CAPITULO 12

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. CAPITULO 12...

Aturdida y tambaleándose llego a su habitación, cerró la puerta y se desplomo apoyada en ella, fue resbalando hasta quedar sentada en el suelo y apoyada en la puerta.

No podía ni mirar la cama, mucho menos estar en ella, la recordaba los momentos vividos, momentos perfectos que terminaron en dolorosos, aunque lo sucedido fue en un sofá, para ella lo más mínimo la recordaba aquel momento, Chris era su peor pesadilla, una pesadilla que por momentos era un sueño feliz, pero de pronto era lo peor que la había sucedido en su vida.

Había estado a punto de entregar lo más valioso de ella a aquel hombre, aquel hombre que la había rechazado tan dolorosamente.

Las últimas palabras de Chris retumbaban en su cabeza haciéndola sentir una cosa que no servía para nada, que nada valía "Esto nunca tenía que haber pasado, ¡márchate!"

Aquella frase de Chris la dio la última esperanza que necesitaba para salir de allí, sin fuerzas corrió hacia la ventana y la abrió, la altura no era muy alta pero tenía que caer con cuidado o podría lastimarse.

Arranco las sabanas de la cama y las fue uniendo, lo había visto miles de veces en las películas ¿correría ella la misma suerte de que funcionara? Tiro las sabanas por la ventana y el otro extremo le sujeto a la cama. Miro la resistencia y se aseguró que las sabanas aguantaran su peso.

Respiro hondo y fue bajando lentamente, quedaban unos cuantos metros cuando un ruido la asusto, miro hacia arriba y vio media sabana desgarrada, si caía desde ahí no se mataría pero si podía ser grave, no podía subir, menos quedarse ahí, si bajaba la sabana se desgarraría mas ¿Qué podía hacer? Decidió arriesgarse y comenzó a subir poco a poco.

Un ruido retumbo en la madrugada y Dulce cayo inerte, lo último que vio antes de que la inundase la oscuridad fue el césped verde junto a ella...

-Dulce, Dulce...

Oía una voz de fondo, intentaba abrir los ojos pero la pesaban, no tenía fuerzas, no tenía ganas, quería dormir y nunca despertar.

¿Por qué no la dejaban en paz? Aquella voz no la dejaba descansar, un escalofrió la inundo al sentir algo frio en su cara, lo intento apartar pero lo sujetaba algo más fuerte.

-Dulce despierta.

Ya estaba muy despierta, demasiado, tenía la esperanza de que todo fuera un mal sueño pero no fue así, no hizo falta abrir sus ojos para saber quién estaba acompañándola, tomo la sabana se tapó completamente con ella y se giró dándole la espalda a esa persona.

El dolor la inundo, apenas tenía fuerzas para respirar y la dolía todo el cuerpo por la caída, podía haberse matado pensó, así ahora no estaría en ese estado y mucho menos tendría que seguir aguantando a Christopher.

Christopher se sentía impotente, Dulce había estado inconsciente casi una hora y cuando había despertado le había ignorado. Normal, era un beep que no paraba de lastimarla, había tenido tanto miedo cuando la toco tan íntimamente que no había sabido reaccionar de otra forma que rechazándola, no podía quitarla su virginidad, no su propio secuestrador, Dulce merecía algo mejor, alguien que la amara y respetara y él lo único que la hacía es tratarla mal.

Cuando la había visto tirada en el césped, sin moverse y apenas respirando, creía haber muerto, un sentimiento le inundo como nunca antes le había pasado y había preferido estar en el lado de Dulce, ¿se habría intentado suicidar? Había sabanas a su lado, a lo mejor quería escapar, fuera lo que fuese Dulce no quería estar junto a él.

Llevaba media hora intentando hablar con ella y ella solo le ignoraba, tenía que conseguir que le escuchara, decirla que era un estúpido, que ya no iba a lastimarla más, la dejaría marchar y volver a su vida normal.

Prisionera por obligaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora