Mañana volveré al instituto, llevo 13 días de retraso y no quiero perderme ninguno más, no es que tenga ganas de volver a ir y de volver a ser la marginada, pero es lo que hay, si quiero ser algo en la vida. Vuelvo a estar encerrada en mi habitación, nada nuevo, pero me apetece hacer algo, me levanto de la cama y me acerco el espejo.
-Das asco.- me digo a mi misma. Noto que las lágrimas me van a salir, pero no, no pienso llorar. Respiro hondo y abro el armario, cojo unas medias, una camiseta de manga corta, una sudadera y unas playeras para hacer deporte, me recojo mi largo cabello en una coleta alta, me preparo y bajo al piso de abajo. Mi padre está cocinando algo y mi madre y mis hermanos están viendo la tele en el salón.
-Papá me voy a correr.-
-La comida estará en media hora hija.-
-Comeré después, no hago deporte desde hace tiempo, si sigo así acabaré como una foca.-
-Pues si no haces deporte ya me dirás como estás bajando tanto.- dice.
-¿Bajado de qué?- le pregunto curiosa.
-De pe…-
-Jack.- dice mi madre que ha aparecido de repente en la cocina.- Anda cariño, puedes ir.-
-Vale…- qué raro ha sido todo, pero no dudo en salir de casa.
Antes de empezar a correr me pongo los cascos y de mi música elijo “If i” de Ross Copperman, no es mi estilo de música pero me encanta y nada más empieza la música ya empiezo a correr.
Well you came to me, like a ray of light
So suddenly, a beautiful surprise
My universe alight and it all seemed right
No sé por qué pero desde que descubrí ésta canción me vuelve loca.
But I was unwise, and fooled myself
Pretending you or I were somebody else
Cos I can't speak the language that you need
And it's killing me
El estribillo me describe tanto, es lo que dice lo que me identifica, es lo que siento yo.
If I cry for you, would you turn me away
If I die for you, would you beg me to stay
If I try to, read your mystery mind
One thought at a time
If I...
“Si lloro por ti, ¿me darías la espalda?
Si muero por ti, ¿rogarías para que me quedara?
Si intento leer tu mente misteriosa… un pensamiento a la vez
Si yo…”
Si yo… si yo hubiera hecho tantas cosas que no hice por miedo a perder, si hubiera aprovechado tantas oportunidades que dejé caer… Intento convencerme a mí misma que el pasado es el pasado y que lo que hay que vivir ahora es el día a día pero a veces se hace tan duro… que tu cabeza te machaca, te hace sentir débil cada minuto del día.
Me saca de mis pensamientos una extraña sensación de que alguien me está siguiendo. Mientras corro miro hacia atrás pero no hay nadie, estoy sola en la calle. Me quito los cascos para poder oír mejor, pero no se oye nada, sólo el sonido de una puerta del vecindario al cerrarse, y no me lo puedo creer.
Josh está delante de mí.
Los dos nos miramos avergonzados y sin saber qué decirnos. Estamos ahí, enfrente del uno a otro. Esos mejores amigos que antes se contaban todo y que hablaban a todas horas ahora ni se hablan, cuando se ven por los pasillos del instituto agachan las cabezas y se ignoran. Qué bonito todo.
-Hace un buen día para correr.- dice para romper el hielo.
-Sí.- digo yo seca y mirando al suelo. Se forma un silencio demasiado incómodo para mi gusto y me está haciendo perder el tiempo.
-Bueno Josh yo…-
-Melina por favor escúchame.- me interrumpe.- Por favor, perdóname, sé que fui un imbécil dejándote de lado, pero al principio eras tú la que te fuiste alejando te notamos cambiada, ibas de negro empezaste a adelgazar, a cambiar de estilo… no supimos qué hacer y pues…-
-Me dejasteis de lado.- salto yo.- Que sí, que me parece muy bien, ahora vosotros estáis mejor y yo también, no hay nada que hablar, mañana volveré al instituto y todo seguirá igual, y estaré bien, así que ahora déjame.-
-Mel… yo te quiero.-
-Se te pasará.- le digo. Antes de que pueda decirme algo hecho a correr y sigo mi camino. En todo éste tiempo que he estado sin ellos he aprendido que la vida es un constante cambio siempre en cualquier etapa de tu vida, habrá alguien con la cual te vas a encariñar y a identificar, o mejor aún encontraras a la persona a la que llamaras “Mejor amiga/o”. Te acostumbraras, harás la mayoría de cosas junto a él, y esa persona te conocerá mejor que nadie. Todo será increíble, no podrás vivir sin su compañía. Te acostumbrarás tanto, que sentirás un tremendo vacío cuando se vaya, simplemente no serás nadie sin esa persona. El tiempo pasará, y no sabes lo que ocurrirá, muchas veces cambia el rumbo de las personas, o más bien las personas cambian su rumbo. La persona que solía estar contigo a diario, compartiendo sonrisas, y miles anécdotas, te dejará. Pasarás desapercibido de una manera muy silenciosa, que cuando menos lo esperes, esa persona ya no estará a tu lado como lo prometió, ahí es cuando te darás cuenta que no cumplió su promesa, y solo se fue. Te sentirás mal, te sentirás la persona más vacía, sin saber cómo llenar ese hueco profundo en tu corazón, en tu mente, en ti misma. Día tras día, vives recordando cada uno de los momentos que tenías con esa persona, serás una especie de persona masoquista. Los recuerdos te invadirán, te harán sentir insegura, culpable, y la persona más miserable. Tanto fue el cariño, la confianza, que le entregaste a esa persona, que dependías de ella. Ya no puedes seguir, porque no está esa persona, ya no está el apoyo, no está nada. Básicamente te sientes como si fueras nada. Las palabras que un día te dijo, las que un día fueron promesas, se quedaron en el olvido. Mientras tanto, esa persona por la que tanto estás sufriendo, se olvida de tu existencia, y solo sigue, sin ningún problema ni remordimiento alguno. Comienza a actuar de una manera diferente a la que conocías, y te duele. Te duele ver como esa persona te reemplaza, y ahí es cuando te dices a ti misma “Nunca le importé”. Y te hace sentir aún peor. Entran en tu cabeza, muchas preguntas, pero sin ninguna respuesta concreta y clara. Después de tanto llorar, y aparentar que eres fuerte, llega el momento en el que te rindes, y te prometes a ti misma, no volver a encariñarte lo suficiente con las personas, segura que todo lo malo que tienes se vaya, y sonrías de nuevo, y será increíble, porque tu sonrisa solo dependerá de ti. Tomará muchísimo tiempo olvidar todo, cada uno de esos grandes momentos, pero será mejor hacerlo. Las palabras no son tan sinceras como creemos. No quiero ser una persona insensible diciendo esto, pero todo esto, lo he vivido. Nunca llegues a depender tanto de una persona, porque cuando llegue la hora de que esta se marche, te quedarás sin nada. No creas en los “Para siempre”, en los “Siempre estaré a tu lado”. Esa persona se irá, sin decir adiós, te dolerá, pero llegara el día, en el que tú también digas adiós, y quizás cambies, y todo será la culpa de la persona que te mintió y te hizo creer que todo sería para siempre.