capitulo 5

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.. CAPITULO 5...

Pasearon por alrededor de la casa, el jardín era enorme, y estaba rodeado de plantas y flores, Dulce se acercó a un rosal.

-¿Te gustan?

-Me encantan.

Por unos segundos se perdieron en sus miradas, Dulce olvido que hacia allí y Christopher que la tenía obligada a estar en su casa.

Dulce se estremeció al sentir la mirada de Christopher, tan pendiente de ella, no era ese mirar frio de siempre, esta vez era más cálido con afecto y... ¿deseo? Si deseo.

-¿Tienes frio?

Chris dio unos pasos hacia ella y Dulce por instinto retrocedió, no estaba acostumbrada a que alguien se preocupara por ella y menos Christopher.

-No, estoy bien.

-¿Segura?

-Sí, ¿Seguimos?

-Dulce...

El el tomo del brazo y Dulce le miro asustada.

-¿Tienes miedo de mí?

-No es que este aquí por gusto.

-Vale entendido.

Dulce siguió por el jardín y Chris permaneció sin moverse, Dulce le miro arrepentida de sus palabras pero siguió andando, poco después Chris la seguía.

-Dulce es mejor que vayamos a la casa, se está nublando y huele a tierra húmeda.

-¿Ya se pasó mi hora de libertad?

Dulce lo dijo irónica y enseguida se arrepintió por sus palabras, por una noche podían estar bien y ella lo estropeaba.

-Por favor un poco más...

¿Cómo negarse a Dulce? Christopher hizo un esfuerzo y volvió a mirar al cielo.

-Este bien pero no mucho.

Siguieron por el jardín unos minutos más, en silencio, caminando el uno junto al otro, pero sin decir una palabra, dejándose llevar por la noche.

En poco tiempo el cielo oscureció, ya no brillaban las estrellas, ni se veía la luna. Una débil lluvia comenzó a caer.

-Vamos a la casa.

La lluvia aumento, y Christopher tomo de la mano a Dulce para guiarla hasta la casa, los dos entraron todo empapados.

-Tenía que haberte echo caso.

-No te preocupes, Pedro está dormido, espérame en la cocina enseguida regreso.

Dulce sin rechistar se fue a la cocina, y Chris volvió con toallas y dos albornoces.

-Toma.

Dulce miro las toallas y luego lo miro a él.

-Ves al baño, mientras yo preparare algo caliente.

Dulce volvió minutos después, el olor a chocolate caliente ya inundaba toda la casa.

-En cuanto entro en la cocina Chris la entrego una taza.

-Espero que te guste.

-Me encanta.

Dulce se sentó en un taburete y Chris se quedó junto a ella, apoyado en la barra y solo tapado con una toalla que rodeaba su cintura.

Siguieron bebiendo en silencio, hasta que Chris dejo su taza y se acercó a ella.

-¿Puedo?

Dijo apenas a unos centímetros del rostro de Dulce, ella afirmo, deseando que el la besara, el paso un dedo por los labios de ella, Dulce parpadeo confusa.

-Tenías chocolate.

Prisionera por obligaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora