»Nico DiAngelo un Omega que afirma no querer o necesitar un Alpha, al mudarse de país y entrar en una nueva escuela, por obras del destino, entra en celo al oler a Will Solace, el que será su Alpha destinado.
Este tendrá que aprender a como tratar...
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Después de que las clases empezaron, la nueva pareja no podía estar concentrada del todo, en especial el italiano, el cual miraba preocupado la puerta cada vez que alguien pasaba.
—Mi amor, calma.—Will tomo la mano de su pareja, dejando un beso en la palma del preocupado Omega.
—Es que...— Nico trataba de concentrarse en lo que decía el profesor de química, pero simplemente no podía entender el inglés.
—Ya se que estas preocupado, pero tu aroma me esta poniendo nervioso a mi también.— Will trato de sonreírle lo más calmado que pudiera, pero el estaba igual o más nervioso que Nico.
—¿T-tú no estas preocupado?
—Nico, obvio que estoy preocupado por esto, pero no deberías actuar tan inquieto.
—Perdón... no lo puedo evitar...— Nico se recargo en el hombro de Will y cerró los ojos por un momento, el rubio aprovechó y liberó un poco de sus feromonas para calmar al azabache.—¿no es cansado liberar feromonas a cada rato?
—Si son para ti, no... aunque nunca se me hizo complicado.
Nico acercó más su silla a la de Will para colocar su mano en la pierna de su novio. Will capto el mensaje y aceptó la mano de Nico, este pareció muy feliz por esta acción.
—Nicolás, Wilbur les habla el director.— parecía ser que el profesor de química les había dejado hablar durante su clase, a lo mejor estaba enterado del incidente. La pareja se levantó de sus asientos y bajaron, las miradas de todos sobre ellos, cuando pasaron al lado del profesor, este los escoltó a la puerta.
Era un Alpha de unos cuarenta años, con el pelo castaño salpicado de canas, bastante atractivo. El profesor Alphonse tocó sus hombros.
—Cuídense chicos.— después de esas palabras de aliento, vieron a Percy en la puerta.
—¿Nos vamos?
Will tomó la mano de Nico y asintió.
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El camino a la oficina del director fue realmente corto, lo cual para Nico fue una tragedia. Podía sentir su corazón latir cada vez más rápido conforme se iban acercando a la oficina. Cuando estuvieron frente a esa puerta de madera Nico dio un paso hacia atrás.