CAPITULO 7

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... CAPITULO 7...

-No me hago la dormida, simplemente no quería despertarte.

-Dulce llevas un rato despierta.

-¿Cómo sabes? ¿Eh?

-Porque yo también lo estaba.

Dulce se sonrojo, la mirada de Chris la hacía sentir un cosquilleo en su estómago, Christopher sintió lo mismo y se fue acercando lentamente a la cara de Dulce.

Juntaron sus labios y en esta ocasión Dulce no tuvo ese miedo que siento la noche pasada sino todo lo contrario, un cosquilleo que no impidió que dejara de besarlo, al separarse para tomar aire Dulce le miro confusa.

-¿Qué?... ¿Que fue eso?

-Mi forma de darte los buenos días.

Christopher se levantó y se fue al baño, mientras Dulce oía el sonido del agua caer, sus pensamientos volaban en Christopher, su manera de dar los buenos días y en como la gustaría ver el cuerpo desnudo de Christopher bajo el agua.

Minutos después Christopher salió del baño tapado solo por una minúscula toalla que cubría de cintura para abajo, Dulce seguía en la cama, cuando le miro sus ojos se agrandaron asombrada.

-¿Todavía no despertaste? Puedo volver a darte los buenos días, si quieres.

Dulce afirmo con la cabeza pero negó con sus labios.

-¿Sí o no?

Christopher estallo en carcajadas. Dulce reacciono.

-Obvio no imbécil.

Se levantó de la cama y salió de la habitación.

Christopher mientras se vestía, sonreía, no podía evitar pensar en Dulce, en sus labios, en como temblaba cuando él estaba cerca de ella, en su mal humor que hacía que la provocara más... ¿Qué estaba pasando? ¿Estaba loco o qué?

¡No, no podía sentir nada por aquella pelirroja! ¡La había secuestrado, por dios! Tenía que volver a ser el mismo hombre frio y horrible que fue el primer día, sin escuchar lo que el fondo de su corazón le pedía a gritos.

Salió de la habitación y fue en busca de Dulce, la encontró en el jardín tomando el sol.

Dulce al reconocerlo se quitó sus lentes y le dedico una sonrisa.

Chris se debilito y por un momento deseo sonreírla, tomarla en brazos y hacerla el amor hasta que no pudiesen más.

La sonrisa de Dulce se esfumo cuando vio el rostro frio e impasible de Chris.

-No vuelvas a despertarme de noche y menos por una tontería de tormenta, ¿entendido?

¿Qué le pasaba a ese beep? Era bipolar ¿o qué? Dulce solo pudo afirmar mientras sus lágrimas se atascaban queriendo salir de sus ojos.

Christopher salió de allí maldiciéndose, había visto el rostro desilusionado de Dulce, ella le había dedicado una sonrisa y él lo había estropeado, como siempre, pero no podía enamorarse de Dulce, ¡no podía!

Dulce se volvió a poner los lentes y seco las estúpidas lagrimas que escapaban de sus ojos, estúpido Christopher, se llevaban como una montaña rusa, a veces estaban arriba, se llevaban bien y no tenían broncas pero sin esperarlo caían en picado y todo volvía a ser desastroso.

La noche cayo y Dulce y Christopher solo se vieron en la cena, no hablaron y Dulce subió rápido a su cuarto.

Chris llamo a la habitación...

-¿Qué quieres?

-Dulce yo...

-Creo que lo de hoy en la piscina lo entendí claramente, no te voy a volver a molestar, ya puedes marcharte.

Dulce cerró la puerta en la cara de Chris pero el juro que eso no se quedaría así...

Prisionera por obligaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora