Mirando por la ventanilla del avión me puse a pensar en todo lo que había pasado en este fin de semana pasado, había desfilado, había estado con toda mi familia y menos mal que estos son mis pensamientos porque si no estaría vomitando ahora mismo. Me estoy volviendo una blanda con esto de la relación pero no solo yo, Alejandro también, solamente espero que eso no afecte a nuestro trabajo.
-¿Entonces te gusto tu regalo?- me pregunto Alejandro desde el otro lado de la mesa del avión, en el otro extremo había una mesa como en la que estábamos Alex y yo donde estaban Noah, Luciano y Kyan hablando y un sofá alargado, donde estaban Bea e Inma acariciándole la barriga a Arabelle, aunque esa barriga todavía no existía.
-Sí, me encanto, muchas gracias por todo- dije levantándome de mi asiento para darle un corto beso en los labios.
-Es lo que te merecías nena- dijo mostrándome esa sonrisa que arrebataba suspiros.
Aunque os parezca increíble cuando se tiene todo ya no puedes pedir nada más, pero aun así me dieron algo que me hizo muy feliz, una casa, una casa llena de recuerdos.
*Flashback*
Habíamos terminado de cenar, algunos estaban bailando, otros haciendo tonterías y otros hablando, ya os podéis imaginar donde estaba yo ¿no?, exacto, estaba haciendo el tonto con mi primo Alexandre y mis primos pequeños.
-Ana- grito mi padre desde la puerta del gran salón.
-Dime papá- dije cuando llegue a su altura.
-Ven, quiero enseñarte algo- dijo pasando el brazo por encima de mis hombros.
-De acuerdo- dije asintiendo con el ceño fruncido.
Seguí a mi padre hasta fuera de la casa, nos subimos en su coche, un Jaguar Xf, y lo puso en marcha, íbamos al contrario de la ciudad por lo tanto no era una sorpresa en la Torre Eiffel, enchufe la radio y empezó a sonar Shake it off de Taylor Swift, mi padre empezó a cantar, o más bien gritar mientras bailaba y hacía gestos raros, mientras yo lo seguía, esto me recordó a cuando yo era pequeña e íbamos los dos solos en el coche, con cada canción teníamos un baile, a veces echaba de menos ser pequeña, seguimos haciendo el tonto hasta que paramos en una gran verja, mi padre toco el botón de un mando y esta se abrió, vi una pequeña mansión blanca, mi padre aparco delante de la puerta y sin que me dijera nada me baje.
Los dos entramos a la casa y por dentro era todavía más preciosa que por fuera, tenía muebles modernos, a la derecha estaba el salón, a la izquierda había una puerta que seguramente sería la cocina.
Me quede mirando los cuadros que colgaban de las paredes del salón, había uno en el que salía yo con mi hermano tendríamos yo cinco años y el quince, era en el centro de la ciudad y íbamos los dos con gafas de sol, era una imagen preciosa, el siguiente cuadro que le precedía era de mí con mis abuelos, tendría tres años, mi abuela me tenía tomada mientras mi abuelo me dejaba en el regazo una pistola mientras yo sonreía, la siguiente foto salíamos Isabella y yo, con diez años, las dos sonriéndoles a la cámara, llevábamos los mismos vestidos pero yo en rosa y ella en morado, la siguiente foto salíamos Alexandre, Nathalie, Alessio, Mauro y yo, salíamos todos juntos en el lago que ahí junto a mi casa, Alessio tenía en sus hombros a Nathalie y Mauro me tenía en sus hombros mientras que mi primo tiraba una pelota al aire y Nathalie y yo intentábamos darle, ese fue el verano que me fui a España, eso me puso un poco triste pero seguí mirando las imágenes y la siguiente me hizo reír, salíamos solamente mi primo y yo, yo tenía nueve años y mi primo once, mi primo estaba tirado en el suelo y yo encima de él torciéndole la pierna, ese día fue cuando vi a mi primo llorar por primera vez como una cría, seguí mirando fotos, salía con mi familia, amigos, había fotos hasta de cuando estuve en España y hasta en Italia, hay una que me llama la atención, salgo yo con un chico, tendría entre cuatro o cinco años, el chico que salía conmigo parecía mayor pero no mucho, yo salía dándole un beso en el lado mientras él escondía una flor detrás de su espalda, la foto estaba en blanco y negro por lo tanto el chico no sabía quién era.
-Papá, ¿este quién?- él se acercó hasta mí y cuando vio la imagen rio.
-Ese es Alejandro- abrí mucho los ojos, no me lo podía creer, me encantaba esa imagen así que saque mi móvil y le eche una foto.
Seguí mirando cuadros, había muchos, todos eran preciosos, hasta había de cuando yo estuve aquí por última vez, había otro que salíamos toda la familia junta, por último había una que era más grande que las demás, salíamos Alejandro y yo abrazados mientras bailábamos en su salón la noche que huimos a España, me quede un buen rato parada enfrente de ese cuadro, lo mire de arriba abajo, percatándome de cada detalle.
-E… es precioso- digo cuando miro a mi padre.
-Lo sé, lo hicimos entre todos, cada parte de esta casa tiene un trocito de nosotros, este es tu regalo princesa- dijo dándome las llaves de la casa lentamente- somos muchos en casa, otro más no cabría- dijo guiñándome el ojo, este no es mi padre, mi padre estaría apuntándole con una pistola a Alejandro desde que entramos por la puerta esta noche.
-Entonces, ¿Qué estemos juntos te parece bien?- le pregunte incrédula, él me miro directamente a los ojos.
-No- ya decía yo- pero, si te hace feliz, además, parece bueno chico- oh no, no, no, no y no.
-¿Lo habéis interrogado?- le grite incrédula, mi padre y mi padrino podían ser las personas más cabronas si se lo proponían.
-Se está haciendo tarde cielo, vamos- voy a matarlos. A todos.
*Fin del Flashback*
-Me alegra que te gustara tu regalo, pero, ese no era mi regalo, mi regalo es este- dijo ofreciéndome una caja un poco gorda y alargada, lo mire y vi cómo me miraba insistiéndome para que la abriera.
Abrí la caja lentamente, no por nada si no por martirizar a toda la gente que me estaba mirando, que eran, todos, cuando por fin le quite el envoltorio la abrí lentamente y lo que había dentro me encanto, era una Glock- 17 bañada en oro con el mango en blanco, la cogí, pesaba más de lo normal, y vi que había un grabado, decía ‘’No pienses, solo actúa’’.
-Muchas gracias- dije lanzándome a él por encima de la mesa.
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Dispárame. (NPSA2)
RomancePrimer disparo. Al estómago. Segundo disparo. A la cabeza. Tercer disparo. Al corazón. Segunda parte de No pienses, sólo actúa. Esta obra esta registrada en Safe Creative. Código: 1408211796207.