Capítulo 20: Final

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Me sentí completamente abrumado, bloqueado, asediado, a la vez que inmovilizado y extasiado de sentir el calor del interior de Liz en mis dedos, de rozar con mi palma sus bellos vellos.

Impedido para razonar y tomar una decisión, sencillamente quedó mi mente en blanco. Podría ser muy feliz al lado de Eliza, pero sé que mi felicidad no sería igual de grandiosa como sí lo sería con Jessica, con el amor de mi vida, mi primer verdadero y único amor. No puedo traicionar a mi corazón, no sé cómo lo hacen las personas que son infieles, pero es una característica que yo no poseo, y por lo mismo no quiero abandonar la idea de estar junto a mi adorada Jessica.

"Jessica,

Quisiera hacerte la mujer más feliz de este mundo, sin importar cuánto tiempo deba esperar para que estés conmigo, eres única y sin igual, sabes que te podría esperar porque mis ojos nunca te han mentido, me pones nervioso, haces mi corazón palpitar con solo verte; tu sonrisa, tus ojos, y tu mirada me hacen despertar, nadie sabe todo lo que siento cuando te hago sonreír, pero créeme cuando te diga, que eres la única que me hace sentir así, si bien hay ocasiones que me haces sentir que debiera olvidarme de ti, sé perfectamente que también eres la única que podría hacerme feliz de manera infinita.

En ocasiones al ver tus fotos se llenan de lágrimas mis ojos, de ver que no has estado a mi lado por largo tiempo, de ver que has puesto muros en nuestra relación y comunicación, pero sigues siendo la reina de mi inspiración.

Si bien me he enamorado en otra ocasión y he sufrido múltiples desilusiones, contigo todo es distinto, eres quien pinta de colores mi vida, eres grandiosa, hermosa, auténtica o sencillamente, fantástica; me encanta sentir tu suave piel, perderme en el mar de tu mirada, admirar esos ojos tan preciosos que iluminan la vida de cualquiera.

Aunque, no estás a mi lado, eres mi todo y sé que estaría dichoso de brindarte mi calor en las frías noches, sé que quisiera ser el abrazo que te brinda apoyo siempre, y sé que quisiera acompañarte en todas las tormentas, protegerte de los truenos, quisiera ver el amanecer en tus preciosos ojos. Recuerdo que te gusta molestarme, te gusta bromear conmigo, que disfrutas poniéndome nervioso, y buscando mis límites, te gusta hacerme tartamudear, sé que te gusta dormir a mi lado y hacerte sentir especial, que te fascina que te de halagos.

Me encanta verte sin maquillar, me encanta ver a la luz de la luna tu fina silueta, tus naturales curvas, escuchar tu dulce voz, y deleitarme admirando tu sexo al natural.

Si no tuviera otra opción, podría mentirme y buscar otra boca, ya que no tengo esos besos tuyos que me hacen suspirar, pero es imposible engañar a mi corazón, siento que quisieras que me enamorara de otros besos, que saliera del camino y te olvidara, pero sigo siendo un esclavo del pasado, de los recuerdos, y no puedo sacarte de mi corazón, desde que no te veo, más te pienso, más suspiro, y sé que si compartiéramos tiempo juntos, algo en ti podría crecer de nuevo.

Por mi parte, no puedo decir que al verte resurgiría algo nuevamente en mí, porque  para eso sería necesario que mis sentimientos se hubieran debilitado o desvanecido, pero eso es algo que no ha sucedido; por lo tanto te esperaré a la luz de la luna, quien es mi confidente ahora y fiel testigo de cuánto te pienso, pero sé que mentiría si dijera que me enamoraré de otra boca.

Sé que dirás que hay muchas mujeres en el mundo, pero yo puedo asegurarte que no hay otra como tú, podrán existir mejores que no conozca, o peores que haya conocido, pero te quiero, te amo y te adoro, sólo a ti, y quiero jurarte hoy algo, que pasé lo que pase entre nosotros, independiente de que yo algún día pueda, o no estar a tu lado, quiero que sepas que eres y siempre serás el amor de mi vida.

Si te parezco absurdo, idiota, pendejo, iluso, por no aceptar el que no estés a mi lado, sólo quiero decirte que, hice todo para que te quedaras, que no siento que te haya ofendido de alguna manera para que te alejaras de mí, pensé que seguir haciendo intentos y luchar por ti, te haría valorarme más, y haría que pudieras verte como yo te veo, confieso que es es cierto que existen cartas y pensamientos que nunca te compartí, pero hay veces que tu distancia y tus actos, son más de lo que soporta, lo que queda de mi lastimado corazón, y me quedo sin fuerzas, me diste luz, pero al irte me la arrebataste.

Sin embargo admito que sigues siendo la dueña de mis pensamientos, a pesar de tanto tiempo distanciados, porque al escuchar tu voz y ver tus fotos, siento una chispa de alegría clamando por querer salir de nuevo, siempre pensando en tus ojos, en tu mirada, en tu sonrisa, en tu figura, en tu cabello, en cómo eras cuando compartías tiempo conmigo, en cómo eras cuando de verdad se notaba que te importaba, en cada vez que me dijiste "llámame cuando llegues a tu casa", en tu manera de ser que me enamoró profunda y perdidamente, y sé bien que como dije antes,

Eres y siempre serás, el gran y único, amor de vida.

Santiago."

......

FIN

Lamento decir que ésta historia como tal, no tiene un final, marcada por la duda y el dilema, de un gran amor abandonado o una posible ilusión, trayendo a la mente de Santiago una pelea entre los sentimientos y la razón.

La única certeza, es que uno de los tres personajes (Jessica, Eliza ó Santiago) saldrá mal librado, ya sea por no saber valorar o por no saber tomar una decisión adecuada, pero a éstas alturas, sólo el tiempo sabrá, lo que el destino tiene preparado.

Y como podrán ver, sí los hombres también se enamoran perdidamente, también sufren por sentimientos, también lloran, suspiran y sufren dilemas amorosos, también nos enamoramos por cosas no físicas, no somos tan exigentes de querer chicas 90-60-90, y no todos las queremos depiladas; podrán no existir muchos hombres así actualmente, pero como ven, ya no hay sólo hombres que hacen sufrir a las mujeres, sino también mujeres que hacen sufrir a los hombres, lamentablemente estamos en un punto en que si te dañan, tu después devuelves ése daño a otro, sin importar si esa otra persona sea diferente, la terminas dañando, germinando en cada hombre y mujer, una semilla de dolor que se va esparciendo, quedando pocos buenos corazones que puedan sembrar amor puro y verdadero, amor que sólo nuestros abuelos conocieron.

"Sólo tendrás un "amor de tu vida", ése que amarás hasta que te duela el alma, ése con el que querrás pasar el resto de tu vida, ése que te dolerá siempre; tu sabrás si lo valoras o si quieres pasar el resto de tu vida tratando de remplazarlo, o buscando algo que se le parezca."

Continuará... (?)

La Rosa del Jardín de ElizaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora