Luego de firmar los autógrafos, todos los fans los saludaron con una sonrisa y un apretón de manos (algunos hasta los abrazaron) y se fueron. Los actores se los quedaron viendo hasta perderlos de vista, y Lance se giró hacia Keith. Sus ojos violetas se clavaron en los suyos y, de la nada, empezó a sentirse nervioso.
Su corazón se aceleró, y sintió su panza hormiguear.
-Oye, Mullet- dijo Lance, llevándose la mano a la nuca-. Lo de esa "cita"- hizo comillas-, sabes, no tienes que aceptarla si no quieres- volvió a poner su mano en la nuca-, sólo... sólo bromeaba.
Desvió la mirada a las zapatillas de Keith. Le parecía más interesantes que mirarlo a los ojos.
El mayor se rio y Lance subió la mirada.
-¿De qué hablas? Voy a ir- contestó Keith, sosteniendo la puerta de entrada con la mano. Krolia se había parado en el hall de entrada para subir con él.
Lance se sintió contento de inmediato. Sus ojos brillaron esperanzados e ilusionados. Keith sonrió para sus adentros.
-¿En serio?- preguntó, como si no pudiera creerlo.
-Sí, pero no te ilusiones de que vayas a ganar- contestó Keith, apoyándose en la puerta y cruzándose de brazos.
Lance frunció el ceño, aún feliz, y dio media vuelta, encarando a Allura. La chica se acercó a ellos y saludó a Keith con un beso en la mejilla. Pidge y Shiro lo saludaron con la mano desde la otra vereda.
-¿Vamos, Allura?- preguntó Lance, alzando su brazo para que ella lo tomara.
Allura rio y agarró su brazo.
-Vamos.
Lance se despidió de Keith con un movimiento de cabeza. Keith hizo una leve inclinación y, cuando se voltearon, clavó sus ojos en la espalda de Allura, como si fuesen un par de dagas que pudieran herirla.
Estaba hecho una furia por dentro. Lance se había ido con Allura, y ella lo había agarrado del brazo como si fueran...
Chasqueó la lengua y desvió la mirada. No podía sentirse así, ¡él y Lance no eran nada! Y, además, Lance lo odiaba...
Suspiró. Si seguía comportándose así de mierda, lo perdería.
Entró al edificio y cerró la puerta. Krolia pasó el brazo derecho por sus hombros y subieron al ascensor.
Al llegar a su apartamento, Keith abrió la puerta con furia y cansancio. Quién diría que firmar autógrafos era tan agotador.
Se echó en el sillón como si tuviera todo el peso del mundo sobre él.
-Bien, a cocinar- anunció Krolia, dirigiéndose a la cocina.
Ya eran las 7 de la noche y debían preparar la cena.
-Ven y ayúdame con esto- dijo la mayor, mirando a Keith. Él la miró y la vio con unos guantes negros, sosteniendo una olla-. Voy a hacer sopa para cenar.
Keith se puso de pie.
-Está bien.
Tomó la olla y la puso sobre las hornallas. Previamente la habían llenado con agua y habían puesto el fuego.
Keith vio el agua moverse lentamente y escuchó al fuego chocar contra el aluminio.
-Y... ¿Cómo te fue con los autógrafos?- preguntó Krolia, cruzándose de brazos y mirando lo mismo que Keith.
Ambos miraban al vacío.
-Bien, creo, sólo que...- comenzó Keith, pero calló y guardó silencio.
-Lance se fue con Allura- completó Krolia en un susurro, como si temiera que todo fuera a derrumbarse si hablaba en voz alta.
-¿Cómo lo sabes?- preguntó Keith, aún en voz baja.
Krolia rio bajito.
-Los vi desde adentro, mientras te esperaba estaba sentada leyendo una revista.
-Ah.
-Keith- su tono se suavizó-, tú... obviamente sigues con tu carácter frío. Sé que no lo puedes cambiar de la noche a la mañana. Pero debes tener cuidado.
-Lo sé.
-Keith- él la miró y ella, sacándose un guante, le acarició el contorno del rostro-. Debes ser cuidadoso. Puedes perderlo.
Su mano se alejó del rostro de Keith, se volvió a poner el guante y comenzó a cortar verduras.
Keith guardó silencio, haciéndole saber que o lo había dejado sin palabras, o lo había dejado pensando.
Él salió de su trance, se sacó el suéter que tenía puesto y lo tiró al sillón, para luego sentarse en él, otra vez.
Prendió la televisión y luego de cinco minutos cayó totalmente dormido.
La gripe lo hacía perder resistencia y energía. No duraba mucho tiempo despierto, y, donde apoyaba la cabeza, se quedaba completamente dormido.
...
-Oye, Allura- dijo Lance, mirando al cielo-. ¿Piensas que tengo oportunidad?
Allura guardó silencio.
-¿Oportunidad para qué?
Lance sonrió chiquito. Triste.
-Para conquistar a alguien.
-Um...
Lance sintió sus ojos sobre él, pero no la miró.
-Bueno... Si no te rindes, creo que la tienes- contestó.
Lance la miró, perdiéndose en su mirada azul. Admiró sus peculiares marcas oscuras a los costados de los ojos y el contraste de su piel con su blanquecino cabello rizado y largo.
Rápidamente apartó la mirada y volvió a mirar el cielo.
Él... ya estaba enamorado de alguien más.