•43•

422 56 10
                                    

Un fino rayito de sol se asomó por la ventana de la habitación. Le pegó de lleno en la cara a Lance, y se despertó molesto.

Vio a su novio, su adorado Keith, totalmente exhausto. Su respiración era lenta, suave y pausada; estaba muy tranquilo. Uno de sus brazos pasaba por debajo de la almohada y tenía la cabeza sobre él.

Lance se apoyó en su codo y lo miró con una sonrisa boba. No quería tocarlo, ya sabía que siempre estaba en guardia y, si lo tocaba, se iba a despertar, y no quería eso. Quería dejarlo descansar un ratito más.

Una pelusa que volaba por ahí se paró en la nariz de Keith, por lo que él mismo comenzó a moverla y terminó por estornudar, despertándose exaltado y sentándose en la cama.

Lance rio y Keith volteó la cabeza, mirándolo por encima de su hombro. Su cabello estaba todo despeinado, apuntando en diferentes direcciones.

-Buenas días, cariño -dijo Lance en español.

Keith sonrió y volvió a acostarse a su lado, aún dormido.

-Buenos días, mi amor -contestó en coreano, apoyando la cabeza en la almohada y frunciendo el ceño cuando el haz de luz se clavó en sus ojos.

A decir verdad, la luz los molestaba a ambos. Lance se levantó y terminó de cerrar la persiana para que no molestara más.

Cuando la cerró, tomó sus bóxers y se los puso, después volvió a acostarse en la cama y miró a Keith. Se había vuelto a dormir.

-Eres un bebé -susurró Lance, acariciando suavemente el cabello de su novio.

-Aún puedo oírte -respondió Keith, sonriendo. Pero no abrió los ojos.

Lance tomó su almohada y la hundió en la cabeza de Keith para que despabilara. Cuando se quedó sin aire, empujó a Lance, sacándole la almohada de las manos y sentándose sobre él.

-Me las vas a pagar -dijo, tirando la almohada a la otra punta de la cama y comenzando a hacerle cosquillas, inundando la habitación de carcajadas y súplicas por piedad.

Un rato después, decidieron levantarse, decididos a hacer algo productivo.

Lance fue automáticamente a la cocina. Debía hacer café para tomar junto con su chico. Tomó la cafetera, le puso granos de café y le echó el agua. Unos minutos después, la cocina estaba inundada de olor a café.

Mientras esperaba, unas manos se cerraron en su cintura y acariciaron su piel. Lance echó la cabeza atrás, apoyándola en el pecho de Keith.

-¿Ya te despabilaste? -preguntó con una sonrisa, apoyando sus manos sobre las de él.

-No -contestó con voz ronca, apoyando la frente en el hombro de Lance.

-¿Quieres café? -volvió a preguntar Lance, sin soltar las manos de Keith.

Keith asintió, dejó un besito en su hombro y se sentó en la mesa, luchando por no volver a dormirse.

Cuando el café estuvo listo, Lance sirvió en dos tazas y llevó un plato con tostadas que también había preparado. Los dejó todo en la mesa y Keith tomó rápidamente la bebida. Quería despertarse de una vez.

-¿Te lavaste la cara? -preguntó Lance, viéndolo beber el líquido amargo con rapidez.

Keith asintió.

-¿Ahora estás más despierto? -preguntó nuevamente Lance, sentándose en la mesa junto a él.

Keith suspiró y sonrió chiquito.

-Lo necesitaba.

Lance sonrió y echó tres cucharadas de azúcar a su café con leche.

-Qué buena noche -dijo tímido, jugando con su cuchara.

Keith alzó la mirada y se sonrojó levemente. Miró el cuello de Lance, notando los múltiples chupones que le había hecho. Asintió rápidamente.

Comieron en un silencio cómodo, escuchando los pájaros cantar. Lance miró la hora. Eran las 11:29 de la mañana.

-Oye -dijo Keith. Lance lo miró-. Luego debo ir a buscar unas cosas a la casa de Krolia.

Lance asintió, alejando la taza de él, ya vacía.

-Está bien, ¿necesitas ayuda? -preguntó, llevándose una tostada a la boca.

Keith negó.

-No, son pocas cosas -contestó, también mordiendo una tostada.

Lance le sonrió.

-Bien. ¿A qué hora irás?

Keith miró el reloj.

-Después de las cuatro.

Lance sonrió ladino, levantándose junto con su taza y dejándola en el lavaplatos.

-Tenemos tiempo para disfrutar -comentó.

Keith lo miró y sonrió, también levantándose y acercándose a él. Lance pegó la espalda a la pared y Keith lo besó salvajemente.

Mullet 3 [KLANCE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora