❛ Vida arreglada ❜ ─ MiChaeng (G!P)

OO4;; Explorando. 🐯

🐯:

La nombrada sonrió mirándome y suspiró como aliviada. Parecía que lo que le dije fue suficiente para ganar su confianza y al menos tener un buen comienzo.

— Gracias. —susurró, tomando suavemente mi mano de mi regazo, hasta que se oyó la puerta nuevamente.

— Bien, ya hemos hablado un rato y la cena está lista. ¿Vienen? —llamó el padre de Mina, seguido de mi padre.

— Ahora vamos. —suspiré al notar que Mina apartó su mano y me levanté cuando ellos se fueron.— Será mejor que vayamos y seguimos hablando allá, ¿No?

Mina asintió suavemente y me siguió hasta afuera. Ambas nos sentamos una al lado de la otra, y nuestros padres en frente nuestro, era una larga mesa, cuadrada y llena de comida común de Japón, según dijo el señor Myoui.
Toda la cena fue callada entre Mina y yo, en cambio, nuestros padres, no paraban de hablar y reírse. ¿Cómo es que podía hablar como si se conocieran de siempre? Tal vez ambas no lo entenderíamos, pero debía hacer algo o esa cena sería la más aburrida del mundo.

— Mina, ¿Cuál es tu comida favorita? —susurré para no interrumpir la conversación de los mayores—. O mejor, ¿Qué comes mucho y no te cansas?

— Bien, creo que... ¡Ketchup! —dijo algo fuerte y ansiosa—. ¿Y la tuya? ¿Qué comerías sin cansancio?

— ¡Fresas! —copié su entusiasmo sonriendo— ¿Has probado las fresas de Seúl? No sé si son mis favoritas, pero sin duda todas las fresas me fascinan.

— No las he probado, ¿debería? —se rió Mina levemente, acabando su vino sobre la mesa y lamiendo sus labios sutilmente.

— Sin dudas. Las fresas son muy ricas. Podría llevarte a comer unas que son las mejores de todo Corea alguna vez, ¿Qué dices? —reí, pícara, intentando tomar de mi copa de vino, pero lo dejé con unas gotas sobre la mesa y miré a Mina directamente.

— Cuando quieras, con gusto probaré. —rió también y mordió su labio, mirando hacia otro lado y luego hacia mi de nuevo—. Ah, y, ¿Qué haremos con nuestros padres? Están muy ruidosos. —me susurró suavemente al oído Mina. No sabía si el vino la afectaba, o a mí, pero sin duda se veía muy hermosa.

— Bien, entiendo... —me levanté, serví otra vez vino en mi copa, la agarré y me dirigí hacia la puerta—. Toma tu copa y ven, vamos. —me reía mientras Mina llenaba su copa como yo y me seguía. Volvimos a la sala, pero yo desvié el camino.

— ¿A dónde vamos, Chaeyoung? Ten cuidado con lo que harás. —se rió mientras tomaba la mitad de la copa y yo la imitaba, ambas caminando hacia la misma habitación.

— Solo quiero explorar la casa, Mina, no te creas que será tan fácil. —me río también y termino mi copa—. ¿Acaso no vas a mostrarme? Yo no vivo aquí.

— Bien, bien, ya sé. —mordió su labio de abajo y tomó mi mano, caminamos por toda la casa un largo rato.

Reíamos mientras recorríamos el lugar y fuimos por todos lados. Luego de un rato, y cuando terminamos de ver las habitaciones, nos quedamos sentadas en una cama. Según parece, su cama.

— ¿Así que aquí duerme la princesa Myoui? —me río burlonamente imitando el tono de los chicos de la escuela.

— Aquí duermo, sí. Pero no creas que es todo muy lujoso, porque sino no habríamos hablado por tu auto. —rió conmigo y yo me quedé callada un momento, ¿A qué se refería?— ¿Sabés? Me gustaría tener un auto así, pero mi papá no confía en mí para tener uno, y menos "simple", según él... Para mí es hermoso, pequeño y súper tierno.

— ¿Describías al auto o a mí? —me reí por un segundo, pero luego el silencio volvió a encontrarnos. Esta vez, nos mirábamos.

Nada. Solo silencio y miradas fijas. Ambas estábamos bastante cerca y bastante pasadas de vino, pero aún tenía mis 5 sentidos funcionando (al menos en un 98%) y no iba a ser tan fácil. Debía causarle algo para que quiera volver a verme, así que me alejé y sonreí como si nada.

— Ya son las 12, ¿Acaso la princesa no debe dormir? El baile se acaba, y no soy yo quien buscará tu zapato para encontrarte. —dije levemente, mientras me levantaba y sonreía. La cara de Mina me dio risa. Ella al parecer sí quería un beso de princesa, pero yo no sería cliché.

— No duermo a esa hora, yo soy una princesa rebelde, ¿Sabés? No necesito a un príncipe, ni mucho menos. —tocó la punta de mi nariz con su dedo, levantándose y dándose la vuelta—. Espero que sepas que no soy tuya solo por esto —Me sonrió de costado y caminó hasta la puerta. Mordí mi labio al ver el cuerpo de Mina. Observándolo bien, sí era hermosa. Quise tocar su cuerpo por un momento, pero me mantuve firme. Luego salí detrás de ella y fuimos a donde estaban nuestros padres de nuevo.

— ¿Qué tal, hija? ¿Qué te parece Mina? —dijo mi padre, luego de irnos de la casa. Estábamos charlando en el auto, volviendo a casa.

— Me agrada. Espero caerle bien también. Sin dudas una chica interesante... —suspiré ilusionada. Ojalá le parezca igual a ella y quiera seguirme viendo.

— Me alegro de ello... ¿Le hablaste de tu...? —al decir esto mi padre me sorprendió, pero lo miré con cara enojada y entendió que era un rotundo "no".

Ambos seguimos hablando de lo que habíamos visto esa noche y al fin llegamos a casa. Me acosté en mi cama mientras escuchaba a mis padres hablar en la sala y me quedé dormida de a poco.
Ojalá viese todos los días a Myoui Mina.

---------------------------------------;;
[ O 7 / O 1 / 1 9 ]

Corrección:
[ 2 O / O 5 / 2 O ]