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Pov Daemon
Veo por la ventana como los cachorros de Alienor corren alrededor de la casa. Conozco a Alienor desde que es una bebé y nunca había querido a nadie como ella, es una mujer fuerte pero a la vez débil, mucha gente no ve detrás de esa máscara que tiene puesta, ellos solo juzgan sin saber el porqué de sus acciones.
Decido bajar las escaleras de la gran mansión, yo también vivo aquí por ser el beta, debo estar disponible para mi Alfa en caso de que lo necesite.
- Parece que hoy abrá otra junta importante- escucho que dice alguien.
-Si, es impresionante lo que puede hacer nuestra Alfa.
Eso llama mi atención y me quedo donde estoy, escucho atentamente lo que dicen las que parecen ser chicas nuevas de limpieza.
-Si, ¿pero la haz visto?, Da miedo, su cara siempre está sería, nunca sonrie, ni cuándo está con sus hijos, además ¿le haz visto las cicatrices?- esto último lo dice en voz baja- son horribles dicen que tiene más de 200.
-¿!200!?- dice la otra- no te creo
- Eso he escuchado, también escuché que su mate la abandonó hace mucho justo por eso, por no demostrar sus emociones y siempre tener la misma expresión, además de no complacerlo en la cama -susurra lo último y la otra chica se sorprende
No pude seguir escuchando y comencé a caminar hacia donde salían las voces. Venían de debajo de las escaleras.
-Señoritas si tienen tiempo de estar hablando de la vida de otros entonces les sobra el tiempo y necesitan más labores- dije ahora viéndolas, ambas no pasaban de los 30 años, incluso podría apostar que eran novatas en todo lo que era la manada.
-Lo sentimos señor, ahora mismo haremos nuestras tareas- dijo la más bajita, la que parece estaba escuchando esas horribles falacias.
Se retiraron del lugar y se dirigieron a la sala.
Comencé a caminar al despacho de Alienor pero al dar la vuelta en el pasillo pude verla recargada en la pared, sumida en la penumbra.
-Fascinante ¿No lo crees?- alzó su rostro y me vio directo a los ojos, sus ojos no mostraban ninguna emoción como siempre- al parecer me dejaron por no demostrar mis emociones, eso no lo sabía.
- Alienor...
No pude decir nada porque alzó la mano en señal de silencio.
- Tu puedes decirme si soy asi ¿No lo crees Daemon?, Dime con sinceridad ¿Soy lo que dicen?- con cada pregunta se acercaba más a mí, quedando a centímetros de mi rostro.
-No Alienor, en la cama complaces por completo y eso me consta- no miento, ella es muy buena en la cama.
Hace tiempo que Alienor y yo no encontrábamos a nuestros mates y llegamos a un acuerdo, nos usaríamos mutuamente para poder satisfacer nuestras necesidades hasta que uno de los dos encontrara a su mate, obviamente todo esto era sin involucrar sentimientos o asuntos de la manada, luego cuando ella cumplió 206 años encontró a su mate pero sucedió aquella tragedia... y no volvió a ser la misma.
