Parte 27

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Eran las 8 y aún me estaba alistando ya estaba casi lista me faltaba vestir nomas, y Marlon me llama y me dice que ya está en la esquina entonces le dije que ya íbamos, pasaron 10 minutos desde que me llamo porque demoré mientras me vestía, apagaba todas las luces de la casa y dejaba con seguro, mi mamá ya estaba afuera apurándome. Marlon me escribió diciéndome no que ya estabas lista?, no le contesté y salí rápido.
Me trepé al auto, mi mamá lo saludo y yo también; mi mamá se sentó atrás y yo adelante iba de copiloto íbamos conversando hasta que llegamos al restaurant; era un lugar súper bonito jamás había ido a un lugar así (ósea si había estado en algunos lugares lujosos pero no uno como ese), nos sentamos en la mesa y se acercaron a dejarnos la carta, habían tantas cosas ricas que no sabía cuál escoger y Marlon me ayudó a escoger, adicional pidió 3 sangrías.
Todo estaba muy rico, enserio valía la pena pagar por un plato de esos, conversamos y nos reímos mucho; salimos del restaurant y Marlon dijo para ir a Plaza Lagos (uno de los mejores lugares que tiene Ecuador para pasear) nosotras aceptamos, cuando llegamos allá mi mamá se encontró con un compañero del colegio entonces se quedo conversando con él y me dijo que vayamos nomas nosotros que ella se quedaba allí.
Caminamos con Marlon bastante a orillas del agua y llegamos a una parte donde solo había árboles, y nos sentamos para conversar, luego de un rato de hablar de nosotros, de cosas que nos gustan nos disgusta y ese tipo de cosas; Marlon dijo que tenía algo que decirme y no lo podía seguir ocultando, le dije que me diga que le estaba pasando y fue ahí cuando él me beso y confesó todo lo que sentía por mi, yo obviamente me quede impresionada y no sabía que decirle, el me dijo: entiendo que te pongas así, no te pido que seamos algo porque tenemos que seguir conociéndonos pero enserio quiero algo contigo y algo serio, tú has sacado la mejor parte de mí en este poco tiempo y a pesar del daño que te he causado mírate cómo estás por mi culpa tienes ese brazo enyesado. Yo le contesté que ya no diga nada más , que me dejara hablar pues yo también estaba confundida no entendía que me pasaba con el y mis sentimientos estaban muy dispersos.

Marlon y yo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora