Rabia.

4.6K 266 1
                                    

Cuando entré a la cafetería me inundaron las fosas nasales un agradable olor a café, subí a la segunda planta que es donde me dijo Kyan por mensaje que estaba, a estas horas no había mucha gente a si sería más fácil hablar.

-Hola- dije dándole dos besos.

-Buenas- dijo ofreciéndome mi taza de café.

-Gracias- le dije tomándola.

-Bueno ahora dime a que viene esta quedada tan inesperada- dijo haciéndose atrás en el sillón, yo hice lo mismo y cambié mi gesto simpático por uno más frio.

-Venía a hablarte de Inma- dije, entonces él también cambió su gesto por otro más serio.

-¿Te lo ha contado verdad?- yo asentí lentamente con la cabeza, me miro más serio aún de lo que me estaba mirando y prosiguió- como se lo cuentes a alguien sufrirás las consecuencias por muy amiga que seas que te quede claro- dijo señalándome con el dedo, yo estallé en carcajadas y él me miró con una ceja alzada.

-Cariño, yo no voy a decir nada, pero ahora dime, ¿Qué es lo que haces aquí?- él me volvió a mirar extrañado, se estaba debatiendo entre decirme o no, al final se encogió de hombros y empezó a hablar.

-Mi familia tiene unos negocios que no entenderías- yo lo mire con una ceja alzada y el prosiguió- al principio me mandaron para hacer unos encargos de mi padre pero me gusto vivir aquí así que me quede, y ahora mismo estoy intentando proteger a unos amigos- dijo finalmente, yo solté el aire que hasta ahora no me había dado cuenta de que estaba reteniendo y lo miré sonriente.

-Me alegro- dije simplemente.

-¿Cómo?- dijo sin entender nada.

-Soy una de esos 'amigos' que tienes que proteger, soy Ana Dómine- dije tendiéndole la mano, él me miró atónito por unos minutos hasta que reacciono y me devolvió el saludo.

-Qué fuerte- dijo sin más.

-¿Porque?- pregunte riéndome.

-Por qué se te veía una chica tan inofensiva- lo mire con una ceja alzada- bueno, dentro de lo que cabe- dijo finalmente y reímos los dos.

-Pues ya ves que las apariencias engañan, cuando Inma me dijo que te vio un arma, pensé que serias uno de los Collins- le dije ya poniéndome seria.

-No, pero me han dicho que va a vuestro instituto- dijo bebiendo de su taza.

-Sí, es cierto, Alejandro y yo tenemos pensado investigar a todos los chicos de mi curso cuando entremos de las vacaciones- dije bebiéndome el último trago de café.

-Yo haré todo lo que pueda por vosotros, nuestras familias se sienten culpables de que los Collins vayan a por vosotros.

-A por cierto, ¿a qué familia perteneces? No conozco tu apellido y tengo curiosidad- dije haciéndome hacia delante en el asiento.

-Solo hay dos familias ya que los Collins fueron desterrados por así decirlo, de nuestra mafia, yo soy de los Davis y supongo que a los Hamilton ya los conocerás- dijo haciéndome recordar a Sean y Derek.

-Sí, tuve el placer de conocerlos cuando llegué a Francia- dije riéndome.

Seguimos hablando sobre cosas de mafias, de muchas otras cosas, hablamos del porque no le pedía a Inma que estuvieran juntos, según él para protegerla de todo ese mundo, yo estaba de acuerdo, no voy a poner en peligro a ninguna de mis mejores amigas y tampoco a Pablo.

Lo invité a casa para que comiera con nosotros y aceptó.

Cuando vio mi coche no se lo podía creer y lo deje conducirlo, le di las indicaciones hasta la casa y al fin llegamos.

Dispárame. (NPSA2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora