Capítulo 18: "el comienzo del verdadero caos"

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En los siguientes días investigaron a todos los amigos de su padre, reunieron pruebas suficientes para meter algunos en la cárcel. Habían prometido que aquellos amigos que solo vendían drogas no los involucrarían en aquel grande problema porque comprendían perfectamente que algunos vendían drogas solo por necesidad de dinero.

Había pasado una semana entera donde investigaron a todos sus amigos, o al menos la mayoría, para Camila se habían demorado mucho y fue por la culpa de Elizabeth porque en la tarde se iba donde Joan y practicaban juntos.

- Pasas demasiado tiempo con Joan, todo sería más fácil si tú me ayudarás. – se relajó y dijo en voz más tranquila: - avanzaríamos más.

- No fastidies. Sabes que me tengo que ir, ya me comprometí.

Elizabeth estaba a punto de salir por la puerta de la casa de Camila cuando la detuvo del brazo.

- Existe otro amigo más. El circo que se instaló en Havley, pues el dueño es gran amigo de mi padre.

- Bien, después hablaremos de eso.

Elizabeth salió por la puerta, quien estaba aburrida de los berrinches que hacía Camila cada vez que se tenía que ir con Joan. La camioneta la había mando a reparar ese día, por lo que tuvo que caminar. Camila dudo unos segundos, luego se dio cuenta que tenía que disculparse con su amiga, lo que estaba haciendo no estaba bien y si seguía así la perdería, entonces la siguió.

- ¡Elizabeth! – dijo gritando para que la esperara. – quisiera disculparme, lo que estado haciendo estos días no ha estado bien. Disculpa, no pienso con la cabeza. – dijo agachando la cabeza.

- Ya no te disculpes boba. – le levantó la cabeza y la abrazo. – sabes, deberíamos almorzar juntas, hace tiempo que no almorzamos las dos.

Elizabeth asintió, ambas se dirigieron a su restaurante favorito "sabrosito" donde se distraen del gran problema que tienen, el señor Fischer.

En el manicomio Richard estaba almorzando, estaba solo en una mesa pensando en cómo encontrar aquellas chicas que habían ido. El señor Fischer solo le dio 1 semana, de la cual le quedaban solo horas antes que lo mataran.

- ¿Enserio? 7 meses de embarazo, pasa muy rápido el tiempo.

- Nunca pensé en ser padre a decir verdad.

Richard miro a los dos hombres quien estaban en otra mesa hablando muy fuerte. En ese momento le molestaba cualquier ruido, solo quería silencio para poder pensar con claridad.

- ¿Y cómo se llamará el bebé entonces? ¿Ya saben el sexo?

- Es mujer, y mi esposa quiere ponerle Elizabeth.

Ese nombre resonó por varios minutos en la cabeza de Richard, en algún lugar había escuchado ese nombre. ¿Una amiga? ¿Antigua colega? Pero de pronto se acordó que Olivia había llamado por ese nombre a una de las jóvenes. Corrió a la sala en la que se encontraba Olivia, dejando su bandeja con comida en la mesa. Chocó con la pared, luego con la puerta y desesperado gritaba el nombre de Olivia.

- Elizabeth, su nombre es Elizabeth.

- No me estás preguntando, me estás afirmando. ¿Entonces por qué me lo dices?

- Porque mi vida depende de ese nombre, pero no se lo diré a menos que tú quieras.

Toda su vida a Olivia la habían maltratado, violado, golpeado, cambiaba de médico cada semana o mes, pero más de eso no le duraban. Por alguna razón Richard fue el único que no era pesado con ella, es más con ningún otro se había reído y a ella le agradaba.

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⏰ Última actualización: Feb 19, 2019 ⏰

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