capítulo 19.

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______(tn) POV.

La sangre caía y se mezclaba con mis lágrimas.

Sé que es tonto hacerme este tipo de daño, pero a veces siento que es lo único que me "ayuda".

Las lágrimas que se me generaban en mis ojos no me dejaban ver con claridad.

Agarré de nuevo la navaja y la pasé otra vez, sólo que ahora en forma vertical.

(...)

Cuando volvi a abrir los ojos veía borroso. Visualice una figura frente a mi.

Carlise.

- ¿Qué me pasó?- puse una mano en mi frente, ahí me di cuenta de que tenia la muñeca vendada.

- Descansa, pequeña.- oscuridad.

Alec POV.

______(tn) estuvo inconsciente durante tres horas más.

Cuando despertó dijo que necesitaba estar sola.

Nadie se opuso ni dijo nada sobre su intento de suicidio.

A estado fuera todo el día así que salí a buscarla. Luego de un rato la encontré sentada en la rama de un árbol. Subí hasta ella sin hacer ruido y me senté a su lado.

- Hola.- saludé.

- Hola.- susurró débilmente.

- Lamento si te presione demasiado ayer.- me disculpe.

Negó con la cabeza.

- ¿Puedes mirarme?- pedi. Lo hizo. Ahí la ví a los ojos. Rojos e hinchados. Esa imagen me rompió el corazón.

- No me presionaste.- dijo con voz ronca.- Sólo que ya no creo en eso.- bajo la mirada.

- Sé que te dije que no preguntaría pero, ¿por qué ya no crees en el amor? Aunque, sinceramente no soy tampoco la mejor persona del mundo para preguntar eso.- suspiró.

- No quiero, más bien no puedo contarte.- la miré suplicando.- Está bien, la parte resumida es que hace unos meses cuando aun estaba en la escuela había un chico mayor llamado Dylan; él me mintió diciéndome que me amaba y que nunca había conocido a nadie como yo.

Su voz se quebró.

- Y en cierto modo nunca había conocido a nadie como yo, nadie es tan tonto e inepto.

Me dolió que se insultara.

- Él me siguió diciendo esas cosas hasta que consiguió lo que quería, humillarme más de lo que ya me humillan y quitarme lo más presiado que tenia, mi... mi virginidad.- eso último fue un susurro pero lo escuché.

Una enorme rabia recorrió mi cuerpo. Salté de la rama y golpeé al árbol mas cercano derrumbandolo, luego otro y luego otro.

- ¡Alec, basta!

- ¡¿Como ese imbécil fue capaz de hacerte eso?!- grité.- ¡Tú solo tienes trece años!

- ¡No lo sé! ¡Sólo calmate!- obedecí al verla llorando.

- Lo siento.

- Está bien.- suspiró, se secó las lágrimas. Luego sonrió malevolamente.- ¿Tienes auto?

- No.

¿Qué clase de cambio de tema es éste?

- ¿Quieres uno?

Oh, no.

(...)

- Odio éste tipo de ideas.

Oscuros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora