C a p í t u l o 36
Jamás creyó llegar a un vacío profundo en su corazón, sintiéndose tan solo aún teniendo más de veinte amigos que le rodean. Es irónico. En primario, siempre estaba solo; no había nadie que quisiera acercársele o siquiera hablarle, puesto que todos le temían. Se sentía tan solitario, tan depresivo y tan enojado. Ahora que tenía muchos amigos que le acompañan en esta etapa de su vida, el hecho de no estar con aquella persona, de tenerla cerca y escuchar su voz, ocasionaba un fuerte golpe en su corazón que solo le hacía no poder aguantar por más tiempo su sonrisa. Antes era por muchos, pero ahora era por una sola. Río con ironía, rascando su cabeza por el estrés.
-Pronto será el baile de fin de año ¿No está emocionado, capitán? -Escuchó preguntar a Kuritmasu, todos espectantes de su respuesta.
-Eh, sí. Será magnífico -Su mente no dejó entender la pregunta bien y tampoco le dejo recapacitar en su respuesta. Su cara desanimada se notaba a kilómetros. ¿Desde cuándo es tan difícil mantener una sonrisa?
-Endou ¿Estás bien? -La pregunta de Kazemaru le hizo sonreír más ancho, sabiendo que no estaba ocultando bien sus emociones.
-Claro ¿Por qué no lo estaría? ¡Pronto serán vacaciones y tendremos mucho tiempo para jugar fútbol! -exclamó con emoción.
Todos no dijeron nada, solo mirando preocupados hacía el castaño.
-Endou, si estás mal, debes saber que estamos aquí para escucharte -dijo Kidou, siendo apoyado por los demás.
Sin poder evitarlo, volteó por un segundo hacía aquel que antes podía llamar con orgullo "novio", notando como éste no dejaba de ver el piso, con un rostro tan decaído como el suyo. Se sintió peor y su sonrisa se borró instintivamente. Ya no podía seguir manteniendo la mentira.
-Estoy bien ¿si? No necesito ayuda -Dio un suspiro y se levantó de la silla. Definitivamente ya no podía con esto-. No les incumbe a ustedes en lo más mínimo.
El silencio sentenció su más grande temor, donde todas aquellas miradas juzgaban sorprendidos por su comportamiento. Goenji no evitó sobresaltarse ante aquel comportamiento, siendo que conocía aquel miedo que tanto atormentaba al castaño. «¿Ya no le importa?» se preguntó cuando lo vio irse del almacén, cerrando con lentitud la puerta, sin ver hacía atrás, sin decir nada.
Mamoru.
Saliendo de la institución sin importarle que aún no ha terminado el horario, esquivando al guardia de la entrada, caminó lento y decaído sin rumbo fijo, con la cabeza gacha. El sol en su máximo esplendor le quemaba la piel, mientras la brisa fresca se metía por debajo de sus ropas y le acariciaba la piel con delicadeza. Pronto, sintió humedecer sus mejillas de saladas y tristes lágrimas, ocasionando que el dolor en su pecho aumentará a la par que las gotas de hicieran más gruesas. Sentía una tormenta en su pecho; una tormenta que no paraba desde hace semanas, con fuertes truenos y totalmente oscura, inundando todo a su paso y atormentando violentamente su salud emocional. Tantos días lloviendo, acumulándose el agua, tenía que drenar en algún punto.
Subió presuroso a la torre, chocando con las paredes en su corrida y llegando a resbalarse varias veces golpeándose con los escalones.
Tú me gustas, Endou.
Cayó, golpeándose en la mejilla derecha, mientras las lágrimas pasaban tratando de sanar la herida en vano. Su mano se sovó la zona, notando como de su boca un fino hilo de sangre empezaba a brotar. No obstante, no se detuvo.
Te amo más que nada.
La lluvía incrementaba y retumbaba en el metal de la torre, causando a sus oídos querer taparlos, romperlos, quitárselos para no seguir escuchando esos constantes sonidos atormentarle.
Te ayudaré a ser feliz.
Viendo la luz de la entrada al mirador, resbaló en el último escalón, chocando contra la baranda, golpeándose en el estómago. Cayó al piso cuando sintió sus piernas flaquear, sintiendo el frío metal en sus manos y viendo como sus lágrimas caían sin ningún tipo de restricción.
Ambos seremos felices.
Un gritó resonó por cada esquina, retumbando en el viento y acompañado por el sol, llegando a muchos oídos ajenos y a nada de conseguir su verdadero objetivo. Su garganta, ardiendo dolorosamente, empezó a sollozar y soltar hipeos al no poder aguantar aquel dolor por más tiempo.
La lluvía no se detenía y las gotas cayendo le perturban la cabeza.
Yo sufrí por ti.
La lluvia interna de su ser, le estaba rompiendo. Una lluvia psicológica que le torturaba a cada instante sin dar signos de piedad.
Se dió cuenta, en ese instante, de que estaba más roto de lo que creía. Más destrozado de lo que se llegó a pensar. Se estuvo mintiendo todo este tiempo.
Una bestia rota en pedazos.
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Uno de los pocos capítulos en lo que Endou es el protagonista ❤️
☞ ¿Qué opinan?
☞ ¿Creen qué Endou siempre amó a Goenji?
☞ ¿Volverá con Goenji?
☞ ¿Goushu volverá y querrá estar con Goenji?
☞ ¿Goenji insistirá para volver a ser pareja?
☞ ¿O está relación ya está perdida?
☆ Dos de estas preguntas son un spoiler. Aviso. ☆
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Sheep's Clothing
Fanfiction"Una simple sonrisa puede ocultar muchas cosas." "El reflejo en los ojos puede mostrar la respuesta." "Pero la ingenuidad ante la amabilidad ciega como un veneno." ●●● Top Bottom ▪︎ Personajes de Inazuma Eleven. ▪︎ Mucho OOC. ▪︎ Temas d...