Todo fue tan repentino, Park Jimin estaba seguro de que amaba a su novio, hasta que conoció a Min Yoongi.
A pesar de que las circunstancias en que se conocieron comenzó algo que los dos no pudieron frenar.
Dime ¿Te enamorarías de quien te quito tu l...
— ¡Dejalo! Tenemos que irnos — Gritó un chico jalando a su amigo.
— ¡Llevatelo Kim! No dejaré que ese bastardo se me escape — Ordenó con furia.
— ¡Quítate! — Y disparó.
Y luego un grito se escuchó, lágrimas comenzaron a caer y varios lamentos de distintos dueños se oyeron.
Las luces rojas y azules comenzaban a llegar y el pobre amante destrozado comenzó a llorar.
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La mañana había llegado y con ella la tragedia se avecinaba, el primero en despertar fue Jimin, el menor se levantó a bañarse y luego bajó por algo de comida, sólo tomo una manzana, pasó por la sala y un celular comenzó a sonar, se extraño y buscó el aparato por los sillones hasta que lo encontró, miró la pantalla y sólo deslizo el dedo para contestar.
— ¡MIN SAL DE AHI! — Gritaron antes de colgar.
Jimin se quedo estático observando confundido el teléfono, no le dio importancia y subió de nuevo al cuarto, se vistió con un simple pans y una sudadera y se acercó a despertar al azabache que dormía profundamente.
— Yoongi despierta — Lo movió un poco y sintió como era jalado de nuevo a la cama.
Sonrió cuando sintió unos labios en su cuello y unas manos tratar de quitar su sudadera.
— Espera — Le dijo Jimin tratando de empujarlo — Y-Yoongi te marcaron.
El pálido se freno en secó y miró serio al menor, este se acomodó la sudadera y se sentó.
— ¿Quién? — Dijo con vos gruesa.
— No lo sé, solo dijo Min sal de...
No pudo terminar debido a un sonido en el exterior, se escuchaban motores de carros y sirenas.
Yoongi no lo pensó dos veces y se apresuró a sacar un arma del buro, se colocó un pantalón y una camisa que apenas abrochó.
— Mierda — Exclamó.
Salió de la habitación y bajó con cuidado a la sala, entró al despacho y encendió una pantalla que mostraba 8 camaras y maldijo de nuevo, había varios vehículos de policía.
Salió en busca de Jimin para salir pero el sonido de un vidrio quebrándose lo alertó haciendo que se ocultará detrás del sillón.
Observó con cuidado y miro una lata que comenzaba a soltar humo blanco, no lo pensó dos veces y corrió a las escaleras, subió de dos en dos y vio a Jimin sentado en la cama con una expresión de preocupación.
— Bebé necesito que me hagas caso y no me cuestiones nada — Pidió tomándolo de la mano.
Ambos tenían que llegar al despacho, ahí había una puerta que los llevaba a un túnel subterráneo, ese túnel conectaba con una pequeña casa que a simple vista parecía abandonada pero era un ruta de emergencia y contrabando. Salieron del cuarto con precaución y al bajar por las escaleras escucharon un pitido.
