Epilogo pt.2

136 16 6
                                    

El día transcurrió rápido, ambos jóvenes recorrieron el hotel y disfrutaron de un tranquilo juego de ajedrez antes de comenzar a arreglarse.

A pesar de que Lisa les había dicho que nada de formalismos, los chicos ya estaban acostumbrados a trajes por lo cual Jimin optó por un traje negro con una camisa del mismo color, evitando las corbatas y Jungkook término poniéndose un traje azul marino y camisa blanca.

A la hora indicada ambos hombres ya estaban saliendo del hotel en compañía de la rubia que portaba un vestido rojo de tirantes, con un escote discreto y un largo adecuado.

La camioneta avanzó por la ciudad y Jimin se asombró al ver el paisaje lleno de luces llamativas, sin duda Macao era como Las Vegas en Asia.

Poco a poco se fueron alejando del centro de la ciudad para entrar a una zona residencial exclusiva, les hicieron pasar por un control de seguridad y de ahí avanzaron unas 3 calles hasta llegar a una casa de lujo, los vestales de cristal le daban un toque moderno y elegante y el color blanco los hacia resaltar.

- Aquí es, es la casa Grey, el señor Choi ya llegó, solo faltan ustedes - Habló la chica saliendo de la camioneta.

Caminaron por un camino de piedras pulidas evitando pisar el césped, tocaron y una chica castaña los recibió, les indicó donde debían ir y se retiró.

Entraron y se encontraron con una mesa rectangular con 6 sillas en total, en la cabecilla estaba un hombre rubio fumando, a su lado izquierdo Minho y al derecho un hombre moreno. Jimin lo reconoció de inmediato como el hombre del hotel mientras que el rubio juraba haberlo visto también, miro a Jungkook y este lucía tenso y tenía su mirada fija en el rubio.

- Bienvenidos, joven Park, el es Paul Grey, uno de nuestros socios, el moreno es Kim Namjoon, su asistente, Paul, Nam, el es Park Jimin y Jeon Jungkook - Comentó presentando los a cada uno.

- Un gusto - Habló Jimin haciendo una referencia.

El rubio lo saludó y después se dirigió al castaño levantándose - Un gusto - Mencionó apretando el hombro del castaño acercándose a su oído - Es bueno verte de nuevo Darling.

Todos los hombres tomaron asiento, y comenzaron una plática trivial, negocios, futuras alianzas, etc, el ambiente laboral al que Jimin se estaba acostumbrando.

Aquella plática aburrió a Jimin y sutilmente escapó con la excusa de usar el baño, salió del comedor y exploró un poco el lugar con la esperanza de encontrar un lugar tranquilo, agradecía que Jungkook pudiera manejar más fácilmente ese ambiente.

Encontró una pequeña terraza tras un ventanal, miró a ambos lados y al no observar a nadie salió, aunque fue seguido por unos ojos curiosos, suspiró cuando sintió el aire fresco golpearlo y se relajó, la vista era linda, había un pequeño jardín con muchas flores, luces alumbraban dándole un aspecto elegante, era un buen lugar para pasar el rato. Miró un momento una flor y sonrió, eran orquídeas rojas, alguna vez escucho a su madre decir que significaban el amor, la pasión y el deseo, inevitablemente su sonrisa se borro.

- Esa flor significa lo que sentí y seguiré sintiendo, la pasión, el deseo y el amor, todo por ese hombre al que nunca más volveré a ver - Susurró sintiendo un nudo en su garganta - Maldito sea el día en que te conocí Min Yoongi.

Una lágrima rodó por su mejilla y mordió su labio, no podía llorar, debía dejar ir las cosas.

- Park Jimin - Hablaron detrás.

Se limpió rápidamente y giró su vista, observó al rubio retrancado en el marco del ventanal mirándolo con una sonrisa.

- ¿Te ocurre algo? - Preguntó avanzando hacia él.

× Sick Love ×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora