Miedo me da.

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''Abrí levemente un ojo y después el otro, estaba en una habitación diferente, esta habitación era rosa, con las cortinas blancas, el balcón que había en la habitación estaba abierto por lo que las cortinas se movían tanto, entraba una brisa fresca que me despertaba cada vez más, me volví en la cama, era verdad lo que estaba viendo, era él, era Álvaro.

-Buenos días princesa- dijo con la voz soñolienta.

-Buenos días- dije estirándome para darle un beso.

-¿Sabes una cosa?- dijo dándome un beso en la nariz.

-¿Qué?- dije cerrando los ojos bajo su tacto.

-Que te quiero- dijo dándome un leve beso en los labios.

-Y yo- dije volviendo a cerrar los ojos.

Cuando los volví a abrir estaba con mi amiga en una discoteca, estaba aburrida, le dije a mi amiga que iba al baño, de camino al baño divise a Álvaro a lo lejos, ¿Qué hace Álvaro aquí si él estaba castigado?, me dirijo a él con paso decidido, pero me detengo al ver que coge a otra chica, eso me deja parada en mi sitio, buscando alguna explicación con la mirada pero él aún sigue dándome la espalda, él la coge más fuerte y le da un brutal beso en los labios, eso me hace abrir los ojos llenos de lágrimas, voy a dar la vuelta para irme pero hay algo que me detiene entonces me doy la vuelta y corro hacia él, al verme la chica se separa de él de golpe dejándome ver a una Alejandra con sonrisa de suficiencia, cojo del brazo a Álvaro y al girarlo me doy cuenta de que no es él, es Alejandro, siento como un dolor en el pecho que me deja sin respiración, necesito aire, oigo los latidos de mi propio corazón y entonces es cuando noto como que se me va rompiendo trocito a trocito''.

Desperté de golpe, cogí varias veces aire hasta que ya estaba más tranquila, me lleve las manos a la cara y me di cuenta de que la tenía mojada, había estado llorando, llorando en sueños, gire la cabeza hacia la ventana y me di cuenta de que todavía era de noche.

-¿Qué pasa?- pregunto Alejandro a mi lado incorporándose.

-Una pesadilla- le dije a la vez que me enredaba entre sus brazos. También sabía que había sido por una pesadilla por que a alguien que me diga ''Buenos días princesa'' le hubiera partido la boca, creedme.

-¿Sobre qué?- me pregunto frunciendo el ceño.

Me quede pensando por unos segundos, a él no le había contado sobre la existencia de mi ex y lo que me paso con él, se lo tenía que contar, era mi novio.

-Sobre...- empecé a contarle, desde que lo conocí hasta el último día que lo vi.

-Qué hijo de puta- dijo apretando los puños y tensando la mandíbula- que desgraciado, pues no sabe lo que se ha perdido ese hijo de puta- se volvió a sentar en la cama y me abrazó- yo nunca te hare eso nena- dijo besándome la frente.

-Tampoco te dejaría- dije sonriendo- ya no soy la chica que era antes, él me volvió débil, en todos los sentidos, me volvió débil con todo el mundo, tú al contrario haces que cada día sea más fuerte, solo consigues que sea débil contigo- dije levantando la cabeza de su pecho para mirarlo a los ojos.

-Tu eres todo lo que siempre he buscado, nunca te dejaría escapar nena, ahora vamos a dormir- dijo acariciándome el pelo.

Nos volvimos a acostar, él paso sus brazos por mi cintura y beso mi mejilla.

-Te quiero nena.

-Yo también te quiero Alex- dije cerrando los ojos para volver a dormirme.

Desperté por unos toquecitos en mi cara, abrí los ojos poco a poco y vi que era Alejandro quien estaba dejando un camino de besos en mi cara.

Dispárame. (NPSA2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora