~Historias de John Deacon y tú~

You make me live

-¡John!, escúchame por favor.

Tratabas de alcanzarlo, él caminaba a grandes pasos muy por delante ignorándote. Las frías calles se  encontraban desérticas por la hora, sólo faltaban unas cuantas cuadras para llegar a casa.

Paraste y quitaste tus tacones para seguirle el ritmo, no te importó lastimarte los pies. Te apresuraste y le bloqueaste el paso, queriendo captar su atención.

Gracias a la tenue iluminación de los faroles te percatarse de las estremecedoras lágrimas que no paraba de salir en sus tristes ojos, su labio inferior temblaba por el llanto que trataba de contener. Evitaste mirarlo a los ojos, te sentías como un monstruo.

-Olvídalo, ______. Simplemente olvídalo y déjame.

Te hizo a un lado con cuidado y siguió, estaba realmente destrozado, nunca hubiera esperado algo así de tu parte. 

Sólo quería llegar a casa a desahogar el intenso dolor que lo carcomía, y todo gracias a la que se suponía era el amor de su vida.

Te maldecías una y otra vez, toda su historia juntos había colapsado cuando en la fiesta un ebrio Roger desveló aquello que te inquietaba día a día, eso que deseabas nunca haber hecho.

<<-Lo siento, Deaky. Me acosté con tu novia.>>

Taylor no soportaba guardar aquello, y una vez fuera de sí confesó.

La expresión de desilución de John junto a su negacion aún estaban grabadas en tu mente, lo amabas tanto que habías prometido nunca hacerle daño y estar juntos toda la vida, pero no pudiste cumplirlo y todo por una noche de sexo casual en la que te entregaste producto de las copas y el enojo.

Llegaron a la pequeña casa que compartían hace meses, él abrió con rápidez y se adentró en la penumbra escaleras arriba. Lo seguiste insistente, no querías perderlo, con él habías descubierto el amor en su máximo esplendor, en cómo una simple y tímida sonrisa de su parte podía transformar tu día, cómo un abrazo alejaba la soledad y un beso se convertía en gloria.

Tantos dulces y amargos momentos vividos acompañados, el descubrimiento de sentimientos y el inicio de una bonita historia juntos se hundía al abismo por tu culpa.

Apenas entraste a la habitación viste con horror su plan, metía sus prendas en una pequeña maleta, mientras sollozaba sin poder retenerlo más.

-Johnny...- nombraste angustiada.

Elevó su roja mirada a tí, la decepción estaba impresa en su rostro, trató de pronunciar palabra pero en su lugar un leve lamento salió.

No soportaste más y fuiste a él, con el propósito de abrazarlo y consolarlo como solía hacer cuando tenías un mal momento, pero con todo el dolor te esquivó.

Cerró la maleta y caminó silencioso al closet, buscando algo entre cajas de zapatos.

Te abrazaste a tí misma temblando, maldiciéndote por hacerle tanto daño, por tirarlo todo a la basura, por hacerle eso tan puro ser.

Terminó su búsqueda y se quedó de espaldas, podías apreciar a la perfección la cascada de miel que simulaba su largo cabello. Se giró, notaste una hoja doblada en sus mano izquierda y algo que cubría con la otra.

Se acercó un poco más tranquilo y extendió el papel. No dudaste ni un segundo para aceptarlo y abrirlo.

-Leélo.- pidió con la voz desgarrada.

Confundida lo desdoblaste, parecía un borrador por los tachones y rayaduras sobre palabras junto a flechas que señalaban correcciones, parecía estar escrito en versos.

-Tú me haces vivir, cualquier cosa que este mundo pueda darme, eres tú todo lo que veo.- paraste ahogando un sollozo, era una canción, John bajó la mirada.- Tú me haces vivir ahora querida, tu me haces vivir eres la mejor amiga que he tenido...

No lo soportaste más, y te llevaste las manos a la cabeza llorando desesperadamente sin soltar la hoja.

-He estado junto a tí tanto tiempo.- continuó John tratando de permanecer sereno.- Eres mi luz, y quiero que sepas que mis sentimientos son verdaderos, en verdad te amo.

No lo soportó y dejó en la cama lo que sostenía, te dió una última mirada y salió con su equipaje. No tuviste las fuerzas para detenerlo, caíste de rodillas destruida y gateaste a la cama.

-N-No, perdóname cariño.- Murmuraste quedamente sin parar de llorar dejando salir tu pena y desconsuelo. Abrazando contra tu pecho el papel.

Un anillo de compromiso reposaba sobre las sábanas, ya no había más que hacer...

/\●/\●/\●/\●/\●/\●/\●/\●/\

La verdad lloré escribiendo esto :c , es peor si lees los últimos párrafos mientras escuchas 'You are my best friend', le da un no sé qué :(

Hice algo deprimente para que no se pierda la tradición xd