capítulo 1.

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_____(tn) POV.

El timbre de la escuela sonó indicando la hora de salida y el comienzo de las vacaciones de verano.

Todo el salón se vació en un abrir y cerrar de ojos, guardé mis cosas en mi mochila y caminé al salón de mi hermano.

A medio camino me encontré con Natasha y sus amigas, como de costumbre.

- Vaya, vaya, vaya, miren a quien tenemos aquí.- dijo Natasha echando su negro cabello para atrás.

- Deverias de regresar a tu cueva.- dijo otra teñida haciendo reír a las demás.

- ¿Qué pasa, por qué no hablas?, ¿Eres muda?- todas rieron más.

No le encuentro el chiste, pero bueno, son cosas de humanos.

Natasha se giró a sus amigas.

- Vámonos, no perdamos el tiempo con ella, no lo vale.- me miró.- Adiós rara.

Dicho esto se fueron todas, dejando ver a mi hermano detrás de ellas, observando todo.

Me miró.

- ¿Estas bien?- asentí, no quería que las personas me escucharan hablar, sólo conseguiría que se burlen más.- Bueno, vámonos.

Nos encaminamos fuera de la escuela para irnos lo más pronto posible.

Cuando llegamos a las afueras del bosque nos adentramos más pero esta vez corriendo a velocidad vampírica.

Me encantaba correr de ese modo, me gustaba la sensación que causaba el viento helado contra mi cara, hacía que me sintiera bien, segura, viva, pero esta vez fue diferente, me sentía observada, traté de no tomarle importancia y corrí mas rápido.

Pede ver de reojo que Max corría en fase lobuna.

Después de un rato por fin llegamos a la cabaña que por fuera se veía horriblemente fea, pero por dentro, gracias a mi gusto de diseñadora se veía increíble

- Aún no entiendo por qué vamos a la escuela.- me quejé ya que estabamos dentro.- Todo de lo que hablan ya lo sabemos.

- Recuerda que necesitamos actuar normal.

- ¿Normal? Max, tú y yo no somos normales.

- Ya sé, pero también es lo que papá y mamá habrían querido.

Ya no dije más, pues tenia razón, mis padres habrían querido esto, es lo menos que podemos hacer después de que nos salvaran antes de ser asesinados.

- ¿Quieres algo de comer?- preguntó Max desde la cocina, ni siquiera me di cuenta cuando se fue

- No, gracias.

Subí las escaleras y entré a mi habitacion, de nuevo tuve esa sensación de que me observaban, pero la ignoré.

(...)

Corría, corría a más no poder, pero él seguía detrás de mí.

Entré en fase lobuna y seguí corriendo. De pronto, oscuridad.

Luego estaba en una habitación. Luego en un salón, donde estaban los Vulturis, apunto de asesinar a mis padres.

De nuevo oscuridad.

Otra vez estaba en la habitación que tenía pinta de ser de un castillo, la puerta se abrió y dejó ver a un chico con traje negro y ojos carmesí, sin duda un Vulturi. Oscuridad. Fuego y gritos. Llantos de dos bebés. Dos gemelos. Dos Híbridos.

Me desperté, jadeando y sentí unos brazos alrededor de mi.

Las lágrimas no tardaron en aparecer.

Siempre tenía el mismo sueño que en realidad no era un sueño, sino el recuerdo de lo que pasó hace trece años.

Alguien me abrazó.

- ¿Estás bien?- las palabras no me salían, así que simplemente negué con la cabeza y volví a abrazar a mi hermano, sollozando.- Tranquila, ya pasó.- dijo Max limpiándome las lágrimas.- No dejes que ese sueño te siga atormentando.

- ¿Por qué soy la única que lo sigue soñando?- pregunté con un hilo de voz.

- No lo sé.- me volvió a abrazar.- No lo sé.

Oscuros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora