Prisionera por obligación

CAPITULO 16

CAPITULO 16

Christopher despertó, le pesaban los parpados y no podía moverse, estaba exhausto como si un tren le hubiese pasado por encima, intento hablar pero tenía la boca seca, lo volvió a intentar.

-¿Dulce?

Una voz de hombre resonó en la habitación.

-Señor, Dulce no está...

No estaba, se había ido, le había salvado y había desaparecido... Se incorporó de inmediato y abrió los ojos de golpe, Pedro se asustó y fue hacia él.

-Señor tiene que descansar.

-Dulce, quiero a Dulce.

-La señorita dijo que necesita reposo.

Pedro tomo de los hombros a Chris y le obligo a tumbarse de nuevo, Chris no pudo oponerse pues no tenía fuerzas, el calmante volvía a hacer efecto.

-Descanse.

-Dulce... ¿Dónde está?

-No sé, señor.

-¿Se fue verdad?

-Dijo que volvería...

-No, no va a volver, yo la trate mal y ella se fue...

Christopher volvió a dormirse, mientras a Pedro le comía la culpa, Dulce le había pedido tiempo y él se lo había dado, cuando el Señor estuviera en condiciones le castigaría o algo mucho peor...

Christopher despertaba cada hora pero enseguida volvía a dormirse y cada vez que despertaba preguntaba por Dulce pero ella seguía sin aparecer...

La noche llego en la mansión y Christopher despertó...

-Donde esta Dulce...

-Coma algo señor.

Pedro le dejo una bandeja encima de su cama...

-No quiero comer, quiero a Dulce.

-Tiene que comer Señor, lleva todo el día a base de calmantes.

-¿No me oíste Pedro? Quiero a Dulce, ¡aquí, ya!

Pedro le ignoro y le puso en su regazo un plato de puré, Christopher furioso le tiro al suelo.

-¿Dónde está Dulce?

El grito retumbo por toda la casa...

-La señorita no está, se fue...

-No voy a moverme de aquí hasta que Dulce no vuelva, no comeré, no dormiré, no hace nada.

-Señor se está comportando como un crio.

-¿Es que no te das cuenta? Quiero a Dulce, la necesito...