Juntos no significa felices

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-Maldito imbécil.- murmuré con odio lanzando mi copa de vino al pequeño estanque pude divisar frente a mí, pues lo único que iluminaba mi camino era el fuerte brillo que emanaba la luna.

Deseaba tanto ir a donde él y borrarle de un golpe su estúpida sonrisa, era un completo sinvergüenza pero al final la culpa era más mía que suya al seguirle soportando sus 'deslices'.

Miré hacía atrás de mí, todos se divertían y nadie advertía mi ausencia, seguí alejándose hasta llegar a una roca cerca del estanque para tomar asiento. Era una tonta al estar lamentándome mi fallida relación con Roger en lugar de disfrutar y restregarle en su tonta cara de bebé que no me importaba.

Se suponía que está sería una gran noche pues era el final del pequeño Tour de verano de Queen, y para cerrar con broche de oro habían decidió festejarlo a lo grande, y por ello yo había decidido dejar una fiesta familiar para acompañar a mi 'querido novio' , pero vaya sorpresa me encontré al llegar y encontrarlo pasearse abrazado de varias groupies. Ni siquiera mi presencia fue suficiente para evitar sus coqueteos con esas tipas.

Lo más triste de esto es que no era la primera vez que me dejaba en segundo plano para dárselas de Casanova, las primeras veces moría de vergüenza por las miradas de pena que me dedicaban los otros, pero eso se arreglaba con una disculpa. Pero hoy había sido diferente, pues el sabía que estar con mi familia era algo importante para mí y aún así se atrevió a invitarme para, nuevamente, abandonarme.

La impotencia me embargan por completo, llevé mis manos a mi rostro restregándolo sin importarme arruinar mi maquillaje.

-Soy una completa idiota.

-No digas eso.

Un pequeño grito de espanto salió de mí y me levanté enseguida, para mi buena o mala suerte sólo era John.

-Oh, eres tú.- dije desganada, tratando de no mostrar lo afectada que me encontraba.

John y yo no éramos exactamente los mejores amigos pero si nos conocíamos desde hacía dos años por Roger. Yo no era exactamente una persona extrovertida y él usualmente no hablaba mucho, por lo que no lo conocía lo suficiente.

-Sí, sólo yo.- respondió quedamente, para luego sentarse en el húmedo pasto sin importarle ensuciarse.

Me le quedé viendo unos segundos, pues no sabía para que estaba aquí, pero tenía ganas de sacar mis frustraciones y ser escuchada y no había nadie mejor que John para eso. Me senté a su lado esperando que estuviera dispuesto a escuchar a una resentida.

-John, yo...-

-No entiendo.- me interrumpió, con la mirada fija en las aguas del estanque. Me limité a callar.- Por qué te aferras a un amor que te daña, por qué te permites sufrir por algo que está en tus manos.

Sentí una lágrima caer, no quería llorar y demostrar que me importaba pero mi fortaleza había caído ante sus palabras.

-Deaky, eso hace el amor.- le respondí usando su apodo, me sorprendí al notar que al igual que yo el se encontraba llorando, no entendía el por qué de ello pero no quería verlo así, tal vez no fuéramos grandes amigos pero el era el tipo de persona que me agradaba y verlo así me provocaba ganas de ayudarlo.

Él sólo calló, no sabía cuál era la mejor manera de reconfortarlo así que solo hice lo que hacía cuando mis primos pequeños lloraban. Me erguí un poco y lo tomé por los brazos atrapándolo en un abrazó, dejé su cabeza un poco arriba de mi pecho y comencé a acariciar su largo cabello, he de admitir que me causó un poco de envidia notar lo sedoso que era comparado al mío.

Al principio lo sentí un poco tenso pero poco a poco fue relajándose, esto no era nada incómodo, hasta sentía ganas de permanecer así el tiempo que fuera.

- El amor es extraño.- le escuché decir.- nos enamoramos de las personas sin pensar, cavando nuestro propia tumba.

Ahora entendía el motivo de sus lágrimas 

-¿Quién te rompió el corazón, John?, te aseguro que se arrepentirá de no apreciarlo.- aseguré sinceramente.

John se separó de mí al instante decepcionándome un poco esto, pues por algunos momentos había podido olvidar a cierto rubio.

Sus ojos grises brillaban a pesar de ser de noche, yo solo esperé a que pronunciará algo, el ruido de los grillos me parecía que se apagaba poco a poco alterándome de cierta forma.

-Tú.- los delgados labios de John se curvaron en una triste sonrisa, me quedé estática.

No esperó contestación y se paró de su lugar.

-No te merece, tal vez yo tampoco pero él día en que eso no funcione ten en cuenta que estaré ahí, para que seamos sólo tú y yo.

Me dijo con una seguridad  que desconocía en él, me ofreció su mano y regresamos a la fiesta.

....

Hola!, fue algo corto pero quería hacer algo que quedara abierto a la interpretación ;)

Les aviso que haré 'pedidos', es decir si quieren aparecer en una historia y si quieren que añada o tomé una trama que deseen, sin más que decir les agradezco sus lecturas :D




~Historias de John Deacon y tú~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora