Capítulo 1: "Donde todo el mal empieza"

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Yo estaba tirada en el suelo, mi respiración apenas la sentía, mis ojos se estaban nublado, trataba de enfocar pero el dolor de cabeza era tan grande que me costaba mucho. Intente de levantarme pero no pude, me sentía desorientada.

Era como si de repente una luz pasara y me hiciera volver a la cordura, cuando logré observar miré que mi amiga golpeaba a un hombre de negro, ella me estaba defendiendo. Quería ayudarle, lo juro, pero mi cuerpo no me respondía, ya no tenía fuerza.

En ese momento en que la vi golpeando a ese hombre con tanta furia, me pregunte cómo era posible que yo la tuviera de amiga, me apoyaba en todo sin importar que ella saliera mucho más lastimada. Me defendía y jamás se alejaba de mi.

Ella era todo lo contrario a mí, tanto físicamente como emocional. Una tenía el pelo corto y la otra, largo. Ella era de tez morena y yo blanca. Ella era hermosa, yo no. Ella controlaba cada sentimiento, yo en cambio era impulsiva. Jamás había tenido amigos, hasta que ella llegó, ella cambio toda mi vida, comencé a ser más social, de apoco comencé a quererme. Cambié mi vida por ella, me defendía contra el mundo porque ella me daba esa valentía, sin importar que la golpearan, jamás se retractaba.

Un hombre grande, que usaba lentes, la tomo de la espalda, sacándola de encima de su amigo, la empujo contra la pared y comenzó a golpearla. Ella estaba cansada y apenas le quedaban fuerzas para defenderse, entonces dejó que la golpearan. El hombre que estaba encima de mí, me aplastaba la cabeza fuertemente contra las piedras.

Ella pudo haber escapado y haberme dejado, pero prefirió ser golpeada junto a mí. Las personas no son así, siempre se protegen ellas, no les importan los demás ¿Por qué alguien haría eso? Nadie en un grado de cordura preferiría ser golpeado en el lugar de otro.

Me protegía porque era mi amiga, pero, ¿Por qué de tantas personas prefirió ser mi amiga? Podía haberse hecho solo de las populares, pero prefirió ser mi amiga, oponerse a esa masa sin cerebro y al hacerlo la gente la quiso más, ella irradiaba luz con su ternura y alegría.

Ella no es igual a las otras personas, porque a pesar de que Elizabeth es todo lo contrario a mí, no tan solo en aspecto, sino también en pensamientos, ella eligió ser mi amiga, una verdadera amiga porque nos parecemos más de lo que creemos, me acepta tal y como soy. Ella me ama incondicionalmente, acepta mis errores y me perdona. Y si eso no es una verdadera amistad, entonces el mundo debería cambiar. Entre nosotras hay un lazo que nos une, la muerte, ambas perdimos a seres que amamos.

Elizabeth ya no podía estar de pie, vi como poco a poco baja su cuerpo. Me iba a poner de pie, ella me había dado fuerzas pero en eso llegó Joan. Él golpeó al sujeto, la defendió y después de todo, ganó la pelea.

Como había un lazo que nos unía, también existía alguien que nos separaba, en ese caso era Joan. Los dos hombres se marcharon y lo primero que hizo Joan después de la pelea fue correr hacia Elizabeth y la abrazó fuertemente, en ese abrazo sentía un vacío en mí. Lo peor fue que después de ese abrazo, él la besó, ese beso tan apasionado, tan necesario y ella le correspondió, su primer beso, el beso que nos separaba. Él nos separaba, el me odiaba y por eso quería separar a Elizabeth de mí, eso hace que el gane todo mi odio, ese odio que haría que cometa futuros errores.

- Disculpa – dijo separando los labios de Elizabeth. – me deje llevar por mis emociones, perdón. ¿Cómo estás?

- Algo adolorida, pero creo que bien.

- ¿Qué fue lo que pasó?

Esa preocupación lograba que yo lo odiara más, él me separaba de ella. Sentía celos, odio, enojó. Quería acercarme a ella, pero algo en mi lo impedía. Él recogió una nota que estaba cerca de ellos.

"Nada bueno sale al cruzar en mi camino. Si ya investigaste lo suficiente de mí, sabrás de lo que hablo." Fischer.

Si, él es mi padre, el causante de todos mis problemas. Él les pidió a sus trabajadores que nos golpearan, él provoco que Joan salvará a Elizabeth de las garras del lobo. Sí, mi padre nos amenaza, pero es algo normal en él, matar para no ser matado.


Al borde de todas las mentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora