-¿Pero qué haces?- le pregunte al individuo que me acababa de quitar mi croissant de las manos.
-Desayunar ¿o es que no lo ves?- dijo dándole un bocado al croissant.
-Puedes desayunar, pero tu desayuno no el mío- dije gritándole y levantándome del taburete que estaba pegado a la isla de la cocina, puse mis brazos en jarras y fruncí el ceño- Alejandro o me das mi desayuno o te corto lo que te cuelga- le dije señalando hacia su masculinidad.
-Vale toma- dijo entregándome mi desayuno- nena, tienes que ser más cariñosa, ¿no te lo habían dicho nunca?- dijo cogiendo algo del frigo.
-Oh no, que va, para nada, yo soy muy cariñosa, cuando me sale- le dije terminándome de comer mi croissant.
-Pues conmigo no eres cariñosa- dijo frunciendo el ceño.
-He dicho cuando me sale- le dije saliendo de la cocina.
Ha pasado una semana desde lo de Inma, el instituto lo debería de haber empezado el miércoles pasado pero para mí seguridad lo empiezo mañana, normalmente me levanto a la misma vez que Alejandro ya que él duerme conmigo y siempre consigue despertarme, Noah y Arabelle como siempre no tienen nada que hacer así que se pasan el día aquí, Luciano se queda cuidando de mí mientras Alejandro está en el instituto, Bea e Inma empezaron también la semana pasada, Bea ahora está menos con Pablo por todo el tema de la mafia, ella aún no está preparada para contárselo, Inma y Kyan ahora están juntos, lo único que les impedía estar separados se ha esfumado así que ahora están muy bien juntos, mi relación con Alejandro va mejorando, ahora le hago más caso que antes, eso es un gran paso ¿no? Bueno y aparte de eso, a nuestra relación ya se le puede poner nombre, somos NOVIOS, pensé que nunca lo diría, ni que me iba a volver a echar novio pero de la forma en la que me lo pidió merecía una respuesta positiva, aunque al principio me dieron ganas de matarlo.
*Flashback*
Era sábado por la mañana, estaba tirada en el sofá viendo lo que ponían en la televisión.
-Nena, ¿me acompañas?- dijo Alejandro apareciendo en mi campo de visión.
-¿Dónde?- le pregunte sentándome en el sofá con el ceño fruncido.
-Llevo tiempo queriéndome hacer un tatuaje, pero entre unas cosas y otras, ¿me acompañas?- dijo dándome la mano para levantarme, ya no me dolía tanto la herida pero según el individuo que tenía delante, más vale prevenir que curar.
-Vale, pero antes tengo que cambiarme- le dije dándole un beso.
Subí arriba a mi habitación, abrí las puertas del vestidor y escogí algo simple, una camiseta de los Beatles que se la quite a mi hermano, unos pantalones vaqueros y unas vans negras. Baje al salón de nuevo para irnos pero Alejandro estaba hablando por teléfono así que me espere en el marco de la puerta apoyada, al notar mi presencia se giró y al verme sonrió, colgó y con pasos pausados se dirigió hacia mí, cuando lo único que sentía era su aliento mentolado dar contra mis labios me lance a besarlo como si fuera lo único que necesitara para vivir.
-¿Vamos?- me pregunto cuando cortamos el beso.
-Sí, vamos- me cogió la mano y nos dirigimos a su coche.
Al llegar a la tienda donde se iba a hacer el tatuaje, me miro con una mirada extraña y luego sonrió.
Al entrar un hombre de unos cuarenta y pocos años se dirigió a Alejandro muy afable, por lo que escuche, él le había hecho sus anteriores tatuajes y se conocían desde hace mucho tiempo, el hombre por lo que yo tenía entendido se llamaba Marcos.
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Dispárame. (NPSA2)
RomancePrimer disparo. Al estómago. Segundo disparo. A la cabeza. Tercer disparo. Al corazón. Segunda parte de No pienses, sólo actúa. Esta obra esta registrada en Safe Creative. Código: 1408211796207.