C a p í t u l o 23Hace una semana Endou salió de viaje a visitar a su abuelo, Daisuke, en las vacaciones de verano. Fue un viaje de improvisto para él, pues su padres querían darle una sorpresa. Ni siquiera pudo despedirse de sus amigos hasta que llegó a la isla, donde los llamó, explicando su falta en los entrenamientos, pues estaría por un mes fuera del país.
Esa llamada fue como un balde de agua fría para Goenji.
A pesar de estar feliz con su novio y de que podría descansar del sexo, una sensación extraña le invadía de forma molesta, apretándole el pecho. Le causaba momentos depresivos en los que se sentía decaído y extrañaba el raro amor que su pareja le daba, queriéndolo cerca. Se sentía aburrido, hasta sin ánimos en ir a entrenar con los otros.
Él también tenía planes para vacaciones. Ahora que su hermana tenía una edad considerable, pensaban ir a Disneyland y pasar su estancia en uno de los resort, pero todo se fue al carajo una vez llegó al hospital de su padre más de veinte personas heridas por un incendio que se ocasionó en las afueras de la ciudad en un museo muy visitado, siendo Katsuya un médico que se concentra en todos los ámbitos, era muy requerida su presencia. Y él no podía ir solo con su hermana, siendo que no era mayor de edad.
Ahora estaba acostado tratando de dormir, pensando únicamente en su persona más amada aparte de su hermana. De verdad que quería hacer el viaje, pues lo que menos quería era recordar que Endou no volvería hasta semanas más adelante.
Abrazaba cariñosamente una de las camisas que su novio había dejado desde la ultima vez, recordando que ese día la olvido y se colocó su chaqueta del uniforme sin ella. Se cubría su boca y nariz con la tela, percibiendo y disfrutando el olor a lavanda que siempre desprendía. Era tan tranquilizador, tan adictivo, tan lindo. Le hacía imaginar su presencia, su calidez; como si estuviera ahí junto a él.
Aquellos labios besando los suyos, haciendo la unificación tan bonita que le encantaba, uniendo sus sentimientos en un solo movimiento. Aquellas manos que le recorrían el cuerpo, tocando su piel de forma brusca, gentil o desesperada. Acariciándole, pellizcándole o masajeándole. Pasando las yemas de sus dedos por todas partes que ni él llegaba a tocar tan constantemente. Como le susurraba con esa voz ronca y pasaba su lengua por su oreja. Como jugaba con sus pezones, succionándolos, mordiéndolos, apretándolos, a veces causándole dolor con un placer inigualable. Como le masturbaba con sus manos y boca, causándole miles de sensaciones en su vientre. Y como se sentía lleno al tenerlo dentro, sintiendo como golpeaba miles de veces su prostata y le daba corrientes por su espina dorsal. Teniendo la garganta seca ante los gemidos que soltaba por tal depravados movimientos desenfrenados y bruscos. Esa sensación cuando salía y entraba de su cavidad anal. Ese deseo de más, ese querer de sentirlo más profundo.
—Ah ah... Ngh —gimió en la almohada una vez termino liberado. Deteniendo todo movimiento de su mano en su intimidad y sacando los tres dedos que había introducido en su ano, jadeando con desespero, sintiendo todo su cuerpo palpitar por el placer sentido ante la imagen de su novio embistiéndole. Temblaba levemente y sus mejillas estaban rojas cual manzana.
Se removió en la cama, acostando la cabeza sobra la camisa, oliendo ese aroma tan excitante. Gimió al rozar sus dedos con su entrada.
Se sentía pegajoso y su entre pierna la sentía como chicle.
Necesitaba un baño al igual que necesitaba a su castaño.
Requería de esa presencia tan dominante para su persona, de esos brazos apenas formados alrededor suyo y de esa voz tan pacifica inundarle los oídos.
—Aah~.
Sus dedos no eran un consuelo satisfactorio.
Necesitaba de él.
⇒ 「640 palabras」
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Sheep's Clothing
Fanfiction"Una simple sonrisa puede ocultar muchas cosas." "El reflejo en los ojos puede mostrar la respuesta." "Pero la ingenuidad ante la amabilidad ciega como un veneno." ●●● Top Bottom ▪︎ Personajes de Inazuma Eleven. ▪︎ Mucho OOC. ▪︎ Temas d...