IN LOVE |T.H| [2] COMPLETA.

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Tamara:

Me sentia mal, además de ser mal tercio, golpee a Hazz en el rostro. Cuando se retiró Alondra Hazza habló.

—Y... ¿Entonces Harry está enfermó?– levantó una ceja dudoso, yo asentí nerviosa– Yo lo ví bien en la mañana— miró sus manos esperando alguna explicación.

—Le cayó mal el desayuno– encogí los hombros, suspiré, era mentira, habíamos tenido una discusión y ahora ninguno se quería ver. Siendo honestos, yo sí lo quería ver.

— Tamara — me miró — no me engañas— negó moviendo la cara en desaprobación— Vamos, dime, ¿Qué pasó?— insistió, pensé un poco y en ese momento entraron Tom y _____.

— Tamara, Hazz— nos llamaron — Ya nos tenemos que ir, ____ y yo tenemos cosas que hacer— habló Tom haciendo su saludo de despedida— Que te mejores— sonrió, yo miré a ____ burlona— Nos vemos mañana.— Se dieron la vuelta.

— Usen protección — gritó Hazz, Tom río y gritó de vuelta.

— Lo siento, está cerrada la farmacia– nos soltamos a carcajadas, su relación iba bastante bien. Así que se alejaron tomados de la mano.

— Bueno...— trató de calmar su respiración— En lo que estábamos– me miró.— ¿Qué pasó?

— Harry se enojó conmigo— hice una mueca— Un chico del café me regaló un rosa— suspiré — Lo peor de todo es que es mi ex novio— terminé de decir, el miró hacia la zona de los niños— Y entiendo que se moleste, hago lo mismo. Pero me dijo que juego con él, que solo lo utilizo— Bajé la cabeza.— Ya no sé que hacer. La ansiedad me carcome— comenté cansada. — Siempre peleamos por cosas pequeñas.

— ¿Y tú aún quieres a tú ex?— preguntó.

— Por supuesto que no. No cambiaría a Harry por nada— lo miré.

— Harry es algo complicado, pero nunca lo había visto comprometerse tanto con una persona como lo ha hecho todo este tiempo contigo. — me miró y sonrió, eso me hizo sentir un poco mejor— Y tiene miedo, así como tú te sientes insegura en ocasiones, el igual. No solo peleen, hablen, si el patrón de peleas se repite, aprendan de esos errores — Tomó agua algo cuidadoso.

— Sí, yo lo quiero bastante y no quiero que esto se acabé— miré el horizonte— No lo quiero perder— me negué y un sentimiento de remordimiento apareció dentro.

— Entonces debes decirle eso– encogió los hombros asintiendo— No dejes que el orgullo gane— negó repetidas veces, sonreí. Si realmente quiero que funcionen las cosas, tenía que cambiar primero yo.

— Gracias Hazz, trataré de hablar con él— Asentí.  Alondra llegó hacía con nosotros.

—¡Llegué!– mostró la bolsa de hielo, Harrison se la colocó en la nariz— No es tan grave cariño— acarició su cabello.

— Bueno... Creo que se acabó el baloncesto— suspiré —me tengo que ir– Tomé mi botella de agua y me levanté del banco— Hay cosas que se tienen que aclarar— sonreí y caminé hacia el departamento.

Harrison:

Tamara se fue, sé que podrá estar bien con Harry.

Alondra me acomodó mi cabello mientras me ponía el hielo en la nariz.

— Mi Rubio— hablo tiernamente y me dió un casto beso en la frente. Yo quite la bolsa de hielo y la miré para darle un beso en los labios—

—Tengo mucho calor— Susurré en su oído, ella sonrió y se subió en mi regazo. Mi nariz  me palpitaba, pero el acto de la rubia hizo desaparecer todo lo demás. — Vamos a casa— cerré mis ojos y la miré. Me levanté aún en mi regazo, ella enrolló sus piernas en mi cintura y así caminamos por el sendero.

Íbamos caminando por el pequeño sendero que ahí se encontraba hablando y diciéndo lo mucho que nos queríamos.

—Por aquí no había venido– miró Alondra a su alrededor, era muy lindo el parque—

Apreciamos un rato el panorama, hasta que de entre los árboles que estaban al final del parque ví una figura negra a lo lejos.

— Hey... Linda– Susurré en su oído, ella volteó, la figura nos vio y salió corriendo–  No me vayas a soltar– dije, mientras seguía caminando, ella negó.

Nos acercamos un poco más a dónde estaba la figura, hasta que Alondra se despegó de mí repentinamente.

—¿Escuchas?– preguntó, adentrándose más a los pastizales que estaban altos.

— Alondra— la llamé preocupado— ¿A dónde vas?– la seguí, un animal podría salir en cualquier momento– Yo no escuché nada– me negué, y la tomé del hombro, estaba ya atrás de ella, y entonces lo inesperado sucedió, el chillido de un bebé se hizo estruendoso, mi chica se estaba guiando de donde provenía aquel sonido.

Se estaba alejando, yo tomé algo de distancia, hasta que ví que ella se hincó repentinamente. Me extrañe y  acerqué a ella.

Era un bebé, cubierto de bolsas de basura y dentro de una caja de cervezas. No era posible este acto inhumano.

— Tenemos que llevarlo con nosotros— Y cómo si el mundo estuviera a su favor de ella, un trueno se escuchó pronunciando una lluvia— Ven aquí pequeño– el infante lloraba, se veía de un año máximo y tenía consigo una pequeña manta.

— Vamos– la tomé de la mano, ella cargaba al bebé, salimos de los pastizales y caminamos a casa.

Cuando llegamos ella lo dejo en el sofá y fue enseguida a la cocina a buscar algo de leche en polvo. 

— Hay que hablarle a Martina— habló — Ella trabaja en casas hogar y adopciones, podría ayudarnos a adoptarlo– dijo derrepente y yo me sorprendí, ni una hora había pasado y lo quería adoptar— Tenemos lo necesario– me miró con esperanza, yo me detuve, sonaba muy pronto, ni siquiera estábamos casados.

— Alondra, yo...— Tener hijos aún no estaba en mis planes. Ella me miró confundida, suspiré — No estoy seguro de que me conteste— negué, no sabía que decirle, ¿Un hijo? ¿En menos de un día?

Me rasqué la nuca. Marqué el número y empezó a sonar.

— ¡Hola Martina!, necesitamos tu ayuda.

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Madison Beer - Martina

2019: →Cuéntenme cómo les fue al ver Avengers:End Game.

30/05/19
10/09/22