IN LOVE |T.H| [2] COMPLETA.

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Al Dia Siguiente.

Mi celular sonó, lo tomé con cansancio y contesté.

–¿Sí?– pregunté sin mucha importancia.

—¿_____?— respondió Alondra del otro lado de la bocina— ¿Todavía no te has levantado de la cama?— cuestionó, podía sentir su molestia.

–No– respondí aburrida.

–¡Arreglate ya!- grito por la bocina a lo que yo lo alejé un poco de mi oído. Su voz si que era fuerte.

—¿Por?— pregunté. Traté de recordar pero el sueño me volvía a envolver. Sabia que le estaba colmando la paciencia con mis preguntas.

— Hoy es tu primer dia de trabajo— contestó furiosa, en eso me levante rápido de la cama—Paso por ti en cinco— ordenó y colgó.

—¿Cómo se me pudo olvidar?– me dije a mi misma mientras me tallaba los ojos con mis manos. Un golpe en la puerta llamó mi atención.

—_____— me llamó — Linda, ¿ya estas lista?— preguntó Tom del otro lado de la puerta.

—Ss-si— corrí al armario para buscar mi traje— ya casi estoy lista— respondí algo agitada — yo ahora salgo- dije y el respondió un: Bien.

Tomé el traje y me metí al baño para cambiarme y arreglarme un poco el cabello. Cuando estaba lista salí para encontrarme a una Alondra molesta.

—Soy tu Hermana, no tu Madre— habló entre dientes con las manos en la cintura.

—Lo siento...– Murmuré.

— Te espero abajo– demandó, se giró a ver al castaño— Gracias Tom— asintió y salió del departamento

—¿Ya estás lista?– me volteó a ver para acercarse a mí.

—Si— afirmé— Nos vemos en la tarde– le di un casto beso.

—¡Suerte!— gritó entusiasta y yo le sonreí para después abrir la puerta.

Al estar abajo me subí al coche. Alondra comenzó a manejar. El viaje se mantuvo sereno y tranquilo, hasta casi llegar a mi destino.

– Tengo un nuevo caso– Habló sin despegar la vista del caminó. Yo me gire a verla.

—¿Sobre qué es?– Pregunté curiosa, me encantaba cuando Alondra tenía casos, en su mayoría se llevaba la victoria. Y es que es una gran Abogada.

— Es algo ligero, una familia y algunos bienes– respondió girando el volante intentando estacionarse— Luego te platico con detalles— apagó el carro y se comenzó a quitar el cinturón de seguridad. Ya habíamos llegado.

Hice lo mismo, tomé mi maletín y baje del coche, la escuela si que era bastante grande.

—Tengo miedo...– mire el gran edificio– ¿Y si los niños me odian?— pregunté algo paranoica. Siempre al iniciar el ciclo escolar era algo que hacía temblar mis piernas.

— Lo harás bien— dió unas leves palmadas en mi hombro— Ahora entra, que tengo que resolver algunos papeles— Yo tragué saliva, Asentí y caminé. Ella se regreso al auto.

Me sentía como en mi primer día de clases, cuando recién entraba y era la alumna nueva. Me adentré al colegio, en eso una mujer de ya edad avanzada pero amable, me guío con a la oficina del director. El cual era un hombre con cabello negro, muy formal y con un porte exhuberante.

–¡Buenos días señorita Stronghold!– Sonrió y se levantó de su asiento para saludarme—  ¡Tomé asiento!– señaló el lugar desocupado, hice caso y el de igual manera se sentó— ¡Bienvenida al colegio Ritchway! La verdad agradecemos mucho su presencia.

— Muchas gracias– agradecí, el asintió y continúo viendo unos papeles en su escritorio.

–Aqui están sus horarios— me entregó un carpeta con varias hojas.— Y si gusta puede ir a conocer el plantel. Solo le informó que por unos meses ma escuela se mantendrá en mantenimiento y por lo tanto se suspenderán las clases.— Eso me desánimo pero asentí.

– De acuerdo– sonreí.

— Solo sería eso, y pues, bienvenida — estrechó mi mano. Agradecí y salí.

Revisé las hojas y me habían escogido para maestra de arte: danza y música. Me gustaba dar clases de lengua, pero lo que más amaba era sobre el arte.

Pasaron las horas, dando vueltas en el plantel conociendo a los profesores, personas del mantenimiento y aprendiendo dónde se encontraba cada salón.

Ví el reloj, y era hora de ir al salón que me correspondía. Caminé hacia el.

Al entrar estaban todos los niños, en su lugar, habían instrumentos como guitarras, pianos, baterías, etc. Y por su puesto una tarima.

—Niños– Hablo llamando la atención un joven como de mi edad– les presento a la nueva profesora, ella nos acompañará por unos meses– me presentó y los niños me saludaron.

–Hola– sonreí y me acerqué a ellos. Me presenté e hice lo que comúnmente hacia, hacer una actividad recreativa.

El joven y yo en ningún momento cruzamos palabras, lo cuál en el fondo me hizo sentir mal y en su peor caso como una mal educada.
La hora término y los niños salieron para ir a sus casas.

Estaba alzando mis cosas cuando una voz detrás de mí habló.

–Lamento no presentarme– habló, yo voltee a verlo– Soy Shawn– levantó su mano para saludarlo– Shawn Mendes.— sonreí, sonrisa que fue correspondida.

– ____ Stronghold– sonreí y acepté su mano para estrecharla– Yo igual lamento no presentarme formalmente.

– No importa, lo importante son los niños— suspiró — Es bueno tener una maestra de artes, yo era el único y para ser honesto es algo desgastante— se sentó y tomó su guitarra.

– Entiendo— Asentí— Para ser honesta se me dificulta tocar la guitarra— reí ante mi confesión vergonzosa y tomé mi portafolio.

– Tal ves algún día te enseñe— Se levantó— ¿Vamos a la salida?– preguntó.

– Si está bien.– Asentí.

Salimos del colegio, íbamos hablando de la carrera de nosotros, era realmente divertido y amable. Hasta que nos despedimos:

– Bueno, nos veremos regresando– sonrió.

– Si, Nos vemos señor Mendes– de igual manera sonreí.

–Dime Shawn, apenas tengo Veinte años– soltó una leve sonrisa.

–De acuerdo.— Asentí bajando la cabeza— Hasta luego–  me despedí y cada quien fue por su camino–

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Bien tonto poner a Shawn Mendes como maestro.

24/12/18
05/05/22

-SC-