmigo?—pregunté bebiendo un trago de mi copa.
—Ya deja eso—ella quitó la copa de mi mano—No te pongas celoso —de un momento a otro cambio su tono de voz, ahora sonaba como una tierna niña que me daban ganas de proteger siempre.
—Eso se llama trampa —dije apoyando mis brazos en la mesa —De igual manera sigo enojado
—Vamos Jungkook —rodó sus ojos —Lo que menos queria era que tú y Jimin se agarraran a golpes ahí mismo.
—Ya, está bien —me rendi fácilmente. No podía estar discutiendo con ella —La próxima vez que lo vea cerca de ti, lo golpeare sin importarme nada
—¿Porque se odian tan...— gracias a la voz de mi padre ella no pudo terminar su pregunta y agradecía por eso ya que no quería hablar sobre ese tema.
—Llegó el momento de irnos, pero se quedan en su casa— habló mi padre atravez del micrófono. Toda la gente empezó a despedirse de ellos y yo solo podía pensar en que seríamos libres al menos por una semana.
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❝𝘽𝙚𝙨𝙩 𝙤𝙛 𝙢𝙚❞
Fanfiction𝘚𝘶 𝘴𝘢𝘭𝘷𝘢𝘤𝘪ó𝘯 𝘺 𝘴𝘶 𝘱𝘦𝘳𝘥𝘪𝘤𝘪ó𝘯. É𝘭 𝘦𝘳𝘢 𝘢𝘮𝘣𝘢𝘴 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘦𝘭𝘭𝘢. 𝘗𝘦𝘳𝘰 𝘦𝘭𝘭𝘢 𝘵𝘢𝘮𝘣𝘪é𝘯 𝘦𝘳𝘢 𝘭𝘢 ú𝘯𝘪𝘤𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘱𝘰𝘥í𝘢 𝘴𝘢𝘤𝘢𝘳 𝘭𝘰 𝘮𝘦𝘫𝘰𝘳 𝘥𝘦 é𝘭.