Fénix es la quinta parte de la saga Melodías; sin embargo, se puede leer como una historia independiente.
El orden correcto para leer la saga sin terminar con spoilers es:
1. La Melodía de Aura I: Preludio
2. La Melodía de Aura II: Obsidiana
3. La M...
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Go ahead and cry little girl
Nobody does it like you do
I know how much it matters to you
I know that you got daddy issues
And if you were my little girl
I'd do whatever I could do
I'd run away and hide with you
I love that you got daddy issues
And I do too
Daddy Issues — The Neighbourhood
☆★☆
Para Camila no existía nada en el mundo que una hamburguesa con papas fritas no pudiera solucionar. No importaba si tuvo problemas en el colegio o discutió con una amiga, la respuesta a todos sus problemas estaba en ese simple banquete de comida chatarra.
Mamá podía leer su rostro como si fuera un libro abierto, desde el primer minuto, al salir de clases, intuía con una exactitud casi sobrenatural cómo había sido su día; si la detectaba desanimada se encaminaban al primer establecimiento de comida grasienta que encontraran camino a casa.
Camila era una niña alegre y rebelde, una de esas personas que amas u odias. Tenía un problema con la autoridad que la hizo pasar algunas horas después de clases en la oficina del director de la primaria. Por lo general, sus compañeros la apreciaban por liderar cuánta estupidez se les ocurriera, pero siempre existió algún enemigo que terminaba por sabotear sus planes revolucionarios.
Una vez crearon una banda de rock improvisada, que en realidad hacía covers de canciones de los Backstreet Boys, y rompieron una ventana al arrojar la escoba que fungía como guitarra eléctrica. En otra ocasión, alguien tuvo la maravillosa idea de agregarle más color a las paredes y crearon una obra de arte que, según ellos, habría hecho sentir orgulloso a Picasso.
Camila era alegría pura. Es decir, creo que lo fui.
Me cuesta aceptar que esos recuerdos me pertenecen.
No ha parado de llover en una semana; contemplar el grisáceo paisaje, que puedo ver desde la que fuera mi habitación en casa de Mike, es uno de mis pasatiempos favoritos. No es que tenga muchas cosas por hacer recluida en estas cuatro paredes, pero tampoco me quejo. Estoy segura, lejos de todos, como debe ser.
Mis días transcurren tocando la guitarra, que le regalara a Nidia, leyendo y mirando el jardín desde mi ventana. Nidia me obliga a bajar a comer y ver televisión con ella, pero no tengo idea de qué hemos visto esta semana.
