18.Joy

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Aqui está el especial de Nochevieja!

Leedlo con calma, es largo.


Me siento bien. Siempre me ha parecido mágico este día, alegre, familiar y épico. Inolvidables risas; recordando anécdotas del último año, besos, lágrimas y recuerdos. Muchos recuerdos. Buenos. Malos. Pero al fin y al cabo recuerdos que hacen unir a los que estamos allí.

Las luces están por todas partes y puedo decir que es una de las cosas que más me gustan de la navidad. Y no olvidemos la nieve.

Ooh, la nieve.

Ya hace tres semanas que Wyatt salió del hospital. Dice que se siente bien, todo lo bien que cabe esperar. Su padre, por Navidad, invitó a mi familia a cenar a su casa. Cosa sorprendente ¿verdad?. Mis padres se alegraron mucho del cambio de Nicholas y también de su relación. Echaban de menos al viejo Nick.

Por otra parte, Wyatt y yo, dejamos el tema de su madre de momento. Dice que no quiere gastar su tiempo con eso, quiere disfrutarlo y que ya lo retomaremos más tarde. No hay prisa. Creo que su padre no ha sido el único que ha cambiado.

Me gustó que Wyatt por fin dejase esa mascara, me gustó ser su amiga de nuevo, me gustó oír su risa de nuevo, ver su sonrisa, me gustó su mirada de tranquilidad, de libertad.

Me gustó, me gustaba,...Me gusta.

Lo he descubierto hace poco. Tenia demasiadas cosas en la cabeza, solo pensaba en que no era cierto, en que echaba de menos el sentimiento que me inundaba con mis quince años cuando él rondaba cerca. Me di cuenta de que lo echaba de menos porqué él me empezaba a gustar y eso no podía ser nada bueno. La noche de la cena podía sentir su mirada sobre mi, mi incomodidad al no saber qué hacer. No hice nada, no le dije nada. Solo hablé como si dentro de mi no hubiera renacido el sentimiento de cuarenta hormigas construyendo su casa.

Nunca le diré este encaprichamiento que tengo ahora nunca. Él no me ve así, además, no creo que sea una cosa seria. No creo que llegáramos a nada.

Y en aquel mismo momento, en el momento en que pensé en él de esa manera vino a mi mente Josh. Me sentí tan tonta, tan inmadura, tan desconsiderada. He oído hablar de los típicos triángulos amorosos, pero casi nunca terminan bien. No es una opción meterme en una historia así ahora. Además Josh me quiere, yo le quiero, tenemos una relación sólida, seria y nunca le perdería por un intento amoroso de adolescente.

O eso creo.

Si esos sentimientos no llegan a más puedo estar tranquila.

Pero el problema es cuando esos sentimientos llevan nombre.

La emoción no me cabe en el pecho. Jane está a mi lado, chillando alegremente mientras intenta no saltar del entusiasmo. Josh me coge de la mano y me da un beso en la cabeza. Todos miramos la gran bola caer lentamente mientras la multitud entusiasta grita la cuenta atrás para el nuevo año. El parque Waterplace de Providence está inundado de gente mirando la gran bola mientras cae. No es Nueva York pero esto es muy bonito para celebrar el año nuevo.

Wyatt y Preston cantan a voces una canción de Aerosmith y nos unimos a ellos justamente cuando el trayecto de la bola llega a su fin. La banda ha hecho vibrar todo el parque hace un rato.

Josh me alza en sus brazos y por instinto engancho las piernas alrededor de su cintura. Me besa suavemente, sus labios se despegan por un instante y sonríe. Le devuelvo la sonrisa sin pensármelo dos veces y por el rabillo del ojo veo como Preston se acerca a mi amiga y de un tirón la besa. Fuegos artificiales crecen dentro de mi al ver eso pero en el segundo en el que mis ojos se mueven hacia el lado de la pareja vuelven a desaparecer tan rápido como han venido. Wyatt me mira fijamente a los ojos. Directo. Algo se remueve dentro de mi porqué en el momento en el que percibo una chispa en sus ojos mi mente sueña que la escena en que estamos Josh y yo sea intercambiada por él y yo.

Buscando En Las Estrellas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora