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Y el gran día llegó, estamos en casa de Cristina, más exacta en su dormitorio, ella se ve hermosa, ha escogido un traje de dos piezas de color marfil con flores color burdeos, se puede ver lo nerviosa que está, estamos con Teresa y Marcela, ya listas esperando que la planificadora entre y nos diga que ya es hora de salir, aún en mi cabeza creo que todo esto es una locura, ni siquiera conozco al novio!!, pero Cristina se ve feliz y me alegro por ella...

Cuando entró la planificadora Sofía, los nervios se apoderaron de Cristina, le di un abrazo y le susurré al oído que todo saldría bien, bajamos desde su cuarto y nos acercamos a los grandes ventanales que dan al jardín, al ver a todos sentados esperando por nosotras los nervios hicieron temblar mis piernas, salimos en el orden que Sofía nos dio, yo, Teresa, Marcela y la novia...al sentir todas esas miradas, debo admitir que no me sentí para nada cómoda.

No reconocí a nadie, de los nervios se veían todos iguales ante mis ojos, si yo estoy que muero de nervios no quiero pensar cómo debe estar Cristina.

La ceremonia fue corta pero hermosa, yo sostenía el ramo de Cristina y cuando se dijeron sus votos, me emocioné hasta las lágrimas, y no soy una persona cursi que llora por algo ínfimo, pero sus palabras fueron las exactas, y eso que se conocen de la nada.

Al terminar la ceremonia, nos dirigimos a una parte del jardín en donde se encontraban las mesas, busque la mía y no logre encontrarla, seguí buscando cuando escuche mi nombre.

-Emma querida, te presento a Antonio mi esposo, Antonio ella es Emma, mi mano derecha y como la hija que nunca tuve

-mucho gusto Antonio

-el gusto es mío Sta, he escuchado mucho de usted

-¿espero que cosas buenas?

-por supuesto, le presento a mi hijo Erick

-mucho gusto Erick, mi nombre es Emma

-el gusto es mío hermosa, (dijo besando el dorso de mi mano, es guapo, delgado, alto, ojos verdes, pero no mi tipo)

-deja tranquila a la dama Erick, tío ¿no me presentaras?

Y ahí el mundo dejo de girar...quería estar en cualquier parte en este momento, pero no aquí

-oh claro, él es Benjamín, mi mano derecha

-alias el idiota, mucho gusto Emma

-no!!, Emma él es ¿tu idiota?

-si Cristina y no es MI idiota, solo idiota

-Dios que pequeño es el mundo, ¿no crees Antonio?

-perdón querida  no entiendo nada, ustedes ¿se conocen?

- una larga historia tío,

-Cristina me puedes decir ¿dónde está mi mesa?

-oh querida, tú te sientas con nosotros, eres mi familia

No lo podía creer, será una noche muy larga, no me quería sentar con ellos, no lo quiero a él a mi lado, me pone los pelos de punta y siempre logra o sacarme de mis casillas o una sonrisa, no me gusta no tener el control de las cosas.

Gracias a dios, no me tocó al lado de Benjamín, la cena estuvo deliciosa y tranquila, todos se veían felices y disfrutando del momento, era el momento del brindis los más cercanos a la pareja debían hacer uno, eso significaba que ya era mi turno, estaba tranquila muy segura de mí misma, hasta que al ponerme de pie, pude ver los ojos azules de Benjamín mirándome.

Un Verdadero Amor...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora