Madhouse | Jerrie.

Capítulo 13.

Unas luces comenzaron a chocar con mis ojos. ¿Qué mierda paso? Utilizo mis manos para levantarme de la fría carretera. Al mirar al frente están las luces de una ambulancia brillando. Comienzo a caminar observando mi alrededor. Dos ambulancias descansan en la carretera que esta infestada de paramédicos. A mi derecha está un auto destrozado, unos paramédicos intentan sacar un cuerpo. ¿Qué esta pasando? Al acercarme para tener una mejor vista del cuerpo me congelo, soy yo. ¿Estoy muriendo? Mi cara tiene sangre por todas partes, mi brazo derecho esta rojo y con moretones. ¿Estoy muerta? No, no puede ser. Aquí estoy, estoy viva. Presiono mi mano izquierda en mi pecho intentando encontrar el latido de mi corazón, pero no encuentro nada. Esta vacío.

- ¡Hey! -intente llamar su atención- ¡Aquí estoy! ¡Estoy viva!

No funciona. Ellos no pueden escucharme. Un sollozo escapa de mi boca, al subir mi mano para limpiarme la cara, no siento las lágrimas pero mi mano esta mojada. Todo término. No pude cumplir mi meta de ser feliz con la persona que amo. Subí mi cabeza para observar el cielo, una niebla gobernada gran parte de el. Llego mi fin, no puedo hacer nada. ¿Dónde esta Jade? Comienzo a buscarla con la mirada. Por favor, yo puedo morir pero que ella siga viva.

- ¡Jade! -grité intentando llamarla- Mierda.

Me detengo al verla allí, en una camilla con un conducto de oxígeno. Corro y me arrodillo a su lado. Un paramédico examina sus heridas de una pierna mientras otro intenta encontrar el latido de su corazón. Al poner mis dos manos en sus mejillas no siento nada, no siento su calor.

- Mi princesa -susurro en un sollozo- Por favor, resiste. Eres fuerte, eres más fuerte de lo que te imaginas.

Me acercó a su frente para depositar un delicado beso. No puedo sentir su suave piel. Apoyó mi frente en la de ella. Lo único que puedo hacer es llorar. Unos paramédicos pasan a mi lado con un cuerpo en una bolsa negra. Tengo miedo de observar adentro. Me levantó y hecho un vistazo. Soy yo. Un mechón de mi cabello dorado cae por una esquina de la bolsa. Mi piel está más pálida de lo normal y mis labios perdieron color. Cierro los ojos, no puedo ver eso. Al girar mi cabeza para mirar a Jade unos paramédicos ya están levantando su camilla.

- Esta viva -dice uno- Pero, al parecer esta en un estado de coma.

Mi Jade está en coma. Al menos no esta muerta, estaré a su lado cuando despierte. Aunque ella no pueda verme. Suben mi cuerpo y el de Jade en la misma ambulancia. Al parecer en la otra están subiendo el cuerpo del conductor del autobús destrozado. Sin perder tiempo me subo en la ambulancia en la que están nuestros cuerpos. Me pongo en una esquina para que nadie sepa que estoy ahí. Mis lágrimas no dejan de caer y los sollozos sólo se vuelven cada vez más fuertes.

Estoy dolida. Acabo de morir, ¿cómo mierda se supone que deba reaccionar a eso? Estoy molesta. Esto fue mi culpa. Si no hubiera manejado a alta velocidad nada de esta mierda hubiera pasado. Yo estaría viva, Jade estaría a mi lado sonriendo y no en un estado de coma. Soy la culpable de mi propia muerte. Baje la cabeza mientras tensaba la mandíbula. Nunca pensé que morir dolería tanto psicológicamente. Una sacudida me despertó de mis pensamientos, la ambulancia se había detenido. Primero bajaron la camilla con el cuerpo de Jade, después siguió mi cuerpo.

- ¿Seguro que murió? -pregunto un paramédico apuntando con la mirada a mi cuerpo inmóvil.

- Te diré algo -hablo el otro- La tendremos en observación por dos horas. Si no muestra ninguna señal de vida, daremos oficial el fallecimiento.

¿Dos horas? ¿Cómo mierda voy a revivir en dos horas? Ni siquiera se como hacerlo. Los deje hablando y salí corriendo para alcanzar la camilla de Jade. Escuche que una enfermera decía que la suban al área de operación. La pierna de Jade se veía muy mal. No podía ver su operación, pero quería estar con ella.