Le envío un mensaje a Preston diciéndole que Joy por fin aceptó. Ayer por la noche entré por la ventana, como siempre lo hacía antes. Hubiera sido más fácil llamar al timbre. Aunque sus padres no estaban, y eso lo sé porque ni rastro de sus coches. El caso es que sólo quería hablarle y decirle como es debido, de una vez por todas que quería que me ayudase. Aceptó, lo que nunca me lo hubiese esperado.
No mentiré sobre lo orgulloso que me sentí en ese momento de mi mismo. Desde que dijo que si que no he dejado la pequeña sonrisa salga de mi cara. Eso es raro porque nunca sonrío. Pero ahora me da igual toda esa mierda. Sonrío por un motivo. Y ese motivo me dice que encontraremos a mi madre.
-Deberías sonreír más ¿sabes?.
En aquel preciso instante vuelvo a la tierra y me doy cuenta de que ya no queda casi nadie por los pasillos. Joy me mira con curiosidad. Lo que ella no sabe es que esa sonrisa me la ha provocado ella.
-Que te ayude no quiere decir que ahora vayamos a ir a mear juntos. Lo hago por tu madre, no por ti. Pero puede que si tu te comportas- rueda los ojos- y yo también, podríamos encajar para encontrar a Clare.
-Lo entiendo- digo, aun satisfecho de que, mínimamente o máximamente, me vaya a ayudar.
-Y no quiero que ni cuentes, ni pienses en lo de anoche- carraspea y sus mejillas se tornan rojas de repente.
Realmente no he pensado mucho sobre eso. Entiendo que estaba medio dormida y tenia curiosidad de lo que le quería decir.
-Si, lo sé.
- Bien- sacude a cabeza y se va como si ya tuviera hecho uno de sus cientos de trabajos.
Entro en la cafetería justo detrás de ella y voy directo hacia mi mesa. Garret está hablando con un chico que no conozco -y sinceramente ni me interesa conocerlo-. Solo por como habla me entran unas ganas de marcharme de allí apenas me siento en la mesa. Garret gira su cabeza hacía mi y me pide ayuda con los ojos. Me encojo de hombros y dejo que mi cuerpo resbale un poco por la silla. Miro a Garret como le presta atención. Lo que el chico no ve es la curva de su boca con una imperceptible mueca de desagrado y impaciencia. El chico, del que ahora recuerdo su nombre, Memphis, al que he visto mil veces hace tres años ser un sabelotodo, no se calla. Se oye un estruendo fuerte y me doy cuenta de que he sido yo al golpear la palma de mi mano sobre la mesa para que Memphis cerrara la boca. Lo he conseguido. Solo decía tonterías, estupideces. Toda la cafetería se quedó en silencio durante una fricción de segundo antes de volver a ponerse en sus cosas. Retiro la mano de la mesa, me levanto y me voy.
-Dámelo
Duda y su rostro me parece divertido. Tuerce la cara como si le estuvieran obligando a ir a una academia militar.
-¿Qué problema hay?-pregunto impasible.
-Ninguno.
-Si no hay ningún problema dámelo. Sólo son nueve dígitos, además que no tienen sentido, así que...
Rueda los ojos, me lo recita y lo guardo en los contactos. La línea que me parte en dos la pantalla es demasiado visible. Mi móvil sólo tiene dos años y fue el único regalo que me hizo mi padre. Me sorprendí. Y necesito uno nuevo. La verdad es que me da lástima porqué fue el primer regalo de papá en uno o dos años. Ese hombre a veces es muy estraño.
-Ya te enviaré algo
- Evidentemente. Para algo te lo dado.
-¿Algún día dejarás ese sarcasmo tan tuyo y el listillismo?
-Esa palabra no existe- su tono ha empezado a sonar agresivo y cansado. Suspiré exagerando un poco, pero por dentro era yo el que perdía la paciencia. La respuesta de Joy me toma por sorpresa, creía que había escondido el cansancio en mi tono.
-Vale, ya lo dejo- se cruza de brazos y parece un niño en pleno berrinche.
-Más te vale.
-¿Cómo? ¿Qué quiere decir eso?
-¿Qué quieres tu que signifique?
-Espero que no te refirieras a algo fuera de tono.-dice un poco más rápido de lo normal.
-Ya te gustaría.
- Vale, ya! Que gracioso!- Intenta modular su tono de voz pero igualmente suena su voz chillona y se tapa el rojo de las mejillas con el pelo. Pero es corto y se le nota en el cuello.
-El graciosismo es mi fuerte.
-Pues creo que el vocabulario no lo és.
La pone nerviosa y con ganas de pegar a alguien cuando la chinchas sin más. Se le nota en la cara. Pero también se le nota los ojos brillantes y la comisura de su boca se levanta un centímetro, resistiéndose a dejar que yo vea que la divierte. Pero ya lo sé. Demasiado tarde.
-Auch. Esa ha estado bien.
Sonríe como si le hubiese dado mi aprobación. Técnicamente lo he hecho. Sacude la cabeza de un lado a otro mientras camina y salta. Garret me ha pedido la moto al salir de clase y acompaño a Joy a su casa. Como me dijo su padre. No lo hago sólo por su padre. No estoy diciendo que me guste ni nada de eso. Sólo me gusta charlar con ella, como los viejos tiempos.
-Lo sé.
Un silencio, roto por el sonido de nuestros pasos sobre el pavimento, nos rodea cómodamente. Bajo la voz, casi como un susurro.
-Oye, quiero que esto salga bien, y si no me equivoco tu también. Por Clare.- Intento no sonar demasiado necesitado y preocupado para un chico de dieciocho años como yo.- Si no la encontramos, finalmente, todo lo que haremos...
-Valdrá la pena. Porqué si no lo intentamos no lo sabemos. La encontraremos. No será difícil y lo conseguiremos. Igualmente, antes de empezar a hacer una cosa no se puede ir por delante, ¿sabes?- respiro hondo y espero a que diga algo más.- y, además, somos grandes detectives. Hemos pasado supuestamente toda la vida que tenemos haciendo de detectives. Y deja que te diga que éramos unos de los mejores.
Sonríe, intentando hacer que me calme y que piense que esto resultará bien. Y lo consigue. Tiene razón, no es nada difícil. No es nada imposible. Solo se trata de creer un poco.
Le devuelvo una pequeña sonrisa, como una muestra de agradecimiento. Nos paramos delante de su casa, me saluda con la mano como si estuviésemos muy lejos el uno del otro y desaparece detrás de la puerta de su casa.
Ella siempre así.
Plantándole cara a la vida.
Valiente.
Y feliz.
![](https://img.wattpad.com/cover/112316057-288-k715606.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Buscando En Las Estrellas.
Fiksi RemajaWyatt no siempre fue un chico complicado, ni negativo, ni cerrado en si mismo. Su madre desapareció, los abandonó a su suerte, a su padre y a él. A partir de entonces todo cambió; las sonrisas desaparecieron, la alegría se apagó, la relación padre-h...