Todo comenzaría por una verdadera confesión:
Marinette quería declararle su amor a Adrien, en un baile escolar, pero por azares del destino llegó tarde convirtiéndose en una de sus peores noches. Al menos eso pensaba, hasta que Luka, vuelve a apare...
Una parte de mí no podía aceptarlo, estaba molesta. La noche comenzaba a caer y él estaba intentando besarme, pero yo...
—¡¡Nooo!!— grité con mi mano apartandolo con fuerza. Tanta fuerza qué del golpe cayó al suelo.
Yo había estado toda la tarde como loca buscando un Akuma, Chat me mintió y sólo me había echo perder el tiempo, en este día tan especial para mí.
— ¡¿Qué sucede contigo?!— le reclamé furiosa — ¡Está vez te pasaste, eres tan egoísta!
— Perdóname mi lady, solo quería saber si ese beso significo algo para ti... — él aún seguía en el suelo con sus orejas hacia abajo, continuó — Me gustas mucho y nosotros podríamos ser mucho más que un quipo...
—¡No! olvídalo, ¡borra ese día de tu mente, borra esa foto que tomó Alya de una vez por todas! — me descontrole por completo — Entiende, me gusta otro chico y aunque él no existiera ¡Tu nunca me gustarías, nuncaaa me fijaría en alguien como tú!— lo señale.
Exploté de furia. Y al intentar calmarme, miré en su rostro cómo esas últimas palabras lo terminaban de lastimar.
Su rostro se invadió de tristeza. Chat comenzó a levantarse poco a poco, con la mirada baja. Arrepentida me acerqué intentado ayudar, pero él se nego y sentí un enorme vacío en mi pecho.
— No me toques... — se paró lentamente del suelo sin dirigirme la mirada. — ...por fin me quedó claro.
— Chat, no fué mi intención...
Mis aretes sonaron. Pronto me iba a destransformar.
— Me equivoqué — dijo serio dando media vuelta y mirarme fríamente. — "No te volveré a molestar Ladybug".
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Inmediatamente saltó del techo y desapareció de mi vista antes de poder decirle :
— ¡Disculpame Chat Noir...! — le grité con tristeza, se había ido.
Saqué mi yoyo y me marché a casa.
Ya no podía hacer nada por hoy.
.
.
.
. (Narra Chat Noir) .
Corrí alejándome lo más rápido que pude, hasta tropezar en un callejón.
Mi pecho dolía. Nunca me había sentido tan roto por dentro, no tanto así desde que mi madre desapareció...
¿A sí es como se siente ser rechazado? Soy tan patético.
Duele mucho su ausencia de amor, me quema tanto, obligandome a borrar estas falsas esperanzas que he guardado estos años.