Todo lo que nunca quise

Capítulo 19

Cassandra

— ¿Cómo conociste a tu ex novio? —la pregunta de Adam me hace detener la cuchara llena de nieve que quería comer, esta escena es un poco extraña ya que ninguno de los dos supo a donde ir así que compramos un paquete de cucharas desechables y un bote de nieve para compartir, después nos quedamos sentados en el césped de un parque, solamente hablamos mientras comemos nieve de chocolate. Los temas hasta ahorita habían sido postres favoritos, películas, o colores que no nos gustan.

— ¿Por qué quieres saber eso?

— No lo sé, quizás una parte primitiva de mí quiere saber que soy superior a él en algo—me reí por su honestidad.

— Eres superior a él en muchas cosas Adam—respondí sin pensarlo mucho.

— Estuviste mucho tiempo con él ¿Cómo puedes saberlo? A mi me conoces hace pocos meses.

— Por los detalles—mi voz adquirió un tono nervioso, estoy abriendo un poco mi corazón para que pueda ver a lo que me refiero— Tu haces esas pequeñas cosas que resultan tan natural y quizás no les des importancia, pero yo las noto; cosas como abrirme una puerta, tomar mi mano cuando crees que estoy riesgo, eso sucedió la primera vez que David se alteró en mi departamento me pusiste atrás de ti para protegerme y secretamente me gustó, me dices "cariño" pero aun así suenas tan sofisticado y respetuoso, fue lo que me encantó y creo que lo más importante es que me escuchas aunque estés enojado, con lo del restaurante era obvio que estabas molesto, pero te detuviste me escuchaste y jamás me alzaste la voz, no gritaste y te dolió verme llorar. Son muchas cosas que ante mis ojos te hacen incomparable.

En algún momento él también dejó de comer la nieve, solo me puso entre sus piernas para que pudiera recargar mi espalda en su pecho.

La noche estaba pasando de forma tan lenta y desee que el mundo se detuviera por unos minutos para poder disfrutar más este momento, tenerlo tan cerca oficialmente es de mis cosas favoritas en el mundo.

— Nunca me había sentido de esta forma. Mis chicos han sido el centro de todo, pero cuando te tengo cerca siento que puedo controlar el mundo, no hay algo que me ayude a describir lo hermosa que eres...—acercó sus labios a mi oído para susurrar las palabras— Por dentro y por fuera, una vez les dije a mis hermanos que mis chicos habían encontrado un ángel, tal vez no me equivoqué.

Estoy segura de que tengo una sonrisa idiota en mi cara, pero no me importa y me giro poniéndome de rodillas para quedar frente a él, acaricio su rostro con ambas manos y sintiéndome por primera vez atrevida acaricio sus labios con mi mano derecha de una forma lenta y pensativa, quiero besarlo, quiero besarlo, quiero besarlo, pongo un alto a mis pensamientos, pero ver como Adam solo cierra los ojos y disfruta de mi tacto lo hace más complicado. Alejo mi mano de una forma lenta sintiendo el arrepentimiento en mi ser, sin embargo, la sensación dura muy poco porque Adam sujeta mi mano y la acerca a su pecho, ambos bajamos la mirada para ver como la coloca sobre su corazón.

— Es tuyo Cassandra, quizás es pronto para decirlo, pero mi corazón a partir de hoy es tuyo, haz lo que quieras con él. Solo te pido que nunca desconfíes de esto que te estoy dando ahora, porque este terco y enamorado corazón te va a proteger siempre. Tú y mis campeones lo son todo para mí.

Este hombre no es de muchas palabras, pero cuando habla sin dudar es para matar, las lágrimas comienzan a correr por mis mejillas y por primera vez no las oculto, sus manos me toman de la cintura y coloca su frente junto a la mía, quiero hablar y decirle que... decirle algo, decirle que de verdad quiero que esto funcione, quiero esto con él, quiero poder decirle que estoy perdida e irrevocablemente enamorada de él, pero las palabras no salen de mi boca.