»Nico DiAngelo un Omega que afirma no querer o necesitar un Alpha, al mudarse de país y entrar en una nueva escuela, por obras del destino, entra en celo al oler a Will Solace, el que será su Alpha destinado.
Este tendrá que aprender a como tratar...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Habían pasado alrededor de dos semanas desde que habían estado juntos, en los cuales, no lo habían vuelto a hacer, en parte, porque, muy en el fondo Will tenía miedo de lastimar otra vez a Nico. Lo que no se contó de la primera vez fue que, dos días después, el dolor de trasero del Omega no se iba, era constante.
Y hubo una noche en la cual el dolor estaba superando a Nico, y con desespero, llamo a Will a mitad de la noche, después del tercer tono, respondió.
—¿B-bueno? — la voz adormilada del Alpha sonaba realmente sexy, pero era casi media noche y cierto dolor punzante en el trasero del azabache era más importante.
—Will... ¿puedes venir por mí?
—¿Pasó algo? — del otro lado podía escuchar como su novio se levantaba apresurado.
—Me duele mucho allá abajo... y...
—Voy para allá, no te preocupes, bebé. — colgó la llamada, y Nico se termino de vestir, bajo las escaleras como pudo y salió al porche, donde esperaba a su novio mirando y acariciando la marca en su mano, la cual estaba desapareciendo poco a poco.
Sorpresivamente, no le tomo mucho al Alpha llegar al encuentro, bajo precipitadamente de su moto, tropezando con si mismo llegando cerca de su novio, cuando este vio con la torpeza que se acercó, rio un poco.
—¿¡Estas bien?! ¡Vamos ya al hospital!
—Okey...— Nico trato de levantarse con delicadeza para evitar que el dolor apareciera nuevamente. Cosa que fallo y que su novio noto, por la mueca adolorida en la cara del italiano.
—¿Será por...?
—No nos precipitemos a sacar conclusiones, Will, que un doctor lo diga. — el Alpha le ofreció su brazo a su novio para que se le facilitará el caminar, cosa que agradeció. Subir a la moto, si fue todo un reto, estar sentado en una silla del comedor dolía, pero una moto... dioses míos, vaya que dolía.
Tardaron alrededor de quince minutos en poder subir al vehículo del Alpha y cuando lo lograron, Nico sentía que moría, sentía el sabor agrio de la lagrimas en su garganta que amenazaban por salir.
—Bueno, voy a manejar rápido, ¿okey? — Nico sabía que no podía hablar o si no solo salida un alarido inentendible y solo asintió.
El trayecto fue rápido y lleno de viento que ayudaba a que el aroma de dolor de Nico se esfumase.
Las calles estabas casi solas, lo cual lo hizo mas rápido, lo que ambos agradecieron, llegaron al hospital más cercano y apenas estaciono la motocicleta, Will se baja, sacándole el casco a Nico.