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Pov Alienor
La tierra bajo mis patas vibra, puedo sentir como un par de ciervos se acercaban directo a mi trampa.
Me repliego aún más entre los arbustos y estoy a punto de saltar sobre mi presa cuando escucho balazos.
Humanos
No me muevo ni un centímetro pues puedo olerlos muy cerca.
Los veo pasar frente a mi con sus armas de fuego.
Un olor dulce me llega a mi nariz.
-"Mate"- dijo ansiosa Eva poniéndome igual a mi.
-Asi debes casar- dice un hombre alto con larga barba- no debes temblar como una nenita ¿Me escuchas?
No podía ver claramente a quien se dirija pero estaba completamente segura que era a mi mate.
-Pero padre... yo no deseo matar a ninguna criatura-murmuró
Y aún así su voz era tan varonil.
-Incluso tu hermana pequeña es más capaz de ser una cazadora que tu- hubo una pausa donde incluso yo me puse incomoda- Volveré a casa y no quiero que regreses hasta que hayas matado algo ¿Entendido?
El no respondió pero supongo que respondió positivamente pues el señor comenzó a alejarse.
Lo escucho merodear por el lugar sin éxito de conseguir nada.
Poco a poco y sin hacer ruido me transformo en humana.
Me levanto y comienzo a observarlo, el se empieza a mover así que comencé a seguirlo.
-"Mate"- gruño Eva.
Descuidadamente pise unas ramas que lo alertaron.
Él volteo con su arma apuntandome, decido levantar las manos para que observe que no soy una amenaza.
Se queda mirándome por unos segundos para luego bajar su arma y darse la vuelta.
-Lo lamento señorita, no quise ser descortés-al ver que no contestaba continuo hablando- ¿Podría preguntarle porque se encuentra aquí en medio del bosque?
Continúe sin contestar, solo lo observe moverse nervioso.
-¿Podría vestirse porfavor?- esto lo dijo más en un susurro.
-No tengo ropa conmigo- contesté
Su espalda se tensó.
Era alto, de piel bronceada, con algo de bello en el rostro y de ojos negros.
Era mi primer amor.
El se quitó el chaleco de cuero que traía junto con la camisa delgada lo que me permitió ver su abdomen, no tenía un abdomen marcado como los hombres de mi manada pero tampoco era gordo, tenía bello en el pecho, no mucho pero tenía y un rastro que se ocultaba debajo de sus pantalones
