Capitulo XXXIV

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Narrador Omniciente

-Apurate-grita Alienor en dirección de Cassandra quien no paraba de murmurar en lenguas antiguas, tan antiguas como el mar.

La gran bestia se había liberado de la jaula de fuego en la que la demonio lo había encerrado.

Ella solo había provocado más la furia de la bestia pues sus ojos parecían inyectado por la furia.

-Ek sal die kragte van die bose oproep Uit die dieptes van land en see Breek wat nie gebreek kan word nie (Antiguas fuerzas del mal provenientes de la tierra y el mal, quiebren lo que no puede ser quebrado)-dice en dirección del monstruo haciendo que una enredadera se aferrara a la bestia y está quedará inmóvil, pronto una gran esfera de agua comenzó a rodearlo como si se formara un huevo a su alrededor.

La bestia gruñó y de su boca salió otra bola de fuego.

Alienor no logró moverse tan rápido y esa bola rozó lo suficiente su brazo para quemarla.

-Maldicion-gruñó evitando que el hechizo se finalizará.

La bestia estaba libre y tomó a la demonio con gran mano.

-Sueltame engendro-gritó para cortar su mano con el viento, cayó estrepitosamente en el suelo clavándose la espada que le había dado Maximiliano en su pierna-carajo-susurró pues era plata pura.

Aprovechó que el monstruo estaba regenerandose para formar una barrera a su alrededor y sacar la espada de un tirón.

La bestia se recuperó rápido y comenzó a golpear la barrera deseando quebrarla.

-Hel van swart fluweel (infierno de terciopelo negro)-murmura rodeandolo con rocas y fuego haciendo que la bestia quedara atada al suelo mientras se quemaba lentamente

-Listo-grita Cassandra sonriente, sus manos se encontraban negras y su mirada igual-Invoco el hechizo que no tiene nombre, para liberar a este hombre de las espinas arraigadas en su corazón y la obscuridad que nubla la razón-dice levantándose haciendo que la obscuridad haga una cupula sobre el campo de batalla- invoco a los demonios de la oscuridad que deben mi alma tomar a cambio de otra liberar- grita haciendo que una luz potente los rodeará.

Él cuerpo de la bestia parecía secarse como las plantas dejando ver el cuerpo de un humano.

Ella se acercó a él dibujando sellos extraños sobre su piel que finalizaban en su pecho sobre su corazón.

Finalmente la cúpula se rompió creando miles de copos de nieve a su alrededor.

-Ya está-susurró Cassandra cayendo al suelo inconciente

La demonio se acercó a ella,después de asegurarse que ambos estaban vivos se puso a la menor sobre su hombro miéntras que tomaba la mano de Asher y lo arrastraba en dirección de la manada Goldenmoon.

No tardó mucho en llegar a pesar de cojear ligeramente.

Una vez fuera de la frontera la apuntaron con arcos envenenados.

-¿Quienes eres?-cuestionó uno de los soldados pues la penumbra de la noche no le permitían visualizar por completo el rostro de la recién llegada.

La demonio sonrió y de inmediato el muro de piedra cayó dándole el paso.

Todos la miraron asombrados pues nadie había podido pasar los muros desde su construcción hacia siglos atrás.

-Notifiquen a Samuel Goldenmoon que estoy aquí-su voz sonó fuerte y clara, fue entonces que los guardias vieron a Alienor.

Su rostro llevaba una sonrisa de lado y había dejado caer en el suelo dos cuerpos.

Pero eso no fue lo que los sorprendió, sinó la maldad que irradiaba por cada poro de su piel.

La alpha (#1 Saga Colmillos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora