C a p í t u l o 35
No obstante, todo siguió como si ese momento no hubiera pasado.
Aún cuando la atmósfera tan densa despareció, ambos actuaban como si el otro no existía. Ambos se herían como si el contrario no sintiera nada; como si no tuvieran corazón para sentirlo romperse. Fingían sonrisas para ocultar las lágrimas, buenas palabras para evitar los tartamudeos lastimeros, mayor esfuerzo para distraer su calvario y excusas para alejarse. Los demás pronto se dieron cuenta de su extraño comportar, sabiendo lo muy amigos que solían ser y lo difícil que era separarlos.
—Endou ¿Te puedo preguntar algo? —Kazemaru, como un gran amigo, se acercó preocupado, aprovechando que ambos estaban solos.
—Si, no hay problema —contestó con su usual sonrisa y su hiperactiva personalidad.
—¿Sucede algo con Goenji? —preguntó, dudando si debió hacerlo. Endou pronto detuvo toda acción y no le volteó a ver. De alguna forma, sintió un extraño escalofrío recorrer su espalda—. Llevan años saliendo, pero ahora están algo distantes ¿Pelearon?
—No es nada —Sonriéndole, acomodó su bolso, queriendo ya irse y no volver a tener una conversación así.
—Pero ambos están muy extraños —insistió—. Se les ve muy decaídos.
—Kazemaru, no es nada. Muchas gracias por preocuparte —Caminando hacía la puerta, sonrió dulcemente.
—Endou, no te ves bien. ¿No quieres hablarlo?
—¡No! —gritó, con una voz más ronca, dejando de lado la sonrisa que tanto le hacía temblar la mandíbula.
—Endou, quiero ayudar...
—¡Pero no lo haces! Por dios, ni siquiera te debe importar mi puta vida y lo que haga con ella —Estalló, encarando al peliazul con una mirada feroz—. Lo que pasó con Goenji no te incumbe.
Dando una portazo al almacén, dejo atónito a Kazemaru, sin poder procesar correctamente lo que había visto y oído. ¿Ese era Endou? Llegó a la conclusión de que las cosas estaban peor de lo que creía.
—Estúpido, estúpido —Se repetía en el camino de vuelta a su casa, dándose leves golpes en la frente, a la vez su paso aumentaba cada que su memoria repetía sus propias palabras.
Todo lo que luchó por conseguir lo perdió en un simple instante.
No dejo de maldecirse hasta llegar a su casa.
—Endou.
Sobresaltado, miró a la persona que le veía con un brillar tan resplandeciente, tan bello. Los ojos espantados de Kazemaru se entremezclaron y pronto aquel recuerdo se desvaneció con esa sonrisa llena de cariño que le brindaba. Aquella persona siempre se veía hermosa. No lograba entender cómo es que resplandecía más cuando le miraba, a él que era un estúpido.
Como añoraba su calidez, su amor. Como añoraba y lloraba por aquel sentimiento que tanto le llenó la vida de sentido, brindándole un propósito que lo inspiró a seguir adelante para conseguir un camino en paz, en la aceptación de si mismo. Aquellas sensaciones que hacían rebotar su corazón y a su alma vibrar, sin poder controlarlo, sin poder saber cómo, con la adrenalina del desespero ante la confusión, pero amándolo por la felicidad tan rara que ocasionaba. Un sentimiento desconocido, nuevo; le emocionaba descubrirlo como un mapa del tesoro con muchos acertijos. Era su vida, su sol, su luna, sus estrellas; era su todo.
—Goenji —titubeó.
—Vine a hablar —comentó. Al ver como Endou reaccionaba, empezó a tener más nerviosismo—. Tus padres parecen no estar.
ESTÁS LEYENDO
Sheep's Clothing
Fanfiction"Una simple sonrisa puede ocultar muchas cosas." "El reflejo en los ojos puede mostrar la respuesta." "Pero la ingenuidad ante la amabilidad ciega como un veneno." ●●● Top Bottom ▪︎ Personajes de Inazuma Eleven. ▪︎ Mucho OOC. ▪︎ Temas d...