Hwa lleva a Yoongi a un balcón con vista a la ciudad, y Yoongi recuerda esa noche en la que se encontró con Hwa por primera vez, no en su sano juicio.
Y esta vez, es él quien necesita sostenerse y no ella.
Cuando él tropieza contra la puerta al salir, su mano se envuelve alrededor de la suya en un instante, y la mira con visión borrosa. Ella le ofrece una pequeña sonrisa, inclinando su cabeza hacia la cornisa mientras ella le dice que lo siga.
Las estrellas son una luz borrosa a través de los ojos de Yoongi pero es igual de hermosa y majestuosa que cualquier otra noche. La forma en que la luz ilumina el perfil de Hwa y la forma en que su cabello cubre el lado izquierdo de su rostro, sus dedos le pican para quitarle el cabello de la cara para que pueda verla más claramente.
— ¿Esta bien? – Ella pregunta suavemente, sin mirarlo. Ella apoya sus manos contra el frío metal de la cornisa, mirando fijamente.
— Si, quiero decir, estare bien en poco.
— Eso es bueno, yo odio estar borracha.
— Yo también.
— Entonces, ¿vas a la escuela aquí? – ella dice – nunca te he visto por aquí
El asiente — UCLA
— Yo tambien, tranferida. Tal vez podriamos ir a tomar un cafe en algun momento — ella dice.
Ante esto, los ojos de Yoongi se disparan. Cada fibra en él está diciendo que no, sin embargo, él está demasiado cansado del alcohol y aún más borracho de Hwa — Si, eso suena bien