~Historias de John Deacon y tú~

Anestesia

-¡John, no muerdas a Roger!.

Miraste divertida como Freddie y el rubio trataban de subir sin éxito a Deacon a la camioneta, este pataleaba o trataba de atacar a mordidas Roger para ser liberado.

-¿A dónde me llevan?, ¿Por qué tus dientes son gigantes, y tú tienes cara de bebé?.

Abriste la puerta del asiento trasero y los chicos lograron meterlo a empujones, ambos sudorosos después de tener su pequeña batalla.

-¡Pido adelante!.- exclamó Mercury corriendo al asiento del copiloto.

Lo miraste incrédula, para luego ver a John sentado atrás tratando de abrir la puerta inútilmente, pues no encontraba la palanca.

-Lo siento,______. Al menos tendrás tiempo con él.- dijo Rog subiendo, y encendiendo el auto.

Murmuraste un insulto sonrojada y subiste, John te observó inquisitivamente hasta que pareció reconocerte.

-_____, ¿a dónde me llevan?.- cuestionó acercándose demasiado, pudiste notar a la perfección el color verde grisáceo de sus ojos.

-Estamos aquí, por que te tuvieron que extraer una muela.- respondiste nerviosa, girando tu rostro.

Habían tenido que viajar dos horas para llevar a John con un buen dentista, pues había tenido ultimamente un intenso dolor que no lo dejaba hacer su vida diaria, y al retirarle el diente estorboso tuvieron que aplicar anestesia que ahora lo tenía confundido y desorientado.

- Mierda, si que está de viaje.-Rió Rog.

-¿Por qué hablas así?, no es lenguaje para una dama tan linda.- regañó John.

Los ojos de Roger parecieron querer salirse de sus órbitas del enfado.

-¡Para tú información ser muy guapo no es delito!, además con esta cara de muñeca no sabes a cuantas me he coji...-

-¡Meddows!.- lo interrumpió Freddie harto.- Deaky está delicado y tú quieres comenzar una pelea, madura.

El rubio frunció en ceño ofendido y se dedicó a sólo conducir, murmurando 'no es mi culpa ser irresistible, ya quisiera ese probarme'.

Miraste por la ventana notando que solo faltaba media hora para llegar a Londres, tu mano estaba acalambrada al estar sosteniendo un vaso debajo de la boca de John, pues babeaba un poco al ser incapáz de cerrarla.

-_____, ¿me quieres?.

-Claro que sí Deaky.- respondiste como si nada.

Esto no pareció satisfacer a John, quien frunciendo el ceño tomó tu rostro con sus manos, haciéndote gritar de la impresión.

Freddie se giró hacia ustedes, pero sin hacer algo al respecto, curioso de lo que pasaba.

-Me quieres al modo de 'somos amigos' o en el sentido de 'quiero besarte y casarme contigo, y todas esas cosas'.- sonrió tontamente.

-Supongo que sí.- fuíste cortada por el besando tu mejilla sonriendo tontamente.

-¡Genial!, debemos pensar como nombraremos a nuestros hijos, quiero muchos, pero podemos tener solo nueve si quieres, espero que se parezcan a tí y...-

La larga plática durante el camino de John relatándote en que posiciones harían niños, los lugares donde viajarian en vacaciones, las flores que plantarían en el jardín y como te ayudaría a subir las escaleras cuando ambos fueran ancianos, entre otras, no hicieron más que causar ternura en tí.

-Por dios Fred, ya cállalo.- murmuró Roger a su compañero, un poco harto.

Freddie sonrió.

-Déjalo ser, además esto es interesante, el efecto de la anestesia pasó hace diez minutos.

Ambos se dieron una fugaz mirada cómplice, Roger negó divertido y siguió el recorrido.