Capítulo 1: Conociendo a Eliza

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Recibí una llamada de una chica con dulce voz y personalidad muy amable, quién aprovechando las vacaciones que le quedaban del colegio en Enero, quería una revisión o reinstalación del sistema operativo para su equipo que se encontraba muy lento, siendo desesperante en ocasiones para ella el usarlo en sus estudios, además de proponerme que a futuro, podría revisar los demás equipos de su casa, por tanto me entusiasmé ya que podría obtener trabajos con esa misma cliente más adelante.

Al buscar la dirección en internet encontré que vivía en un barrio cercano al mío, así que podría irme a pie, y concertamos una cita para el día siguiente.

Al caminar y ser tan cerca tuve un problema, no pude medir bien el tiempo y terminé llegando antes a mí destino, para ser preciso, 20 minutos antes, sin embargo al no tener donde esperar, ya que el comercio más cercano estaba a una cuadra y media, quise tocar el timbre y probar suerte. Era una casa blanca, pequeña, y de dos pisos, pero nadie salió, decidí llamar a Eliza, quién por poco no contesta, y diciéndome que estaba por entrar a la ducha, pero me dejaría entrar para no dejarme esperando en la calle.

Salió una bella chica, de cabello negro, un rostro tierno, a simple vista podría tener 16 años, apenas vestida con una bata rosada, que permitía ver sus piernas bien dotadas, de tez trigueña, no era delgada, sino ligeramente gordita, pero muy atractiva físicamente.

Algo apenada me hizo entrar de afán diciendo:
- Hola Santiago, mucho gusto en conocerte, y disculpa las fachas pero pensé que tenía más tiempo de arreglarme
- No al contrario, discúlpame a mí, vivo algo cerca y no medí bien mi tiempo, por eso terminé llegando antes
- Jaja, tranquilo no tienes que defenderme, es mi culpa, no me levanté temprano de la cama y se me pasó el tiempo en segundos...
- Tranquila, a todos nos da pereza en ocasiones y las cobijas no nos dejan levantarnos
(Ambos reímos al unisono)
- Pero bueno Santiago, si me permites sígueme y te llevo a mi cuarto para que revises mi laptop, mientras yo me baño y ya en un momento regreso contigo

Me condujo al segundo piso, era un cuarto de buen tamaño con su closet, un espejo enorme, televisión en su cuarto, un tocador con algunos productos de maquillaje, no muchos la verdad, y una cama a medio tender.

- Si gustas siéntate en la cama, y ya te alcanzo el computador - Dijo ella en un tono muy amable, mientras tomaba el adaptador y la laptop del tocador, para dármelos.

Estiré un poco más las cobijas para dejar la cama lo más plana posible, y me senté en el borde, cerca de la almohada noté una arruga, por más que estiré no se quitaba la arruga, así que pensé que era alguna cobija doblada y abultada, llevé mi mano bajo la cobija buscando a la culpable de dicha arruga, sentí que tomé un pedazo de trapo que había, y lo saqué de la cama para poder dejar sin arrugas ésa área de la cama, pero me llevé una sorpresa, ya que no se trataba de un trapo, si no de un cachetero fucsia de encaje, el cual al sostenerlo en mis manos, Eliza lanzó una expresión de sorpresa y mucha pena.

- Perdóname, se me olvidó que lo había dejado allí, sostén la laptop y  yo te recibo éste

Ni musité una palabra para no hacer más incómoda la situación, sólo intenté parecer lo más serio posible y recibir el equipo como si nada hubiera pasado.

- Voy a bañarme ahora sí, y vuelvo contigo, y tranquilo que no me demoro mucho, sólo voy a bañarme el cuerpo, pero no el cabello
- Sigue tranquila, "como en tu casa" jeje, yo empezaré a revisar mientras tanto

Mi primera impresión es que el equipo estaba bastante lento y al abrir los navegadores de internet, se abrían constantemente muchas páginas web de anuncios, decidí revisar los programas instalados, descubriendo muchos programas basura, que justo estaban causando parte de la lentitud y la apertura de tanto spam, por lo tanto los desinstalé, luego procedí a realizar mantenimiento preventivo y correctivo, al finalizar reinicié el equipo, comprobando que todo había mejorando considerablemente, mientras instalaba un último programa para ordenar los archivos internos de la laptop, quise comprobar el historial del navegador para ver si encontraba algún indicio de la instalación de programas basura, pero nada me preparó para lo que encontré...

Eliza era visitante asidua a páginas de pornografía, pude ver que los términos más buscados eran colegialas, un poco de lesbianas y "chupando conchas", no sé si curiosidad o si era posible que tuviera inclinaciones bisexuales, sin embargo, cerré y continúe con el proceso en su computador, esperando a que saliera ella del baño, a la vez que pensaba, cómo iba a abordar el tema de todo lo encontrado, no podía ignorarlo porque ella regresaría a sus costumbres, el equipo nuevamente se pondría lento y pensaría que mi trabajo fue en vano, por lo tanto no podría revisar los otros equipos y perdería una potencial cliente; pero tener que tratar temas de pornografía, con una clienta, aparentemente muy joven, y sin saber qué tanto inmiscuirme, era realmente un reto para mí.

La Rosa del Jardín de ElizaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora