Adam
Quería con todas mis fuerzas no preguntarle a David por la hermosa chica de cabello rojo, pero no podía, sería demasiado sospechoso, ¿Es su novia? ¿Por qué nunca me dijo que tenía una? Según yo estaba enamorado de su ex, pero y si la enfermera no es su novia entonces ¿Qué hacía él en este departamento? Tantas preguntas y tan pocas posibilidades de saber la respuesta. Al llamarlo para confirmar como cada viernes el desayuno con la familia supe de inmediato que algo andaba mal, en primer lugar, sonaba como alguien que sufría de resaca, ahora veo porque, a juzgar por uno de los cuadros que están tirados efectivamente David terminó aquí de alguna forma.
Miré el reloj en mi muñeca indicando que ya tenía varios minutos de retraso, dejar a mis campeones en casa de sus abuelos era lo mejor que podía hacer cuando recibí la petición de David para venir a este lugar por él, observando el departamento con detalle observé que es más pequeño que mi propio departamento y no creía eso posible, no hay adornos en ningún lugar solo lo básico para subsistir así que o David se mudó o encontró a una chica que recién se ha mudado, efectivamente varias cajas aun empacadas la delatan, recuerdo la primera vez que la vi y lo mucho que me gustó su voz, aun ahora solo quiero por alguna extraña razón escucharla hablar.
— Perdón la espera, solo hay que darle unos minutos para que podamos ir juntos ¿No te molesta o sí? —David lucía de verdad mal, sus ojos aun tenían un ligero color rojo y estaba más pálido de lo normal.
— No hay problema solo recuerda que no debo dejar a los chicos por demasiado tiempo con sus abuelos o algo grave puede pasar.
Soltó una sonora carcajada mientras terminaba de abotonar su camisa y colocar sus zapatos, observé las mantas en el sofá y para ser honesto se me hizo extraño, quería preguntar, de verdad me comían las ganas de preguntar.
— ¿Ella es la chica de la que me hablaste? —pregunté sin poder evitarlo.
— ¡Oh Dios! ¡Claro que no! No existe forma remota de que eso sea cierto...—expresó totalmente desanimado. Ahora aquí ocurría algo más, como papá había aprendido a ser más observador de lo normal y es que cuando se tiene a tres pequeños niños brillantes hay que saber detectar sus travesuras o mentiras "blancas" que sueltan por aquí y por allá.
— No voy a cuestionar nada, pero sabes que si necesitas hablar aquí estoy para ello.
Antes de que me pudiera contestar vimos a la pelirroja salir de la habitación vestida con un vestido blanco floreado, lucía absolutamente hermosa con la trenza en que había recogido su cabello, no iba muy llamativa ni con gran ropa de gala, incluso sus pequeños zapatos de piso la hacían ver tan tierna, no podía recordar a una mujer como ella, era una mezcla entre belleza y ternura que le otorgaban sus ojos.
— ¡Ya que estamos todos juntos!—comenzó a hablar mi amigo obligándome a retirar la mirada de ella— Cassy, él es Adam Miller, mi mejor amigo—la sonrisa que me dedicó fue ligera pero igualmente me quedé cautivado— Y Adam, ella es Cassy o Cassandra Clark , mi pequeña hermanita menor— Y eso lo jodió todo, Cassandra es su hermana, me avergoncé de no haberlo notado antes, ambos son pelirrojos y el parecido existe, sin embargo en su momento no fui capaz de procesarlo.
— Creo que ya tuvimos el gusto de conocernos—David giró a ver la expresión tímida de su hermana, el rubor cubrió sus mejillas cuando vio que los dos le estábamos prestando atención— Al menos de nombre, tuve la oportunidad de hablar con él sobre sus... hijos—vi como mi amigo soltó el aire de tensión que tenía atrapado, de verdad esto no podría ir peor, es su hermana y nuevamente la regla de no joder con las hermanas menores se está aplicando en estos momentos.
— ¿Eras tú? Recuerdo que Adam me contó del incidente con los terribles tres pero como nunca me dijo el nombre de la enfermera, no pude interpretar que fuiste tú—me volteó a ver y solo me encogí de hombros.
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Todo lo que nunca quise
RomanceLos Miller #3 Adam Miller es el mejor papá del mundo según sus adorables trillizos Jace, Jake y Jared. No hay nada que este súper papá no haga por el bienestar de sus pequeños. Pero ¿Que pasa cuándo el amor está frente a él y no se da cuenta? Esta...