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Pasaron tres horas hasta que se hizo el horario en el que habían arreglado para juntarse con Allura.

Keith se visitó con lo de siempre (remera negra, pelo atado y zapatillas negras), excepto sus jeans. En lugar de ellos, se puso una bermuda negra. Se miró en el espejo. A pesar del calor, no quería salir de la gama del negro.

Lance también se había puesto lo de siempre (remera azul, gorra plana azul marino y zapatillas grises), y también cambió su jean por una bermuda azul.

-¡Verónica, apúrate! -gritó desde la puerta de entrada de su casa.

Se cruzó de brazos y recargó la espalda en la puerta. La tenía que esperar ya que ella lo llevaría al parque (le quedaba de pasada para ir a su cita).

-¡Ya termino!- exclamó su hermana desde el baño. Lance supuso que estaba terminando de maquillarse.

-Ya quiero ver a Keith-pensó Lance, impaciente y nervioso, un tanto ansioso, jugando con sus manos sudadas.

Unos pasos apurados lo hicieron levantar la cabeza. Era su hermana, quien vestía toda la ropa que había comprado el día anterior. Una pollera amarilla y la remera negra con estampado gris, aquella que la había flechado desde que la vio colgada en un maniquí y que tanto le costó conseguir.

-Wow, estás hermosa -dijo. Verónica le sonrió agradecida y agarró su mochila.

-Vamos.

Salieron de la casa y subieron al auto. Ni bien se subieron, prendieron el aire acondicionado. Hacía demasiado calor ahí adentro.

-La próxima no lo dejes al sol -le reprochó Lance.

Verónica rio y comenzó a conducir. Lance prendió la radio y agarró su celular. Fue a WhatsApp y le escribió a su novio.

-Hola, Mullet <3

escribiendo...

-Hola, Lancey. ¿Qué tal?

A decir verdad, Keith era muy rápido cuando se trataba de responder mensajes, en especial sus mensajes. Era un detalle que a Lance le costó pasar desapercibido durante las grabaciones.

Sonrió de forma tonta.

-Todo bien, tú?

escribiendo...

-Bien también. Un poco acalorado.

Lance se relamió el labio, pensando una respuesta.

-Ya estás yendo al parque?

escribiendo...

-Sí, frené para comprar algo para tomar.

-¿Quieres que te pasemos a buscar? No quiero que estés todo sudado y acalorado por el sol.

escribiendo...

-¡Eso sería genial! ¿No sería molestia?

Lance sonrió.

-No, para nada! No seas tonto.

Keith le envió un emoji y miró a su hermana.

-¿Podemos ir a buscar a Keith?

Su hermana asintió.

-Estamos cerca de su casa, ¿no?

Lance asintió.

-Vive a unas cuadras de aquí.

-Bien, dile que sí.

Agarró su celular.

-Ey, Keith, ya vamos. Regresa a tu edificio

escribiendo...

-Lo que usted diga, my Lord.

Sonrió de forma tonta.

-Bien, nos vemos <3

Guardó el celular en su bolsillo y le indicó bien la dirección de Keith a su hermana.

Al llegar, Keith estaba sentado en uno de los escalones con una botella vacía en la mano. Lance se bajó y lo miró, al parecer no se había percatado de que había llegado.

-¡Keith!- gritó Lance, completamente feliz.

El chico se levantó y se abalanzó sobre él, sumiéndolos en un pequeño abrazo.

-Te extrañé- dijo Keith con una sonrisa, dejando un beso en sus labios.

Una bocina los hizo separarse.

-¡Tortolitos, si no se apuran, van a llegar tarde y me van a hacer llegar tarde a mi también!- gritó Verónica desde el auto.

Ambos fruncieron el ceño y subieron al auto (Lance de copiloto y Keith en el asiento trasero).

-Hola -saludó a Verónica.

Ella lo vio por el espejo retrovisor y le sonrió con los ojos. ¿Así que sonreír así era de los McClain?

Ya entendía muchas cosas.

-Hola, Keith, ¿cómo estás?

-Todo bien, ¿tú?

-Bien, bien.

Keith suspiró y echó la cabeza hacia atrás.

-Aquí es el paraíso... -comentó, secándose el sudor que traía con el dorso de la mano.

Aquello hizo que Lance lo mirara y sonriera. Durante el trayecto, los tres hablaron y rieron hasta que llegaron al parque.

Al bajar, Lance divisó a lo lejos a Allura y Keith le agradeció a Verónica. Ella se fue, y Lance intentó correr hacia Allura, pero Keith se adelantó y lo tomó de la mano. No quería que lo dejara atrás.

-Hola, chicos- saludó Allura, dándoles, a ambos, un beso en la mejilla, pero a Lance le dio un beso más bien cerca de la boca.

-¿Sigues intentando darme celos?-pensó Keith, mirándola fijamente. Apretó la mano de Lance-. Pues tengo una noticia para ti, Allura: él ya es mío.-En su cabeza había asesinado a Allura unas mil veces. Era muy celoso con respecto a ella (no era que no confiara en Lance, simplemente no confiaba en ella), ya sabía sus sentimientos por su novio y, para colmo, quería provocarle celos cada vez que se veían.

-¿Keith? ¿Me escuchas?- preguntó Lance, pasando la mano frente sus ojos.

Keith pestañeó varias veces y lo miró.

-¿Qué pasó?- preguntó confundido.

-Pegunté si querías helado- respondió Lance, riendo levemente.

Keith sonrió avergonzado y lo tomó de la cintura, acercándolo a él. Lance apoyó las manos en su pecho para que el impacto no fuera tan grande.

-Sí, quiero un helado del sabor de tus labios- murmuró cerca de su boca. Lance estalló en carcajadas y lo contagió. Se separaron y se miraron con una enorme sonrisa.

-Eres un idiota -dijo sin aliento, volviendo a reír.

Keith miró de reojo a Allura y le sonrió con superioridad. Ella lo miró celosa.

Lance, completamente ajeno a ellos, volvió a tomar la mano de Keith y le acarició los dedos.

Keith fue testigo de cómo Allura tenía la mirada clavada en sus dedos entrelazados, por lo que apretó aún más su mano y se pegó a Lance con el objetivo de que ella sintiera los mismos celos que siempre le intentaba provocar.

Mullet 3 [KLANCE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora