Robo.

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Ana P.O.V.

-¿Vamos a entrenar hoy?- me pregunto Bea un poco tímida, desde el día en el que descubrimos a Alexis no hemos hablado mucho, ni si quiera quiso venir a verlo ayer.

-No, no creo, de momento estas bien preparada, pero no del todo, tienes que ser más fría y eso no lo tendrás entrenándote- le dije antes de meterme una cucharada de cereales a la boca.

-Vale- dijo solamente y subió a su habitación, me molestaba que no entendiera que las cosas ya no son como antes y que ahora no somos dos chicas normales, que van al instituto y salen de fiesta sin un arma metida en los pantalones.

Cuando terminé de desayunar lave los platos y me fui hacia mi habitación, tenía ganas de salir, pero de salir un rato sola, estaba saturada y necesitaba estar sola. Me acerque a la habitación de Bea y toque, a los segundos de oír un ‘’pasa’’ por su parte, entre, estaba sentada en la cama con las piernas cruzadas, estaba leyendo algo, mire lo que estaba leyendo y me reí, El Padrino.

-Nunca te pongas del lado de nadie que vaya contra tu familia- le dije sentándome a su lado, era una cita del libro que estaba leyendo, ella me miro y sonrió- ¿Sabes que hay gente que esconde cosas como un USB en libros como este para que la mafia no se lo quitemos?, esa noche no me pude reír más- le dije cogiendo el libro y mirándolo, ella rio y negó con la cabeza- Esta tarde tenemos una misión- le dije y ella dejo de reír- pero no llevaremos armas- y se relajó visiblemente pero enseguida frunció el ceño- robaremos en una galería de arte, un óleo, el óleo será presentado mañana en el museo de las bellas artes de aquí y después de presentarlo se lo llevaran del país así que ya nos podemos dar prisa.

-Muy bien ¿y cómo lo hacemos?- pregunto ya más interesada.

-Entraremos esta tarde, me hare pasar por la dueña de una gran Galería en Estados Unidos para ver si el cuadro está a la altura de mi gran galería, tú serás mi asesora, serás la que hable con ella, te pido que por favor no te pongas nerviosa, ni estropees el plan, este cuadro cuesta mucho, el cuadro verdadero lo cambiaremos por uno falso- ella solo asentía y fruncía el ceño. Tocaron la puerta y enseguida fui a abrir.

-Hola Alex- le dije apartándome de la puerta para pasar.

-Hola Ana- dijo sonriente, que raro.

-Estamos arriba, vamos- le dije pasando por delante de él, sé que se me quedo mirando el culo, lo sé porque cuando me gire para mirarlo él estaba muy concentrado en mi culo.

Me reí por lo bajo y empecé a subir las escaleras corriendo para que así mis shorts quedaras más por encima de mi culo, lo único que escuche por su parte fue un gruñido. Entramos los dos a la habitación y Bea seguía con su libro, Alejandro cuando lo vio también rio.

-¿Enserio?- me pregunto cuando se puso a mi lado señalando el libro.

-Y tan en serio- le dije y los dos reímos.

-¿Vosotros no se caían mal?- dijo Bea levantando la cabeza de su libro. Yo mire a Alejandro y por un momento me acorde de lo que me dijo el día de la fiesta, me mordí el interior de la mejilla y sin ninguna pizca de sentimiento en mi cara me volví a sentar en la cama.

-Bueno, ¿Qué tienes para nosotras?- le pregunte para cambiar de tema.

Él levanto la mano en forma de espera y salió por la puerta.

-Tomad, aquí tenéis- dijo entrando de nuevo con una gran bolsa y entregándonos unas tarjetas, eran nuestras nuevas identidades para el trabajo de esta tarde. Mire mi tarjeta y en ella estaba mi foto, mi nombre falso y lo que sería el logo del museo al que asistiríamos- el cuadro está dentro de una sala, la sala está protegida por una puerta blindada y con contraseña, la contraseña se cambia todos los días por lo que tendréis que entrar con alguien, cuando entréis veréis el cuadro colgado de la pared, la pared tiene unos sensores que a la mínima que mováis el cuadro saltaran las alarmas, eso ya te lo dejo a ti- dijo refiriéndose a mí, yo asentí con una sonrisa en la cara- la sala no tiene cámaras, por lo tanto no tendréis problemas al dar el cambiazo ha y tomad aquí tenéis la pintura falsa, que os vaya bien- dijo rápidamente y salió por la puerta, mire a Bea y ella según parecía todavía estaba asimilando el plan.

Dispárame. (NPSA2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora