Capitulo XXIII

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Pov Alienor

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Pov Alienor

Camino fuera de la muralla y siento como los guardias se encuentran a unos pasos de distancia.

-Las historias no hacen justicia a tu belleza, realmente irradias pasión pura- dice el encapuchado

-¿Qué es lo que deseas?

Voy directo al punto.

-En verdad eres impaciente, cariño-murmura- bien, quiero que te rindas, entregues a tu manada y te vayas tan lejos como te sea posible.

Lo miro directo a los ojos.

-Justo ahora acabas de decir la estupidez más grande del mundo, JAMAS entregaré a los míos y,  aunque muera, mi manada estará protegida.

"No tengo un buen presentimiento de esto"- dice Eva.

El unicamente me mira luego alza su mano y me muestra el botón.

-Haz lo que te digo o mucha gente morirá esta noche.

Mi manada es lo más valioso después de mis hijos, se me designó ser la Alfa porque nuestra madre luna sabía que yo sería capaz de protegerlos.

-JAMAS entregaré a los míos- le digo mientras frunzo los labios.

-Quise hacerlo por las buenas- su dedo se dirijio al botón y lo apretó.

Esa parecía ser la señal para que sus tropas comenzaran a moverse.

Hombres y mujeres que parecían estar en un trance comenzaron a convertirse en bestias, monstruos de la obscuridad con grandes fauces y ojos blancos.

"Hechicería"-gruño Eva.

De inmediato me lancé sobre el encapuchado pero cuando toqué su capa pude ver que únicamente salían insectos de ella.

Las bestias se acercaban cada vez más.

-¡ARQUEROS LISTOS!- grite todos ellos ya tenían las flechas preparadas con fuego en la punta.

-¡APUNTEN!-los veo acercarse, alzo mi mano y la dejo caer-¡FUEGO!

Las flechas impactaron contra muchos de ellos pero no se inmutaron.

Las bestias comenzaban a avanzar cada vez más rápido hasta estar a 5 metros de mi.

Mis guerreros habían comenzado a salir y estaban preparados solo esperaban mi señal.

Comencé a caminar hasta impactar a uno con mis puños.

Fue entonces que todo se desató.

Sangre corrió por mis manos, a cada bestia que tocaba la asesinaba sin importarme nada, mis guerreros ya se encontraban en su forma lobuna.

Las bestias parecían no acabar.

Sus ojos estaban vacíos, si alguna vez fueron personas ya no existían.

La alpha (#1 Saga Colmillos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora