Todo lo que nunca quise

Capítulo final 30

Cassandra

Cuando era niña solía soñar con muchas cosas, en su mayoría eran sueños de mi hermano y yo viviendo en una pequeña casa decente, una en donde la comida nunca nos faltara o donde el frío no obligara a mi hermano a sufrirlo por mí, al crecer los Clark nos mostraron un mundo diferente y por un período de tiempo fuimos decentemente felices, aun ahí tenía sueños solo que esta vez eran del tipo yo apoyando a mi hermano para que terminara la universidad, nos imaginaba viajando a los dos por todo el mundo, conseguir un trabajo digno también era parte de todo eso, de cualquier forma estoy segura de que el matrimonio jamás formó parte de algunos de esos sueños, en ninguna de las dos partes de mi vida me imaginé o visualicé con el vestido de novia que tenía puesto.

Aun parada frente al espejo de la elegante habitación todo me parece tan irreal, no consideré la idea del matrimonio hasta que me topé con mis chicos Miller favoritos y verme en este momento... con el vestido blanco corte sirena me parecía una traición a ellos. Las lágrimas se resbalaron por mis mejillas en el momento exacto en que John entró a la habitación, me limpio cualquier rastro de imperfección antes de girarme a verlo, si hay algo que no le mostraría en este momento es debilidad, soy más fuerte de lo que él cree.

— ¡Pero si te ves preciosa! Verdaderamente hice una buena elección contigo—se burló tirándose a la cama con dosel— Claro que podrías ser más alta, pero bueno. Nadie es perfecto—me mordí la lengua para no responder su crítica estúpida.

— Ya estoy aquí, te toca cumplir tu parte del trato—mi voz era firme, pero estaba segura de que si se acercaba lo suficiente podría escuchar mi corazón latir con fuerza. Estaba asustada, no por mí, siempre han sido mis niños, mis increíbles tres se veían tan tristes cuando los dejé con sus tíos y estoy segura se sintieron peor cuando no volví por ellos al día siguiente.

— No sé si estás en posición de pedir algo—murmuró con un tono bajo.

— ¡Hice lo que me pediste! ¡Renuncié a Adam por ti! —comencé a caminar hacia él de forma amenazadora, el simple hecho de que insinúe que no cumplirá su parte me pone de nervios— ¡Me aseguré de dejarlo tan destrozado como era posible para que no me siguiera! ¡Ahora retira a esos matones tuyos que tienes vigilando a mis niños!

Quería que Adam haya entendido lo que quise decirle con la tontería del anillo de John y sus amenazas, quería que supiera que no hice todo esto por voluntad propia, no podía ser honesta con él porque John me tenía vigilada, me esperaba afuera ansiosamente para que confirmara que había hecho lo que me pidió, una de sus condiciones fue que Adam no me volviera a tocar y por más que anhelaba sus brazos tuve que mantenerme lejos.

— ¡Tu no me vas a hablar de esta forma! ¡Eso fue únicamente por tu bienestar! —se para repentinamente y me toma en sus brazos sosteniendo mi rostro con su asquerosa mano, me estaba lastimando y él se jactaba de eso.

— ¡Y tú no me vas a tocar así de nuevo! —me giro para alejarlo de mí y empujarle hacia atrás, cualquiera pensaría que se enojaría conmigo, en lugar de ello se comenzó a reír con sonoras carcajadas.

— Todavía eres una joya preciada, Cassandra. Veo que la lucha en ti no ha muerto, con un viejo como lo era el idiota ese pensé que te habías vuelto aburrida—dijo entre risas logrando sentarse a la orilla de la cama como si estuviéramos en una conversación casual.

— Retira a esos hombres de mis niños o vas a descubrir la clase de "joya" que soy. No diré el sí hasta que me asegures que ellos no están siendo vigilados —rodó sus ojos como si le fastidiara mi petición.

— Está bien, está bien—sacó su celular y en un instante dio la orden— Retírense de ahí, el trabajo está hecho—con eso puso el altavoz.

— Entendido señor. Nos vamos—después de esa profunda voz colgó la llamada.