« Él es el Diablo pero cuando sonríe luce igual a un Angel »
[ Libro 1 & 2 ]
Prohibida su copia o/y adaptación.
Advertencia: Esta historia contiene alto contenido sexual y lenguaje inapropiado, también escenas con un gran conteni...
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Una parte de nuestra historia.
Amelia.
Ya habia caido la noche. Justin y yo nos encontrábamos en su casa, acostados en su cama y los dos nos quedamos en silencio, uno un poco tenso. No quería decir nada, no quiero ser yo la que comience esta conversión, ya bastante lo he echo y estoy cansada de ser yo, ahora debe ser él.
Alzo mi mirada y lo veo, lo veo justo ahí sentado, con su mirada perdida en algún punto y con su expresión de concentración. No sabía que me lo habia quedado mirándolo como una tonta hasta que él levantó su mirada y sus ojos se encontaron con los mios.
Oh.
Al ver sus penetrantes ojos mieles sentí que todo mi cuerpo se estremeció y sentí la debilidad, me sentí tan hipnotizada que estuve apunto de hablar, pero los recuerdos de esta noche volvieron a mi cabeza como un flash y me quede callada, mirándolo a los ojos y esperando.
Jason se encuentra sentado al otro lado de la cama, alejado de mí. Me miraba con tanta seriedad, pero yo lograba ver el cansancio y dolor en sus ojos, aunque tratará con tanta fuerza reprimirlo, yo lo lograba ver.
Hasta que él habló, al priencipio se disculpó, solo estuvo discúlpandose con palabras tontas, hasta que se enojo cuando no lo perdone fácilmente, como todas las veces que lo habia echo antes, pero la cosa era asi; él se dicupaba por la mierda que hiciera, él me miraría de esa manera y yo caería como la estúpida enamorada que soy y así iba a seguir siendo el circulo.
Pero yo, como lo dije en un principio, ya estoy cansada de esta mierda.
Entonces empezamos a discutir, sacamos a relucir su pasado con esa maldita bruja. Jason, obviamente, no se quedo atras y menos callado, y saco lo mio también.
Nosotros discutimos un largo rato, hasta que de un momento a otro el dijo, más bien grito, lo que estaba mantenidolo despierto por las noches y eso me dejo callada.
Él dijo que temia perderme y que estaba asutado. Juro que quise pensar que era otro de esos jugos que usan los hombres para ponernos blandas y lograr follar con nosotras, por que era así la casa chicas, superenlo.
Pero al ver sus ojos y al escuchar su voz llena de desesperación, supe que decía la verdad
Y asi acabamos acostados en su habitación, hablando sobre nuestros problemas y lo que nos molesta del otro estos días, tratamos de resolverlos y luego de un momento a otro nos quedamos dormidos.
Tiempo después, me despierto por la música muy alta y ruidos que provienen de la casa. Esperen un momento, ¿la casa? ¡Está casa! ¡No puede ser posible!
Y cuando nos damos cuenta de eso nos levantamos asustados. ¿Que estaba pansando?
—Pero... ¿Qué mierda? —solté, mirando a Jason con mi ceño fruncido —. ¡Dijiste...! —me interrumpió.
