capítulo 20.

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_____(tn) POV.

No lograba ver casi nada, ya que todo estaba algo oscuro... bueno, muy oscuro. No había ni un alma cerca. Una sombra pasó delante de mí.

Me aparté.

- ¿Ho-Hola?- Fantástico. Se notaba a kilometros que estaba asustada.

- Shuu... no tengas miedo, ____(tn).- Me susurró dulcemente una voz. Una voz femenina un tanto conocida.

No inventes.

- ¿Mamá?- Fruncí el entrecejo. Su rostro y cuerpo poco a poco se fue formando frente a mí.- ¡Mamá!- Quise acercarme, pero no pude.

- Mi niña, mírate estás hermosa.- Sonrió.- Como has crecido.- Se detuvo un momento,  luego añadió: - Tú y tu hermano son lo que más quiero.

- Y yo a ti, mamá.- Contesté sin pensarlo, pues no había nada qué pensar. Jolanda estaba apunto de llorar.

- ¿Cómo está Jared?- Me preguntó con una ligera sonrisa.

- Él... ¿Sí es mi tío en serio?- Respondí con otra pregunta. Sus ojos se entristecieron.

- Sí. Lamento no poder estar con ustedes.- Se disculpó. No le dije nada, ya que si ella estuviera aquí probablemente yo no hubiera conocido a los Vulturis, y gracias a ellos me divierto más de lo que me divertiría estando en la cabaña... ¿Qué habrá sido de ella?- ¿Y que tal con ese muchachito? ¿Cómo era su nombre?- Volvió a hablar y pensó un poco.

- ¿Alec?- fruncí otra vez el ceño. A éste punto me saldrán arrugas.

- ¡Ah! Sí, Alec. ¿Cómo vas con él?

- Pues...- Me puse nerviosa. Alec no ha salido, por lo que sé, para nada del castillo más que para misiones, así que no ha conocido una mujer que sea mejor que yo, por lo que debe estar sobrellevando las cosas.

- Deberías darle una oportunidad.- Me animó.

- ¿Cómo es que te enteraste de Alec?- Pregunté.

- Soy tu madre.- Puso sus manos en su cintura.- Lo sé todo.

- ¿Entonces, sabes lo de Dylan?- No quisiera que ella lo supiera, ¡Qué vergüenza! Ni siquiera debí haberle dicho a Alec.

- Ni me recuerdes a ese imbécil.- Frunció el ceño.- ¡No sabes cuantas ganas de castrarlo tenía!- Me reí al ver su expresión, se veía curiosa con los labios fruncidos y la nariz arrugada.- También sé lo que te haces en las muñecas.- Y la risa se esfumó. No contesté.

Se escucharon unos aullidos en la lejanía no tan lejana.

- Tengo que irme.- Me avisó.

- ¿Quienes son ellos?- Pregunté. Tres Lobos con pelaje gris salieron de entre las sombras.

- Son los Antepasados.- Los miró como pidiendo un poco más de tiempo, y luego se volteó a mí.- Te quiero ___(tn), a ti y a Max. Nunca lo olvides.- No pude decir nada. Los tres Lobos y ella desaparecieron con el viento. Sentí una mano tomar la mía. Volteé y vi a Alec sonriendome débilmente.

Había olvidado que él y yo soñamos lo mismo. Miré de nuevo donde mi madre había estado segundos antes.

- Yo también te quiero.- Respondí a la nada.

(...)

Abrí los ojos de a poco a poco. Me incorporé lentamente en la cama y me senté. Escuché un par de voces abajo.

Para distraerme me metí a bañar y me cambié de ropa. Quité la venda que cubría mi muñeca dejando ver una cicatriz grande en ella.

Bajé al recibidor para salir. Al pasar nadie me dijo absolutamente nada, simplemente siguieron con lo que sea que hacian.

Oscuros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora